Gastronomía

La producción mundial de vino cae en 2017 a su nivel más bajo en décadas

Una de las razones son las adversas condiciones meteorológicas en Europa. En Argentina, en cambio, hubo un incremento del 25 % hasta 11,8 millones de hectolitros.

La producción mundial de vino este año disminuyó un 8,2 %, hasta los 246,7 millones de hectolitros, el nivel más bajo en las últimas décadas como consecuencia de las adversas condiciones meteorológicas en Europa, y en particular en los tres grandes países, Italia, Francia y España.

Estas son las principales estimaciones del estudio de coyuntura presentado por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), que se quedan muy lejos de los picos de 297,7 millones de hectolitros en 2004 y de los 290,1 millones en 2013.

Por lo que respecta al consumo, y en espera de cifras definitivas, la OIV avanzó que en 2017 se situará entre los 240,5 y los 245,8 millones de hectolitros.

En el Viejo Continente, diversos fenómenos extremos como heladas y sequías afectaron a los tres grandes productores, y en primer lugar a Italia, que en 2017 vieron reducidos sus volúmenes en un 23 % respecto al ejercicio precedente hasta 39,3 millones de hectolitros (en 2013 había llegado a 54 millones).

Francia mantiene su segunda posición mundial con 36,7 millones de hectolitros, pese a descender un 19 %, y España vuelve a repetir en la tercera también con un descalabro, en su caso del 15 %, hasta 33,5 millones, bien por debajo de los 45,3 millones de 2013.

La meteorología adversa también tuvo un impacto negativo en otros países europeos como Alemania (del 10 % a 8,1 millones de hectolitros), Grecia (un 10 % a 2,5 millones) y Bulgaria (un 2 % a 1,1 millones).

Por el contrario, en el Viejo Continente hubo incrementos en Portugal (10 % hasta 6,6 millones de hectolitros), Rumania (64 % hasta 5,3 millones), Hungría (3 % hasta 2,9 millones) y Austria (23 % hasta 2,4 millones).

En América, Estados Unidos (cuarto productor mundial), pese a una caída del 1 %, se mantiene en un nivel elevado en términos comparativos con 23,3 millones de hectolitros.

La OIV puntualizó que sobre estos datos hay “incertidumbre” ya que las estimaciones del departamento de Agricultura de Estados Unidos son de agosto de 2017, es decir, antes de que se pudieran integrar las consecuencias de los incendios que han afectado a amplias zonas vinícolas de California este mismo mes.

En Sudamérica, destacó el incremento del 25 % de Argentina hasta 11,8 millones de hectolitros, que se explica en parte por las mala cosecha del año anterior (cuando no se llegó al umbral de los 10 millones de hectolitros), que contrastaba con los más de 15 millones logrados en 2013 o 2014.

En esa misma región, Chile sufrió un recorte del 6 % a 9,5 millones de hectolitros, mientras la producción de Brasil se disparó un 169 % hasta 3,4 millones tras el desastroso ejercicio de 2016 de los 1,3 millones.

También en el hemisferio sur, en Australia el volumen subió un 6 % hasta 13,9 millones de hectolitros (tercera progresión consecutiva) y en Sudáfrica un 2 % hasta 10,8 millones, mientras que en Nueva Zelanda se produjo una baja del 9 % hasta 2,9 millones, pero desde un nivel récord el año anterior.

Por lo que respecta al consumo, y en espera de cifras definitivas, la OIV avanzó que en 2017 se situará entre los 240,5 y los 245,8 millones de hectolitros, una horquilla que muestra una estabilidad respecto a los 242 millones del ejercicio precedente.

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