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Policiales 19 de enero de 2023

La Justicia confirmó que la muerte del turista español fue por accidente

Las pruebas recolectadas en la investigación indican que no hubo participación penal de terceros en el hecho y que la caída de Juan Florez Estrada del acantilado fue por imprudencia. La familia definirá qué hace con el cuerpo.

Una de las fotografías tomadas por los peritos en el sitio donde ocurrió el accidente mostró la remoción de la tierra, más no se constató que hubiera existido un derrumbe.

La Justicia confirmó que la muerte del turista español que el domingo cayó por un acantilado de 10 metros de altura ubicado al sur de Chapadmalal fue por causas accidentales y no existió participación de terceros en el hecho.

Fuentes del caso que consultó LA CAPITAL señalaron que tanto los testigos que declararon ante la policía como los peritajes realizados en el lugar, sumados a los resultados de la autopsia al cadáver de Juan Florez Estrada (39), robustecieron la hipótesis del siniestro. Es decir, nada indica hasta el momento que alguien haya atentado contra la víctima ni que exista responsabilidad penal de otras personas en torno a lo sucedido, a pesar de que la tierra de la cornisa en la que se hallaba antes de su precipitación quedó removida.

En los últimos días, se había puesto en cuestionamiento la falta de señalética que advirtiera a la sociedad sobre el peligro de derrumbe en las barrancas del partido de General Pueyrredon, e incluso se plantearon algunas dudas sobre si efectivamente Florez Estrada había caído al vacío al producirse un desplome rocoso, en la zona próxima a Playa Escondida, el balneario nudista del kilómetro 552 de la ruta 11. Sin embargo, el titular de Defensa Civil, Rodrigo Goncálvez, dijo a la prensa días atrás que el acantilado no había cedido.

Acanti peri 3

Peritos que trabajaron en el lugar del hecho informaron a las autoridades judiciales que hubo remoción de tierra allí, pero que efectivamente no se trató de un derrumbe.

Goncálvez, en diálogo con LA CAPITAL, había señalado: “Lo que nosotros no vimos, ni en la parte superior ni inferior, un desmoronamiento que haya sido el motivo eventual de la caída de esta persona”. Y opinó que el fallecimiento de Florez Estrada, de 39 años, fue “una muerte absurda y evitable, que tuvo que ver con una decisión individual de esta persona de ponerse en un riesgo innecesario e indebido”.

En este marco, Goncálvez destacó también que eso no significa que en esa zona no exista peligro de desmoronamiento y que la gente debe tomar los cuidados correspondientes y no exponerse a posibles hechos como éste. De todas formas, remarcó el compromiso que mantuvieron quienes intervinieron en el operativo de rescate. “El resultado no fue el deseado, porque en definitiva no se logró el objetivo de salvarle la vida a esta persona, pero a uno lo enorgullece poder trabajar con áreas que están coordinadas de manera tan profesional”, señaló, al tiempo que nombró al SAME, la policía y los bomberos especialistas en este tipo de procedimientos.

Respecto de la falta de señalética de precaución, y si bien en el sitio específico en el que ocurrió el hecho no hay ningún cartel, la Justicia tampoco encontró allí un posible delito penal pasible de ser cometido por funcionarios estatales. Es que, como lo explicó también Goncálvez en su nota con este medio, tras hechos anteriores entre los que se destaca el fallecimiento de Emma Perazzo (2) -de la que se cumplieron cinco años la semana pasada- en la zona norte del partido, “se tomaron las bajadas públicas de la costa de Mar del Plata que tenían acantilados y se pusieron más de 80 carteles, pero hay mucho vandalismo”.

“Muchos de esos carteles se han perdido o vandalizado y hemos trabajado sobre los mismos carteles. No hay que buscar excusas, hay que seguir trabajando en la prevención y comunicación”, explicó el titular de Defensa Civil.
En este caso, no había cartelería en el lugar además porque no se trata de un sitio con bajada a la playa pública, sino más bien de una zona agreste.

Autopsia

Los resultados de la autopsia determinaron que el cadáver de Florez Estrada no presentaba lesiones externas ni signos de que hubiera sido agredido por terceros. Por el contrario, las heridas que le provocaron el deceso eran internas y obedecían al impacto contra las rocas sufrido tras caer de unos 10 metros de altura.

Eso, sumado a la declaración de los testigos, robustecieron la hipótesis inicial del accidente. Vale recordar que un hombre identificado como Marcelo Antúnez había sido quien pidió ayuda este domingo a la tarde al ver la precipitación del turista español.

