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Policiales 29 de mayo de 2019

Líder de una banda narco “vip” lleva más de dos años prófugo

Mientras los miembros de su banda, incluida su novia, afrontarán un juicio en diciembre, Gustavo "Pelado" Arce continúa en un destino desconocido para los investigadores.

Dinero y teléfonos secuestrados en el allanamiento a la banda liderada por Arce.

Hace ya más de dos años, el 3 de febrero de 2017, Gustavo “Pelado” Arce logró escapar del cerrojo que personal de Prefectura Naval había diseñado para atraparlo A bordo de su camioneta Fiat Fiorino chocó uno de los móviles en el mismo momento en que iban a detenerlo por ser el cabecilla de una banda “vip” de narcomenudeo. Desde entonces, su paradero es un misterio. Su figura, un fantasma.

Pasaron 28 meses y los demás integrantes de la organización, incluida su novia y un policía de drogas, fueron procesados, detenidos y en el mes de diciembre llegarán a juicio oral. Tal vez algunos de ellos acepten el juicio abreviado para no arriesgarse a una condena mayor por tráfico de estupefacientes.

La de Arce es una historia singular, porque sin una gran estructura y sin respaldo económico, logró evadir todos los controles y las búsquedas ordenadas desde la Justicia y la propia policía.

Toda su huida comenzó con un detalle: se escapó de quienes asumían el operativo para garantizar que no se escapara.

Las semanas previas al 3 de febrero de 2017 fueron de arduo trabajo para el fiscal Leandro Favaro, su colega Daniela Ledesma y el juez de Garantías, Juan Tapia. Debían no solo reunir prueba contra esa banda que investigaban por vender droga en la zona céntrica y comerciales de la ciudad, sino que además debían cuidarse de las filtraciones.

Al profundizar la pesquisa descubrieron que personal de la división antidroga de la Policía Bonaerense estaba involucrado en asegurarle impunidad a Arce y su gente. También que un funcionario judicial podía estar pasando información. Por eso trabajaron con sigilo, casi en secreto, y le encomendaron a la Prefectura Naval la tarea de los allanamientos.

Debían ser varios, simultáneos y algunos podían derivar en intentos de fuga. Sin la filtración que parecía atravesar a la Policía Bonaerense, la captura de cada uno de los miembros, y principalmente de Arce, estaba casi garantizada. Pero Arce pudo anticiparse por unos segundos y subirse a su camioneta. Cuando los miembros de Prefectura quisieron cerrarle el paso, no pudieron: Arce los embistió y se esfumó. Literalmente.

La organización

Para la Justicia, al menos entre el 19 de agosto de 2016 y el día de los allanamientos Arce lideró a un grupo de personas dedicadas a vender cocaína a pedido en distintos puntos de la ciudad. Sin embargo, se diferencia de otras organizaciones de narcomenudeo en el hecho de que generalmente abastecía a la clase media-alta.

Julián Franco, Cristian Paredes, Claudia Burges, Roberto Pio Ferrari y el policía Ariel Ortiz fueron detenidos como miembros con distintos roles de la banda y desde entonces quedaron con prisión preventiva excepto el primero. Franco, conocido como “El Pibe”, se ofreció como colaborador y fue excarcelado.

La banda operaba por medio de la recepción de llamadas telefónicas o mensajes, en los que se pactaba el encuentro entre vendedor y consumidor.

Arce, según la investigación, solo se involucraba con personas de confianza si debía hacer una transacción, pero era el encargado de proveer a los demás miembros.

Paredes, por ejemplo, trabajaba en la morgue del HIGA y vendía drogas, muchas veces, allí, o en las cercanías del nosocomio ubicado sobre la avenida Juan B. Justo.

Ortiz en su carácter de funcionario policial y valiéndose de su cargo de sub oficial dentro de la área de Dirección de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Delitos Complejos “brindaba cobertura policial” a Arce para que la organización funcionara sin fisuras.

Finalmente Alejandro Agnone, por su parte, era un miembro externo ocasional, porque pertenecía como empleado a una cervecería donde se estableció que se llevaban a cabo los encuentros entre Ortiz y Arce donde se “acordaban los términos y condiciones de la protección”.

Todos, menos Arce, afrontarán a la Justicia en el mes de diciembre, fecha fijada para el inicio del juicio oral y público. Sin embargo se cree que algunos ofrecerán un acuerdo. A todos se los imputa del delito de “comercio agravado por ser cometido por tres personas en forma organizadas, valerse de menores de edad para su ejecución y por participación de efectivos policiales”.

Mientras tanto, Arce sigue en un destino que todos desconocen. En todo este tiempo prófugo Arce ni dejó rastros que delataran su ubicación al menos temporaria. Hubo algunos informes sobre su presunto paradero, pero jamás se lo pudo localizar.