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Arte y Espectáculos 2 de octubre de 2022

“Lo importante no es lo que nos pasa sino lo que decidimos hacer con ello”

La escritora marplatense Laura G. Miranda habló sobre "Tierra en los bolsillos", su última novela donde aborda el duelo como tema principal y el amor en todas sus formas.

"Pretendo mostrar la evolución y el aprendizaje como parte de capitalizar la experiencia", destaca Laura G. Miranda al referirse a su última novela.

La novelista, abogada y docente Laura G. Miranda invita a los lectores “a mirar la vida de frente y amarla tal como es en “Tierra en los bolsillos”, una historia coral que transcurre en la segunda mitad de 2019 en escenarios de Ushuaia, Roma y Buenos Aires.

Diversos personajes tienen que enfrentar un momento difícil, una pérdida significativa con la que tienen que lidiar. Encuentros, despedidas, movimiento y quietud…

Los protagonistas de “Tierra en los bolsillos” viven su vida como lo hacemos todos: descubriendo la felicidad en las pequeñas cosas, pero también lidiando con pérdidas y duelos personales.

Natalia, Lorena, Benito, Cayetano, Orazia y otros muestran en este libro el amor en todas sus formas. Además, en la novela aparece un personaje sin nombre que llora a un amor perdido cuya relación con una de las historias de la trama, se revelará sobre el final.

Antes de su presentación en la 17ª edición de la Feria del Libro Mar del Plata – Puerto de Lectura, este sábado 1 de octubre, la autora charló con LA CAPITAL sobre las temáticas que desarrolla y aseguró que uno de los mensajes es: “Lo importante no es lo que nos pasa sino lo que decidimos hacer con ello”.

– Una nueva feria del libro y ahí estás, presente nuevamente, con una nueva obra. ¿Cómo te preparás? ¿Cómo sentís esta posibilidad?

– El hecho de estar convocada en cualquier Feria del Libro supone en sí mismo un motivo de reconocimiento y alegría que siempre agradezco, pero en el caso de Mar del Plata, es diferente para mí y todo lo que siento se potencia. Es mi lugar, nací y vivo aquí desde entonces, es mi gente, mi origen y me resulta muy emotivo cada vez, otra vez. Me preparo para una verdadera fiesta, porque eso significa en este momento.

– “Tierra en los bolsillos” es, una vez más, una historia coral. ¿Es ya un sello Laura G. Miranda? ¿Qué es lo que más te motiva a cruzar historias de distintos lugares, edades, ideas?

– Sí, ya es parte de mi estilo la multiplicidad de personajes y los giros en la historia que los relacionan de forma inesperada. Es un gran desafío manejar entre 18 y 20 historias de vida, en simultáneo, siendo clara y precisa, y pudiendo sorprender al lector. Elijo cruzar lugares, ideas, edades y todo lo que se me ocurre porque estoy convencida de que la vida es eso, destinos en constante movimiento que cambian según las decisiones que se tomen y se vinculan directamente con factores del afuera que no podemos conocer y mucho menos controlar.

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– En este caso abordás el duelo como tema principal ¿Qué te llevó a tratar este tema que remite no sólo a la muerte, sino a las pérdidas en general?

– Creo que todo el tiempo vivimos perdiendo cosas que dejan de ser de una manera para no volver a ser así, y que eso impone un proceso personal que termine integrando los hechos a la nueva realidad para poder continuar. Me refiero a que se duela la juventud, los vínculos que terminan, el vacío que queda cuando los hijos crecen, una mudanza, por supuesto, también la muerte, y si lo pensamos, hasta lo que no pasa es motivo de pérdida porque, generalmente, se han puesto allí muchas expectativas y luego, hay que continuar aceptando que eso no sucedió y tampoco lo hará. Entonces me atreví a proponer etapas alternativas a las tradicionales establecidas por Elisabeth Kübler Ross, que datan del año 1969 porque siento que ahora se vive diferente que entonces. “Tierra en las bolsillos” plantea las etapas que han funcionado para mí.

– ¿Son, también, historias de segundas oportunidades? ¿Aprendizaje? ¿Resiliencia?

– Sí. Son la vida misma. Pretendo mostrar la evolución y el aprendizaje como parte de capitalizar la experiencia. Lo importante no es lo que nos pasa sino lo que decidimos hacer con ello. Estoy convencida de que la vida hace lo que quiere, y aprendí que para lograr un equilibrio entre lo bueno y lo malo, hay que actuar en favor de avanzar. Podemos con todo, pero no con todo a la vez. Esta novela propone fortalecer el amor propio como punto de partida y abordar las situaciones un día a la vez.

– ¿Qué podés compartir de la simbología de la frase “tierra en los bolsillos”?

– El título sin saberlo lo dijo mi papá, quien al enterarse sobre el tema que yo iba a escribir me contó un experiencia suya. Siendo un niño tuvo que dejar su casa con parque y una higuera para mudarse a un departamento. Entonces, volvía cada día a jugar allí y antes de irse llenaba de tierra sus bolsillos para sentir que la casa se quedaba en parte con él. Tenía 6 años y a los 85 cuando me lo contó me dijo: “Mudarse es también un duelo y yo superé así el mío. Pensé que podía interesarte”. Mi abuela esperaba a que se duerma y después lavaba su pantalón para que él pudiera volver al otro día por más tierra. A partir de eso, que me conmovió, pensé muchas cosas y, la simbología en toda la novela plantea que decidimos guardar en los bolsillos ¿momentos? ¿tiempo? ¿una mirada? ¿un recuerdo? ¿qué queremos tener guardado para poder volver? Mi papá aún vuelve a esa casa con la memoria y siente la tierra, pero ya sin dolor.



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