Por si no fuera suficiente la constante presencia de al menos 14 uniformados de pie en la vereda, el Departamento Ejecutivo puso en práctica otro mecanismo de “seguridad” en el Palacio Municipal. Desde ayer quienes ingresan a la comuna deben suministrar sus datos personales a dos efectivos policiales que, acompañados por al menos otros tres, permanecen sentados detrás de un escritorio en el hall de acceso al edificio.
La nueva disposición tomó por sorpresa a quienes concurrieron a la Municipalidad y se encontraron con la novedad de que antes de ingresar debían declarar sus nombres, apellidos y números de documento y explicitar las razones de sus visitas.
El cumplimiento de esta medida causó malestar entre algunos vecinos y trabajadores y en especial entre las decenas de personas que concurrieron al Concejo Deliberante para solidarizarse con Javier Moreno -ver páginas 2, 3 y 4-, quien este domingo fue víctima de un ataque perpetrado por un grupo neonazi.
Ante el amplio rechazo que causó la medida y la resistencia de algunos a acatarla, el gobierno explicó que decidió implementarla para “ordenar” el ingreso de gente al Palacio. Las razones esgrimidas por el Ejecutivo no dejaron conformes a muchos de los que asistieron al acto, quienes dadas las especiales circunstancias que lo motivaban, se negaron a responder las preguntas de los policías.

“Poco feliz”

La curiosa situación mereció alusiones durante la reunión en la cual se repudió la violenta actuación de los grupos neonazis en Mar del Plata. Una de las que se refirió al tema fue la diputada nacional Fernanda Raverta, quien consideró poco feliz que a casi 40 años del golpe militar, quienes asistieron al Concejo para expresar su repudio frente a esta clase de hechos, se hayan visto obligados a dejar asentados sus datos personales en una planilla confeccionada por policías.

Explicación

“La medida tiene como objetivo permitir un mayor orden de público que ingrese y que desde la mesa de entradas, se les brinde un asesoramiento hacia qué sector vaya a dirigirse”, aseguraron desde el Ejecutivo.
A través de un gacetilla, aclararon que “no es restrictiva (la medida), sino ordenadora” y en ese sentido agregaron que la situación fue una decisión del intendente. “Lo decidió en la tarde-noche del viernes, dando función a la puesta en práctica en el primer día hábil de la semana en los horarios establecidos de funcionamiento ya que -se recuerda- desde el 10 de diciembre pasado las puertas del Palacio permanecen abiertas para todos los ciudadanos dando así una muestra clara de la premisa de gobierno del doctor Arroyo”.