Lilah Libros participará con escritores marplatenses de la vigésima edición de la Feria del Libro de Tandil, que se desarrollará entre el 14 y el 17 de agosto. Entre las obras de autores locales que presentará se destacan: “Querer escribir, poder escribir”, de Javier Chiabrando; “Franz Kafka, el profesional de la derrota”, de Fernando Colavita; “Si se me ocurre”, de Carlos Torreiro; “Parte del mar, la historia del rock de Mar del Plata”, de Fernando Blanco; “Acompañar y dejarse acompañar en el duelo”, de Mariano Beluzzi.

Con entrada libre y gratuita, el evento se desarrollará en el Centro Cultural Universitario, ubicado en Yrigoyen 662, y es organizado por el Municipio de Tandil, la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, las librerías y la Cámara Empresaria.

Este año pasarán por la feria las escritoras Liliana Heker y Magalí Etchebarne y además Juan Luis González -autor de El Loco, la biografía no autorizada del presidente Javier Milei- presentará su nuevo libro: “Las Fuerzas del Cielo”.

Lilah es una librería que va de los textos universitarios a rarezas difíciles de conseguir; si bien tiene más de 15 años ahora se encuentra en el Complejo Histórico La Atalaya (Dorrego casi Luro) en lo que fue el primer inquilinato de Mar del Plata. En la esquina funcionaba un almacén de Ramos Generales propiedad del español Manuel Martínez, que en 1928 encargó la construcción del edificio al arquitecto británico Charles Evans Medhurst Thomas.

Martínez fue uno de los impulsores de la construcción del Teatro Municipal Colón y también integró la Sociedad Española de Socorros Mutuos.

Un siglo después, los vecinos junto al Colegio de Arquitectos -que también tiene sus oficinas por la calle Dorrego, frente a la plaza Rocha– buscan poner en valor la construcción y conservarla como Patrimonio Histórico de la ciudad.

Durante los festejos por el 150 aniversario de la fundación de Mar del Plata, Analía Benítez, magíster en Gestión del Patrimonio Urbano Arquitectónico, docente e investigadora de la UNMDP, estuvo a cargo de las visitas guiadas a La Atalaya, edificio que supo ocupar casi toda la manzana, incluido el solar donde hoy está el Club Atlético Quilmes.