Por Javier Remon (Médico diabetólogo) y Romina Di Marco (Nutricionista con formación en diabetes)

El Día Mundial de la Diabetes fue creado por la Organización Mundial de la salud y se celebra cada año el 14 de noviembre, aniversario del nacimiento de Sir Frederick Banting, quien descubrió la insulina junto con Charles Best en 1922. El objetivo es concientizar a la población sobre el impacto de la diabetes en la salud de las personas e informar acerca de su prevención, diagnóstico y manejo. Si bien la prevención y el diagnóstico de la enfermedad son temas muy importantes nos centraremos en el manejo o tratamiento.

La opinión de consenso de las distintas sociedades de diabetes en el mundo es que se realiza el tratamiento para prevenir las complicaciones crónicas de la diabetes y mejorar la calidad de vida de las personas que conviven con la enfermedad. La realidad es que no se logran los objetivos metabólicos planteados para las personas con Diabetes en ningún lugar del planeta ni siquiera en los países desarrollados a pesar del advenimiento de nuevas terapias farmacológicas. Analizando el por qué de los resultados creemos importante revisar el concepto de tratamiento. En la mayoría de las personas el tratamiento es sinónimo de terapia farmacológica y eso en parte según nuestra opinión es la causa de los malos resultados a la hora de lograr objetivos.

El tratamiento tiene como mínimo 4 componentes:

1. Ejercicio

El ejercicio es una actividad planeada y repetitiva con el fin de mejorar el funcionamiento del organismo, debe diferenciarse de La actividad física que es cualquier movimiento voluntario producido por los músculos y que tiene como consecuencia el gasto de energía. Las recomendaciones en tiempo y en el tipo de ejercicio varían según edad y deben adecuarse a cada persona en particular. Como concepto general debe incorporarse de acuerdo con la posibilidad de cada persona y la sola incorporación mejora el logro de objetivos metabólicos.

2. Fármacos:

Los grupos de fármacos que se encuentran disponibles para tratar la diabetes son numerosos y su descripción escapa del objetivo de este artículo, de forma caprichosa podrían diferenciarse en cuanto a su acción en fármacos que actúan mejorando la acción de la insulina, aumentando la secreción de esta y los que actúan de forma independiente a la insulina. El tratamiento farmacológico para que sea efectivo debe responder a los mismos conceptos que el ejercicio: adecuarse a las posibilidades gustos y necesidades de cada persona a ser tratada, debe reevaluarse en cada consulta médica.

3. Educación:

La educación diabetológica debe ser planificada y estructurada en etapas que se evaluarán antes de proseguir a la siguiente, impartida por personal certificado, debe generar conocimientos que permitan cambios de conducta en las personas con diabetes y se recomienda que dure entre 10 y 12 horas en primer año. La educación diabetológica tiene como objetivo promover la participación de la persona con diabetes en el control y tratamiento de la enfermedad.

4. Alimentación

Dedicaremos mayor espacio a este punto que suele ser el más controversial y el que en general menor conocimiento tiene la persona con diabetes. Es de relevancia que la persona con diabetes comprenda que un pilar fundamental en su tratamiento es consultar un especialista en Nutrición.

El Dr. Pedro Escudero médico argentino pionero en la especialidad en Diabetes y creador de la carrera de Nutrición hizo mención a las 4 (cuatro) Leyes de la Alimentación, a saber: la ley de la Cantidad, la ley de la Calidad de los nutrientes específicos para cada persona. Por otra parte, la ley de la Armonía dada por el equilibrio entre los nutrientes (Hidratos de Carbono, Proteínas y Lípidos) y, por último, la ley de la Adecuación referida al momento biológico de la Persona (niñez, adolescencia, adulto mayor, embarazo y lactancia, entre otros).

El plan nutricional debe ser personalizado, se concibe a cada persona con diabetes como una entidad biopsicosocial, por lo que el Especialista en Nutrición, al programar un plan nutricional, deberá tener en cuenta varios aspectos como son: el sexo, la edad, la altura, el peso corporal, entre otros indicadores. En general, aún existe cierto grado de desconocimiento en materia de Nutrición.

En relación con los fármacos, el plan nutricional deberá contemplar los mismos. Un ejemplo sería indicar colaciones diurnas y nocturnas según la medicación por vía oral con énfasis en aquellas personas que utilicen insulina.

Los análisis de laboratorio realizados en forma previa al inicio del tratamiento son un punto clave para idear la estrategia nutricional. Asimismo, se trabaja en conjunto con el área médica para realizar el seguimiento de estudios de laboratorio de control, los cuáles se realizan durante el tratamiento.

Como mensaje final nos gustaría reforzar diciendo que cada componente del tratamiento tiene igual importancia que el resto, que ningún componente reemplaza al otro y que, del equilibrio de los cuatro, se logra el mejor resultado siempre teniendo en cuenta opiniones y posibilidades de la persona a tratar con diabetes.