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La Ciudad 28 de marzo de 2016

“La sociedad da muestras de rencores y enemistades”

En la homilía de la misa del Domingo de Pascua, el obispo diocesano instó a los cristianos a "vivir como resucitados" y pidió "no vivir el retroceso de los sentidos por el avance de la tecnología".

Con la celebración de la misa pascual, ayer culminaron las celebraciones de Semana Santa, considerada “la fiesta por excelencia” de la grey cristiana.
El obispo diocesano Antonio Marino encabezó la misa en la parroquia Cristo Resucitado -en coincidencia con las fiestas patronales de esa iglesia- y también bautizó a la pequeña Chiara.
En la oportunidad, el religioso llamó a “vivir como resucitados” a toda la comunidad cristiana, lo que implica “haber hecho la experiencia de la misericordia divina y decidirnos a ser sus representantes en el mundo”.
En ese sentido consideró que “en nuestra vida social abunda la tecnología, pero escasea el amor. Vivimos en la era de las comunicaciones, pero estamos encerrados en nuestro egoísmo”.
“Proliferan los medios que dan poder -añadió-, pero se diluyen los fines que dan sentido. No sólo pecamos con obras, sino con omisiones e indiferencia. En el trato ciudadano abunda la crispación y el mal humor y nuestra sociedad da muestras, recientes y pasadas, de rencores profundos y enemistades”.
Asimismo, explicó que “si queremos que este esplendor de la Pascua no quede como algo exterior y sin arraigo en el corazón, debemos grabarnos su significado profundo” y advirtió que “sólo el Espíritu de Jesús resucitado puede iluminarnos interiormente y vencer la pesadez de nuestra incredulidad”.
Previamente, el monseñor Marino había detallado que durante la Pascua se “evocan los acontecimientos y símbolos más significativos de la historia de la salvación, cuyo sentido último resplandece en la resurrección del Señor”.
“Estamos en la fiesta por excelencia -especificó-, de la que toman su sentido el resto de las fiestas. Porque en ella se revela la Trinidad Santísima, el Hijo de Dios lleva a cumplimiento la salvación del hombre, y en Cristo resucitado la humanidad entera y todo el universo encuentran su meta y se elevan a la plenitud de su obra suprema y conjunta de la Trinidad es la que celebramos”.
Luego de relatar el misterio de la resurrección, el obispo les deseó felices pascuas a toda la comunidad y procedió a bautizar a la pequeña Chiara, frente a la comunidad de la parroquia de Cristo Resucitado y del párroco David.