En medio de la profunda crisis que afecta a la comuna local, el ministro de Economía de la Provincia de Buenos Aires, Hernán Lacunza, tiene previsto recibir en la tarde de este jueves a varios funcionarios municipales.

A pesar su significativa importancia la reunión no contará con la participación del intendente Carlos Arroyo.

Los funcionarios que viajaron a La Plata fueron el secretario de Economía, Gustavo Schroeder; el de Modernización, Agustín Cinto y el de Relaciones Institucionales (yerno del jefe comunal), Mauricio Loria.

Ante la ausencia de Arroyo, no está claro en qué medida podría avanzarse en cuestiones que excedan a lo técnico. En especial en un momento en el cual el municipio requiere de ayuda para afrontar el pago de diversos compromisos, entre los cuales el más relevante, es el de abonar los sueldos de los trabajadores.

Esta semana la gestión de Arroyo logró pagar solamente 10 mil pesos por agente y está a la espera de recibir un Adelanto del Tesoro Nacional por una suma de 50 millones de pesos para cancelar la deuda.

Mientras tanto los municipales están de paro luego de haber realizado este miércoles una nutrida movilización frente al Palacio Municipal. Allí el secretario general del STM, Antonio Gilardi le reprochó al intendente “falta de liderazgo y de gestión”.

Los problemas económicos y financieros de la comuna no sólo tienen su origen en la deuda proveniente de ejercicios anteriores.

En el Ministerio de Economía de la Provincia evalúan que muchos inconvenientes son fruto de numerosos desaciertos cometidos durante este mismo año en materia de administración.

“El problema es que Mar del Plata tiene un presupuesto desfinanciado porque aplicaron una muy mala política de gastos y de recursos que costará mucho revertir”, explicaron en la Provincia.

Esta semana el intendente se reunió con la gobernadora María Eugenia Vidal en Capital Federal. Al margen de la versión oficial, todo parece indicar que Vidal habría planteado su inquietud por el acelerado deterioro de las cuentas del municipio.

El agravamiento del panorama aparece además como un condicionante para que la que parece ser la principal idea con la que el intendente pretende corregir los desaciertos.

Su objetivo es el de pedir un préstamo de 500 millones de pesos.

Tanto desde la Provincia como desde la Nación exigieron que antes de hablar de endeudamiento, el gobierno aplique mejoras consistentes en su política económica.

En este punto, las alternativas pasan por reducir gastos de manera significativa y por aumentar los ingresos, para lo cual no se descarta que haya un nuevo aumento de tasas.

Esta semana el intendente planteó su intención de impulsar además el sistema de fotomultas y la derogación del código de publicidad con fines recaudatorios.

Sin embargo, al observar cuál podría ser el impacto de ambas medidas, desde Economía concluyeron en que ninguna aportaría, ni de cerca, la magnitud de los recursos que el gobierno necesita para recomponer sus arcas.