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La Ciudad 3 de junio de 2019

Las despensas registran una dispersión de precios mayor que los supermercados

Un estudio realizado por el Observatorio de la Ciudad de la Universidad FASTA abordó el fenómeno económico a nivel local analizando los valores de veinticinco productos alimenticios consumidos con mayor frecuencia por la población.

De acuerdo con los resultados del último estudio realizado por el Observatorio de la Ciudad de la Universidad FASTA, sobre los precios de veinticinco productos alimenticios consumidos con mayor frecuencia por la población, en Mar del Plata se registra un alto nivel de dispersión, aunque la situación se acentúa más en la despensas que en los supermercados.

“La dispersión permite analizar un fenómeno relevante y que muchos especialistas asocian con los procesos de elevada y persistente inflación como el que afecta a la economía argentina”, señaló el coordinador del Observatorio, Gabriel Coronello Aldao. Según recordó, para el mes de abril, durante el cual se llevó a cabo el estudio, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) dio a conocer un índice de inflación del 3,4%, generando así que se acumulara un 15,6% en el transcurso de 2019 y un 55,8% interanual.

En el estudio local se confirma que las despensas exhiben una mayor disparidad de precios que los supermercados, es decir venden simultáneamente un mismo producto a distinto precio. Además, destacan que este fenómeno, si bien afecta a toda la ciudad, es más acentuado en algunos barrios del área central de Mar del Plata.

El estudio

Los precios de los veinticinco artículos fueron relevados en un total de veintiocho comercios distribuidos en siete zonas. Una de las conclusiones más relevantes a las que arribaron los investigadores indica que en el actual contexto de “elevada y persistente inflación” los precios de bienes idénticos continúan exhibiendo “un alto grado de disparidad, tanto en términos absolutos como relativos”.

En ese sentido, se estableció que los productos con mayores niveles de dispersión fueron el cacao, el yogurt de vainilla y la polenta. Al considerar los valores absolutos de estos artículos, para el cacao se estableció un precio mínimo de $38,00, un precio promedio de $49,95 y un precio máximo de $69,00. Para el yogurt se registró un precio mínimo de $30,00, un precio promedio de $36,78 y un precio máximo de $47,00. Finalmente, para la polenta se determinó un precio mínimo de $36,00, un precio promedio de $51,62 y un precio máximo de $68,49.

Por otra parte, los productos que registraron una menor dispersión relativa fueron la yerba mate x 500 gr, la leche fluida entera x 1 l y la manteca x 200 gr, con grados del 6,07%, 5,56% y 3,97%, respectivamente.

Al distinguir el comportamiento de los precios de acuerdo al tipo de comercio se estableció que, en esta oportunidad, la mayor dispersión se registró en las despensas y no tanto en los supermercados. La comparación relativa entre los distintos tipos de comercios, las primeras registran un coeficiente de variación promedio del 10,47%. En tanto que en los supermercados este indicador arroja un 8,69%.

En las despensas, la mayor dispersión fue detectada en los precios del café molido, el aceite de girasol y el arroz. En tanto que en los supermercados, la mayor dispersión se observó en el queso cremoso, las salchichas y el dulce de leche.

Al considerar el comportamiento de los precios en función de la ubicación geográfica de los comercios, se estableció que la zona comprendida por la avenida Juan B. Justo, las calles Italia, Alvarado, Sarmiento y la costa fue la que presentó la mayor dispersión. Dentro de esta zona, se encontró la mayor disparidad de precios en once de los veinticinco artículos relevados.

Los coordinadores del trabajo señalaron que que “al comparar los resultados del presente estudio con los obtenidos por este Observatorio con anterioridad, se advierte que, tal como se comprobó en el pasado, la dispersión de precios es un fenómeno evidente y persistente en la ciudad de Mar del Plata”.

Y agregaron: “No obstante, la comparación no permite determinar la existencia de un patrón que vincule a los mayores grados de dispersión con algún tipo de artículo, alguna clase de comercio (supermercado o despensa) o con alguna zona específica de la ciudad”.



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