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Deportes 11 de julio de 2016

La victoria de la emoción y las lágrimas

Argentinos del Sud tuvo una semana dura tras el fallecimiento de Carlos Soria. Por eso la alegría tras los goles de Leandro Tornaroli y Tomás Molinatti para vencer 2-0 a Independiente.

Por Leonardo Rodríguez

Siempre se habló del sentido de pertenencia que se generó en estos últimos años en Argentinos del Sud. Es una familia. Así lo sienten los jugadores, el cuerpo técnico, los dirigentes y los hinchas.
Las pálidas los golpearon en los últimos años. Por caso, la enfermedad del pibe Santiago Garayoa, asumida por todos como propia. Y a comienzos de esta semana golpeó duro el imprevisto fallecimiento de Carlos Soria, el “alma mater” de su fútbol menor.
Por eso había una sola forma de pasar un poco mejor el domingo: ganar. Porque así lo sintieron todos, como forma de agradecimiento y dedicatoria. Y ese espíritu de lucha ante la adversidad llevó a Argentinos del Sud a conseguir una emotiva y festejada victoria sobre el hasta ayer invicto Independiente por 2 a 0.
La empezó a gestar desde el comienzo. Ese estímulo sentimental fue decisivo y a los 3′ Leandro Tornaroli fue más veloz que toda la defensa local para aprovechar una habilitación de Tomas Molinatti y rematar fuerte y cruzado ante la salida de Abete.
Desde ese momento con mucha inteligencia y orden Argentinos del Sud manejó el partido. Bruno Catalani controló los ritmos, Molinatti fue un problema sin solución para la defensa de Independiente y tanto Carra como la última línea no cometieron errores.
El local no tuvo ingenio, Nicolás Alba estuvo ausente y ni Martínez ni Molfese pudieron acompañar al solitario Casas.
Como si fuera poco perdió por lesión a uno de sus referentes como Santiago Abete y todo se le hizo muy cuesta arriba.
En el complemento no cambió mucho el contexto del partido. Si bien era más parejo, Independiente siguió con sus problemas de juego. Y a los 21′ la historia quedó sentenciada. Darío Indolfi derribó a Catalani en el área. Penal, expulsión del defensor y gol de Molinatti.
De allí y hasta el final no pasó mucho. Se fue expulsado Pasquali y, con dos jugadores más, Argentinos del Sud levantó el pie del acelerador. Para terminar festejando, con llanto y emoción, la victoria más deseada y dejar más claro que nunca que, más allá de resultados y partidos, este club es una familia.



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