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La Ciudad 28 de octubre de 2018

La marplatense que no necesita sacar la basura desde enero

Edelmira Altube es profesora de yoga y una de las referentes a nivel local del movimiento internacional "Zero Waste" ("Basura Cero").

Edelmira tiene 30 años y es profesora de yoga en la ciudad.

Edelmira Altube (30) es una profesora de yoga marplatense que en los últimos años ha descubierto en el mundo del consumo responsable no solo el equilibrio que estaba buscando, sino la motivación de compartir su experiencia en este camino con todo aquel que quiera escucharla.

Su deseo fue tal, que comenzó a compartir sus nuevos hábitos de conducta en sus redes sociales (especialmente instagram, @yoga.con.edelmira) y rápidamente su número de seguidores comenzó a subir, aunque asegura que a veces “no se siente tan cómoda con la ansiedad” que en ocasiones genera la exposición.

Desde que LA CAPITAL la entrevistó en febrero, su camino no ha parado de tomar nuevos rumbos, pero siempre detrás del mismo objetivo. Fue elegida para participar como “agente de cambio” en la Academia Circular, una entidad de Chile que promueve los hábitos saludables y un estilo de vida sana y amigable con el ambiente, fortaleció la red de contactos con otras referentes del movimiento “Zero Waste” (“Basura Cero”) en América Latina.

“Intento liberarme del resultado para no generar ansiedad”, señaló Edelmira sobre las expectativas que mantiene en la previa al evento. “Sólo aspiro a que la gente sienta empatía con lo que hago y que descubran que podemos y tenemos que evaluarnos como ciudadanos y consumidores y que es posible trabajar juntos por la ciudad, el país y el mundo que queremos, porque es algo que es urgente y no podemos seguir demorando”, agregó.

Lo cierto es que en la charla en TEDx, la joven marplatense compartirá sus experiencias en el campo del “consumo responsable” y cómo fue el proceso que le permite decir que “no saca la basura desde enero de 2018”.

“Empezar a tener un consumo más responsable fue una decisión que tomé de un momento para el otro. Tuve como un ‘click’ al tomar dimensión de la cantidad de basura que estaba generando y a partir de ahí no hubo retorno. Una vez que uno ve eso, no hay manera de no empezar a hacer algo para revertirlo”, aseguró.

Sin embargo, el directamente no tener que retirar bolsas de residuos de su casa sí, reconoce, fue un proceso.
“Me llevó un año y medio. Fui reduciendo de manera paulatina toda la basura que yo generaba hasta llegar a este enero”, indicó.

Según señaló el “antes y el después” fue haber empezado a compostar, es decir, volcar en una paca digestora todos los restos de materiales orgánicos consumidos, los cuales son sometidos a un proceso biológico de fermentación (anaeróbico), que diferencia la Paca Digestora Silva del compostaje habitual.

“Cuando empecé me propuse ver hasta donde podría llegar en un año. Y aquí estoy, desde enero sin sacar una bolsa”, indicó, orgullosa.

Consumir de manera responsable

Para Edelmira, el consumo responsable es una conducta que puede comenzar a hacerse “desde diferentes lugares”. Sin embargo, aconseja empezar “identificando qué es lo que consume cada uno guardando la basura generada y a partir de ahí ir viendo qué se puede reducir”.

“Esto -indicó- nos permitiría ver si, por ejemplo, en dos semanas acumulé muchas etiqueta de ropa es porque estoy consumiendo indumentaria de más. O mismo si encuentro muchos envoltorios de alfajores. Conocer nuestra basura nos permitirá conocernos a nosotros, también”.

En este sentido, señaló que todas las compras deberían ser planeadas con anterioridad, y no de manera espontánea.

En cuanto a su caso, contó que todo comenzó cuando se disponía a disfrutar de una jornada de playa con su pareja y notó con tristeza la suciedad presente en la arena y el mar. Como en una escena ficcionada, su reclamo se vio interrumpido por un par de niñas menores de edad que se encontraban limpiando por voluntad propia el lugar. “Eso me marcó”, aseguró, y comenzó a replicar la misma conducta.

Acto seguido, y una vez dimensionado el nivel de basura que generan los seres humanos, además de organizar limpiezas de playas colectivas, comenzó a eliminar los plásticos -bolsas, botellas, cubiertos- hasta compostar sus restos orgánicos. Su alimentación también cambió y se encuentra incursionando en una dieta vegana, es decir, sin consumo de productos que hayan implicado algún tipo de maltrato animal.

En fin, su charla lleva una descripción que parece ajustarse perfecto a ella: “curiosa incansable y amante de la naturaleza”.