Cultura

“Lanchitas Amarillas” sale al rescate de las publicaciones literarias en papel

Con la idea de reflotar el amor por la lectura en papel, la revista busca dar a conocer la obra de autores y autoras de Mar del Plata y la zona. La dirige Juan Miguel Idiazábal.

 

 

“¿Y por qué no?”, se preguntó el escritor Juan Miguel Idiazábal. Antes había jugueteado con la idea de volver al papel y editar una revista que diera a conocer la vasta actividad literaria de Mar del Plata. La ocurrencia le pareció justa y posible, en un contexto en el que emerge “un mercado saturado de publicaciones digitales, en especial desde la pandemia, y poco trabajo en papel”, indicó el docente y poeta en una entrevista con LA CAPITAL.

Con esa idea algo nostálgica, Idiazábal -también un lector que ama leer en papel- gestó “Lanchitas amarillas”, una revista literaria mensual, de la que ya salió el primer número y cuyo lanzamiento se realizó recientemente en un quiosco de diarios pegado a una playa céntrica.

Autor de varios poemarios, de libros de relatos, editor y gestor del ciclo poético-artístico “La prosa mutante”, Idiázabal reconoció que la revista en papel es una opción válida al momento de sostener la difusión y dar a conocer a autores, autoras, obras, editoriales y eventos.

 


El número de junio.


“Me encanta lo virtual, nos permite participar a todes, y sin embargo luego se pierde. Ya sea porque hay mucho. Ya sea porque nos olvidamos, ya sea porque desaparece la publicación o la página y se pierde ese pedacito de espacio que nos habían abierto y con el cual participamos. El papel, que yo no creo vaya a desaparecer prontamente, nos permite recuperar espacios, (re)encontrarnos un poco más”, dijo.

Y se mostró amigable con la lectura en papel y los soportes físicos. “Personalmente me encanta leer en papel, así que me pareció una gran idea para ocupar ese espacio que se ha perdido en Mar del Plata y la región por, ya sea, pasar a la virtualidad para ahorrar costos o porque publicaciones como La Avispa o La Pecera han desaparecido”, indicó, en relación a exitosas publicaciones en papel que fueron muy consultadas en esta ciudad.

“Lanchitas Amarillas es un diario de literatura mensual que intentará abarcar el ambiente de Generl Pueyrredon y Alvarado, Balcarce y Mar Chiquita”, informó. Tendrá dieciséis páginas con tapa, contratapa, fotos e ilustraciones, más información sobre postas, cuentistas, relatores, entrevista a escritor o escritora; reseñas sobre libros, agrupaciones, sociedades, ciclos o festivales y una semblanza sobre una editorial.

“No importa si son nacidos en esta zona de mar y sierras o si emigraron, lo importante es que les podamos conocer. Conectar al público y les artistas de estos partidos que comparten tanto, aunque a veces no se den cuenta”, opinó.

El primer número de mayo contó con fotografías de Mariana Garrido, quien además realizó la primera reseña del libro Los cangrejos creen que van al mar (Edición de autor, 2021) de Marisel Calvo. Aparece una entrevista a Fabián O. Iriarte, quien, además, compartió algunos poemas para que lo puedan conocer un poco más. Para este número inaugural, Maga Almendra compartió sus poesías y Nora Albalat del Bueno unos relatos. Hay una reseña sobre el ciclo La Prosa Mutante e información sobre la editorial Letra Sudaca.

La revista se podrá comprar en las ferias de FLIAs, en los quioscos de Chacabuco y la costa y Colón y San Juan y próximamente en librerías. También estará en la Feria Invierno que se realizará el 18 y 19 de junio en el Teatro Auditorium.

-Desde hace rato venís conectándote con el movimiento poético-literario de MDP ¿cómo lo ves?

-El movimiento está vivo y crece. Aunque por momentos las partes del todo no se conectan entre sí, es un movimiento que no para de crecer y ramificarse. Todavía, a mi entender, falta un poco más de unión, de tirar todes para el mismo lado, pero de a poco vamos conectando. Y eso que lo más difícil es la lucha de egos y el querer tener el reflector, cosa que suele pasar cuando juntamos a un montón de artistas en un lugar, sin importar la rama del arte de la que hablemos. De a poco avanza, nuevamente, con dificultades. Tal vez, uno de los mayores problemas resida en que desde Cultura de General Pueyrredon no puede haber un apoyo más allá de declaraciones de interés o algún que otro apoyo ya que el presupuesto casi en su totalidad va para sueldos. Sino cómo se explica el estado de las bibliotecas públicas, no solo de la biblioteca Marechal lee el pueyrredorino (si no existe este gentilicio, ya es hora de dejar de decir marplatense para referirnos a todos los habitantes de General Pueyrredon, aquí mí sugerencia). Le recuerdo a les políticos que las bibliotecas no son simples lugares donde se guardan libros para ser hojeados en horario escolar, el mundo demuestra otra cosa. Son espacios de encuentro con la literatura y las artes que suelen recibir al visitante hasta entrada la noche. Qué decir de la mal llamada Feria del Libro de Mar del Plata, que es una feria de librerías encubierta.  Aplaudo la iniciativa de la Feria Invierno de editoriales que demuestra que con un poco de ganas e imaginación se puede hacer una verdadera feria del libro invitando a editoriales de todo el país o a la Feria del Libro Independiente y Autogestiva. Si algo le puedo pedir a les lectores es que se acerquen a las decenas de eventos literarios y multidisciplinarios que durante todo el año hay en General Pueyrredon.

-En uno de tus últimos libros, hacés poesía con humor sobre la pandemia, ¿cómo aparecieron esos textos?

-El humor, que es raro en mí poesía, surge para suavizar el golpe de las críticas del manejo de la pandemia que hicieron todos los agentes de C.A.O.S. que nos intentan controlar, gobierno y medios por igual. Mientras escribía escuchaba todos los días las cifras de contagios, muertos y demases y por otro lado sonaba la voz de Alf con su “No hay problema, Willy” en un desdecirse constante, y, sin embargo, no podíamos hacer nada más que estar en casa encerraditos. Entonces, que más podía hacer que intentar tomármelo con humor a la hora de escribir. Ya bastante tenía yo y la gente que podía llegar a hacerse con uno de mis libros como para que fuera directo o violento con elles. El reclamo como siempre está, pero tamizado. Vuelvo a la comparación del principio de esta respuesta, para agentes de C.A.O.S. ya teníamos a muchas personas operando desde todos los frentes, así que quise darle un toque de humor a lo Maxwell Smart, aunque no le llegue a los talones, a mis textos en ese tiempo.

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