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Opinión 29 de abril de 2018

La Paz coreana y la Guerra por el Pacto Nuclear

por Raquel Pozzi

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La firma del acuerdo de Paz, prosperidad y unificación de lazos de hermandad de, Corea del Norte y Corea del Sur significan no sólo el final de un proceso bélico histórico en la península sino también un esfuerzo rápido y conjunto para resolver las condiciones humanitarias intercoreana como consecuencia retrospectiva desde el nacimiento del conflicto a fines de la segunda guerra mundial en 1945.

El encuentro entre Moon Jae-in, presidente de Corea del Sur y Kim Jon-un, líder de Corea del Norte reunidos en el paralelo 38 generó una rápida aceptación mundial como símbolo de una “pax posible” dejando atrás los resquemores ideológicos entre la Corea comunista y la capitalista otorgando un significado estratégico a la zona desmilitarizada para convertirla en un puente de amistad y cooperación dando inicio a la desnuclearización de la península y al cese de todo tipo de amenaza nuclear.

Ante la confirmación in situ de la posesión de armas nucleares por parte de Corea del Norte deja sin efecto los otros acuerdos fallidos de reconciliación del año 2000 entre Kim-Jon II y Kim Dae Jung y el del año 2007 firmado entre Kim Jon-II y Roh Moo-kyun.

Con un pequeño paso en la frontera pero grande para la paz de la región ambos mandatarios ejemplificaron la posibilidad de lograrla a través de arduas gestiones diplomáticas y férrea voluntad tras más de seis décadas de conflicto. La celestina del nuevo idilio, D. Trump apuesta fuerte sobre el extremo oriente para sellar su impronta en una temible jugada diplomática dejando mensajes muy claros a la República Islámica de Irán y la República Popular de China.

La estrategia Trump

Hasta la actual firma de la paz intercoreana, el éxito del mayor tratado de desnuclearización firmado fue el de Barack Obama con la República Islámica de Irán avalado por seis naciones en el año 2015 a cambio de levantar sanciones económicas y comerciales para el país persa, en ese contexto el presidente estadounidense ante las críticas generadas al pacto nuclear y en franca competencia con la administración demócrata prefirió dar el visto bueno al acuerdo de paz de las dos Coreas.

El juego estratégico tuvo la potencialidad de la viralización del apoyo mundial por primera vez de una buena decisión en política internacional por parte del presidente D. Trump, el objetivo de mejorar la imagen del presidente norteamericano fue contundente, sin embargo los analistas proponen cautela y observar con especial atención las otras alianzas que se conformarán en la región como también el fortalecimiento de Irán en la región.

El arco geográfico de estrategia de Irán se propaga desde Teherán hacia Bagdad, atravesando Damasco y Beirut. La aspiración hegemónica del gobierno persa por sobre los aliados de Estados Unidos en la región -Israel, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos- es considerada una verdadera amenaza intolerante para Occidente.

La Unión Europea observa con mucha preocupación los caprichos norteamericanos contra Irán subestimando la capacidad de “defensa anticipada” que ha desarrollado Teherán con sus socios tales como el Líbano e Irak, una clara alianza denominada el “eje de la resistencia” conjuntamente con Siria, Hezbolá y ocasionalmente, Hamás. La visión que tiene Occidente del mundo árabe a través de prismas democráticos en etapa agonística, permite inferir que ciertos vientos turbulentos se avecinan debido a la relación que Trump ha gestionado con los estados árabes, sobre todo con el mundo islámico.

Acuerdos de paz y negocios entreverados

Quedaba claro que D. Trump debía mostrar algún atisbo de cordura en política exterior aun cuando son impredecibles las prioridades en su agenda. Pero lo más inquietante sobre todo para la Unión Europea y gran parte de la región es el alejamiento de Estados Unidos del pacto nuclear con Irán y la imposición de sanciones económicas que terminarían por desbaratar innumerables negocios iraníes en torno a bancos, compañías navieras, aseguradoras, refinadores y el riesgo del acceso al sistema financiero.

El colapso del acuerdo y el tono desafiante del ministro de relaciones exteriores iraní Mohammad Javad Zarif de reanudar el enriquecimiento de uranio y con ello el programa nuclear podría hacer tambalear la política moderada del presidente Hassan Rouhani profundizando la crítica situación geopolítica de la región por los coletazos de la guerra en Siria y por el alineamiento detrás de Bassar Al – Assad de Rusia, Líbano e Irán. Las visitas de los mandatarios E. Macron y A. Merkel en Washington con agendas variadas, pusieron énfasis en rever el acuerdo nuclear con Irán aferrándose a la idea de mantener los lazos con el país persa ya que de lo contrario implicaría abrir una puerta donde las tempestades podrían avivar el fuego en zonas muy candentes como lo es Franja de Gaza, donde Hamás y Al-Fatah han unido fuerzas para arremeter contra Israel buscando apoyo en el Líbano e Irán, como también la situación en Siria luego de la insolente intromisión militar de los Estados Unidos.

En tiempos de reconstrucción en Siria los intereses económicos que subyacen son tan poderosos que el portazo de Trump al pacto nuclear del 2015 insufla poderosas alianzas entre Rusia e Irán quienes han sido pragmáticos vencedores ante el mundo en torno a mantener a Al-Assad en el poder. Mientras tanto el pirómano mandatario norteamericano, apuesta por la paz en la península coreana con veladas intenciones de entibiar las relaciones comerciales con China, es que los extremos son para D. Trump su clara debilidad y lo que no puede resolver en Oriente Medio lo fortalece allí en el Extremo asiático. Nadie puede negar la astucia de Trump de confundir lo que está claro, los viejos rivales ahora sellan amistad y el pacto nuclear que había pacificado la relación entre Irán y Occidente ahora es interpelado sin consistencia. Entre caprichos, amenazas, reproches y discrepancias los líderes de la UE con involuntaria colaboración de Rusia y China ponen a Trump en una encrucijada….mantener cerca a los amigos pero aún más cerca a los enemigos.

(*): Analista en Política Internacional. Profesora en Historia. @raquelpozzitang