Florez Estrada le había solicitado a Antúnez que le tomara una fotografía con la costa de los acantilados de fondo. Entonces, conforme dio cuenta el testigo, se paró al borde de la cornisa.

“¡Tené cuidado! No te vayas tan allá”, le dijo al español, quien ya le había dado su teléfono celular para que lo retratara. Entonces fue cuando se produjo la caída, conforme lo explicó Antúnez en el marco de la causa.

Como se explicó antes, en dicho lugar no hay bajada a la playa, por lo que Mariano Serafini (40), el guardavidas del balneario nudista lindero, debió nadar hasta el sitio donde se encontraba mortalmente herido el turista español con el objetivo de rescatarlo. Allí se inició un operativo en el que trabajaron médicos del SAME, policías y bomberos, y que sirvió para trasladar al hombre al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde horas después falleció como consecuencia de las graves lesiones sufridas.

Acanti peri 4

Mientras intentaban identificar a Florez Estrada, Antúnez tuvo consigo su teléfono celular, que ya para entonces se había bloqueado. El mismo fue entregado luego a la Justicia y, si bien en un comienzo se planteó la posibilidad de peritarlo para saber si existe, por ejemplo, una captura del momento de la caída, ese paso fue desestimado al considerar que no tenía objeto, debido a que son múltiples las pruebas de que se trató de un accidente.

Una vez que se supo que Florez Estrada era un turista español que había llegado el día anterior a Mar del Plata y que la única persona que conocía en esta ciudad es una mujer que el día anterior lo había alojado en su casa, el aparato le fue entregado a ella. Sin embargo, esa testigo tampoco pudo desbloquearlo y con el paso de las horas el teléfono se apagó.

Ahora, tanto esa pertenencia como otros objetos, serán enviados a Madrid, donde reside la familia de la víctima.

El cuerpo y el drama de sus seres queridos

Juan Florez Estrada había decidido recibir el 2023 en América Latina, en un viaje personal y en solitario. El 30 de diciembre, en un vuelo de Iberia, viajó desde España a Paraguay, donde comenzó su travesía.

Tras dos semanas en Paraguay, Juan tenía planeado viajar a Argentina, para pasar unos días de enero en Mar del Plata, en donde sólo conocía a la hermana de un amigo suyo que vive en España.

El viaje lo tenía organizado y salió desde Asunción el sábado 14 de enero a las 2.40 de la madrugada para poder llegar a Mar del Plata a las 8.30 y disfrutar de la costa argentina hasta el viernes 20 de enero, cuando retornaría a Paraguay a las 19.35.

“¡Preparando la segunda parte del mejor viaje de mi vida!“, había compartido en redes sociales Florez Estrada el pasado jueves, a horas de su vuelo para llegar a Argentina.

Ya en Mar del Plata, el domingo a la mañana el turista español compartió en redes sociales un divertido posteo que decía “los que leen no roban y los que roban no leen!!!. A por el día… En Mar de Plata!!!”, acompañado de unas fotos del libro La guerra de los Mundos, con un billete de 1000 pesos argentinos en su interior.

Al atardecer, cuando se disponía a regresar a la vivienda de su amiga, Florez Estrada cayó por el acantilado. Tras su muerte en el HIGA, su cadáver fue trasladado a la morgue y se le realizó la correspondiente autopsia.

Juan Florez Estrada.

Juan Florez Estrada.

En ese contexto, la amiga marplatense de la víctima fue la encargada de contactarse con la familia Florez Estrada y darle la trágica noticia. Ahora, su padre y sus hermanos deben decidir qué hacer con el cuerpo.

Según pudo saber LA CAPITAL, el turista español era soltero y no tenía hijos, pero sí sobrinos con los que trataba a diario. Era parte de un grupo familiar de clase media de Madrid, que todavía no sale del asombro y del dolor de la pérdida.

Como ninguno de los miembros de la familia Florez Estrada estuvo aún en condiciones económicas y psicológicas de viajar, hasta el momento han mantenido contacto con la Embajada de España en Argentina, que se ha puesto a su disposición. Respecto de las cuestiones judiciales, la amiga marplatense del fallecido es quien transmite las novedades.

Si bien en un comienzo se había planteado una posible cremación del cuerpo, una vez que se confirme el cierre de la causa judicial por tratarse el hecho de un accidente, por ahora esa medida no fue confirmada a este medio.



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