Un joven acordó con la Justicia una pena de 6 años y 3 meses de prisión por intentar asesinar en julio de 2016 a un hombre que menos de una semana más tarde habría de ser condenado por matar de un golpe a Ricardo “Tito” Arriagada (64).

El juez Facundo Gómez Urso aplicó la pena a Brian Ordoñez (22) por considerarlo autor plenamente responsable de los delitos de homicidio agravado por uso de arma de fuego en grado de tentativa y portación ilegítima de arma de fuego de uso civil, en tanto también condenó a quien lo acompañaba, Franco Cardinalli (21).

La víctima resultó ser Martín Mansilla (36), quien aseguró que la intención era matarlo en venganza por la muerte de Arriagada, aunque esto jamás se pudo probar.

Los hechos ocurrieron el 6 de julio de 2016 cuando Mansilla, al que le restaban solo 6 días para afrontar a sentencia por la muerte de “Tito” Arriagada. Cerca de las 20.35 Ordoñez y Cardinalli circulaban en una mototocicleta robada en la noche anterior y al llegar a Sagastizábal y Luzuriaga interceptaron a Mansilla. Ordoñez descendió del rodado, le apuntó el arma en la cabeza a Mansilla y le gatilló dos veces. Las balas no salieron, por lo que el Ordoñez y Cardinalli escaparon.

Poco después, cuando los perseguía la policía, perdieron el control, cayeron y fueron detenidos.  En poder de ambos se secuestró un revólver calibre 22 largo y la motocicleta.

Pese a que Mansilla aseguró que Ordoñez lo había querido matar para vengarse de la muerte de Arriagada, esta versión solo se quedó en sus dichos. Sí es cierto que no fue un robo, porque antes de escapar del lugar, Ordoñez pudo haber tomado el teléfono de Mansilla que había caído al piso. Y eso no sucedió.

En un juicio abreviado resuelto en las últimas horas por Gómez Urso, Ordoñez y Cardinalli fueron condenados a prisión.

Aquel absurdo crimen

El 22 de agosto de 2014, Ricardo “Tito” Arriagada (64) salió de su casa en Santa Clara camino a Mar del Plata para comprar unos fierros que necesitaba para uno de sus trabajos de herrero. Eran pasadas las 15, iba en su rastrojero por la avenida Tejedor y, al llegar a Beltrán, no vio a un perro labrador que se le cruzó y lo chocó accidentalmente.

Arriagada detuvo el vehículo para ver cómo estaba el animal. Detrás de él, un auto frenó y se bajó un hombre. “Perdoná, no lo vi”, dijo Arriagada, pero el otro sujeto no aceptó las disculpas y le pegó una trompada de knock out al herrero en la nuca, quien cayó derrumbado al suelo y dio su cabeza contra un cantero.

Ricardo “Tito” Arriagada murió a los 64 años, tras recibir un golpe en vía pública.

La persona que le pegó a Arriagada fue Martín Mansilla, un joven que practicaba artes marciales mixtas y en ese momento tenía 32 años.

Arriagada fue llevado al Hospital Interzonal, donde, según fuentes judiciales la atención que recibió “no fue en el tiempo deseable y recomendable” y el 29 de agosto, luego de agonizar por una semana, murió a causa de las heridas que había sufrido.

El fiscal Alejandro Pellegrinelli había imputado a Mansilla por “homicidio simple” y solicitado en el juicio una condena por 11 años de prisión.

Sin embargo, en la audiencia llevada a cabo el 12 de julio de 2016, el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 condenó a Mansilla a cuatro años y medio de prisión bajo la calificación de “homicidio preterintencional”, por considerar que “el imputado no tuvo intención de causar la muerte”.