La comisión directiva de la Asociación Mutual de Guardavidas solicitó mantener una audiencia con el intendente Carlos Arroyo para expresar su preocupación porque, a dos meses de que se inicie el operativo de seguridad en playas, aún no existen certezas sobre si la comuna volverá a contratar sus servicios.

Los dirigentes de la institución pidieron reunirse con el jefe comunal a través de una nota que este lunes le entregaron al propio Arroyo durante un acto realizado en Rufino Inda y Puán.

“Nos acercamos a él y le entregamos el pedido de audiencia, porque estamos realmente muy preocupados por nuestro futuro y por las decisiones que pueda adoptar el secretario de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle”, le dijo a LA CAPITAL el secretario de la Mutual, Ignacio Mastrángelo.

Según explicó, la entidad mantiene con la comuna una relación contractual desde hace 25 años, brindando el servicio de seguridad en playas de la zona céntrica, Varese, Cabo Corrientes, Playa Grande, el Puerto y las ubicadas al sur del faro.

“Tenemos distribuidos 27 puestos totalmente equipados en los que trabajan en total 87 guardavidas, entre titulares y suplentes”, precisó por su parte Juan Cruz Moreno, vocal de la entidad.

El último contrato entre el municipio y la Mutual fue firmado hace 6 años y llegará a su fin el próximo 31 de octubre, por lo que desde la institución consideran que -teniendo en cuenta que el operativo de seguridad en playas arrancará el 1 de noviembre- ya debería haber habido alguna definición sobre su continuidad.

“Sin embargo todavía no se llamó a ninguna licitación y Mourelle ha planteado su intención de prescindir de nuestros servicios”, dijo Mastrángelo.

Para el dirigente de la entidad, la actitud del funcionario “inevitablemente desembocará en un gran conflicto” porque todo parece indicar que no existen planes cubrir las prestaciones que desde hace años ofrece la Mutual.

“Hay reglamentaciones que obligan a que, según la densidad de público, haya un guardavida por cada 40 u 80 metros de playa y sin nuestra presencia esa exigencia básica no se podría cumplir”, advirtió Moreno.

Asimismo el dirigente planteó que la Mutual no sólo garantiza la presencia de guardavidas, sino que también pone a disposición móviles, botes, motos de agua, casillas, camillas y otros insumos y equipos. “Tenemos a disposición del municipio un capital de trabajo de última generación que el propio municipio no les garantiza ni siquiera a los trabajadores que están bajo su relación de dependencia”, señaló.

Además de reclamar que la comuna ponga en macha un proceso administrativo para volver a contratar sus servicios, desde la Mutual también están haciendo otros reclamos. El principal tiene que ver con una millonaria deuda que la comuna mantiene con la entidad, por no haber cumplido aún con el pago de los mayores costos originados por el aumento salarial acordado a fines de 2017.

“Existe un cláusula en el pliego de bases y condiciones por la cual el monto del contrato debe actualizarse automáticamente cuando se incrementan los gastos salariales. Sin embargo esta gestión no pagó aún las diferencias surgidas del último aumento de sueldos que se acordó en 2017. Por lo tanto los guardavidas cobramos, por la temporada 2017-2018, los mismos sueldos que en la temporada 2016-2017”, explicó Mastrángelo. Según dijo, esa deuda conforma una cifra de unos 4 millones de pesos y las demoras de la comuna provocaron que los trabajadores no pudieran percibir hasta ahora el incremento de haberes acordado el año pasado.

“A cada trabajador le deben una suma equivalente a un sueldo. Lo lamentable es que con la inflación el poder adquisitivo de esa cifra ya se licuó”, indicó Mastrángelo, quien atribuyó la demora del gobierno a la “resistencia” de Mourelle .

“Hicimos un reclamo administrativo que ya fue avalado por la Contaduría, la Secretaría en lo Legal y Técnico y el Tribunal de Cuentas y sin embargo el área de Hacienda todavía se resiste a pagarnos”, reprochó.

. Para Mourelle la relación con la entidad “está terminada”

El secretario de Economía de la comuna, Hernán Mourelle, dio por finalizado el contrato entre la comuna y la Mutual de Guardavidas y además desconoció la deuda que la entidad le viene reclamando al municipio por los mayores costos generados por el acuerdo de aumento salarial firmado a fines de 2017.

En declaraciones radiales, el funcionario explicitó su decisión de no seguir requiriendo los servicios de la institución, la cual brinda parte del servicio de seguridad en playas desde hace 25 años. Por esa razón se supone que a pesar de los planteos que la Mutual viene realizando, su vínculo con la comuna podría concluir definitivamente el próximo 31 de octubre, cuando venza el contrato actualmente vigente.

Para justificar esa decisión, Mourelle consideró que las prestaciones ofrecidas por la entidad generan “un gasto superpuesto” debido a que brinda servicios en playas “donde hay guardavidas de los concesionarios”.

En su opinión, se trata de “un gasto sobredimensionado” que será “rediseñado” durante los próximos veranos hasta “optimizar su costo”.

Mourelle reconoció que el último contrato entre la comuna y la Mutual se originó en una licitación, que el año pasado fue prorrogada por un año más, “fijándose un precio”.

Pero “hacia final de la temporada pretendieron modificarlo haciendo un ajuste de una paritaria y no se qué cosa que ya no corría más”, señaló, aludiendo al reclamo de la entidad para que se le reconozcan los mayores costos originados por el aumento salarial firmado a fines de 2017.

“Además determinan el derecho de que la Municipalidad los siga contratando, como si fuera una opinión divina”, agregó en relación al reclamo para que se defina qué sucederá de ahora en más con las prestaciones que la Mutual brinda desde hace 25 años.

“La Municipalidad no tiene ninguna necesidad de contratar este servicio. La relación está terminada y lo que quieren cobrar son unos 4 o 5 millones de pesos que les quieren sacar a los vecinos y no les corresponde”, sostuvo.