Coreógrafa, directora, vedette, empresaria. Lorena Liggi ha pisado los escenarios junto a grandes referentes de la revista y, desde hace unos años, junto a su pareja Leandro Angelo, produce, dirige y realiza las coreografías de sus espectáculos.

Esta temporada, con su productora Arteando, en asociación con Peton, propuso “La revista está en la Rivadavia” un homenaje al particular movimiento de esa calle durante el verano, con un elenco muy similar al de la propuesta que el año pasado los llevó a ser la Mejor Revista (premio Estrella de Mar): Junto a Liggi, están sobre el escenario Roberto Peña, Paquito Wanchankein (ganadores del Estrella de Mar a la labor cómica), Sapir Shalev, Alejandro Gallego, Estefanía Pais, Rosario Blanco, Esteban Merdeni, Federica Irigaray, Agustina Jáuregui, Camila Pena, Chapi Martínez y Daniel Cofre, con dirección general de Liggi y Angelo, vestuario de Alejandro Gallego, música original de Gustavo Calabrese y Leandro Angelo y coreografía de Maximiliano Ortuño y Lorena Liggi. Continúan hasta este sábado, a las 23, en el Teatro Victoria.

A días de terminar una temporada difícil, Liggi habló con LA CAPITAL de los desafíos del trabajo independiente en la producción y generación de contenidos teatrales y de la “deconstrucción” de la Revista, en la que la mujer tiene un rol preponderante, alejado de la “cosificación”.

– ¿Cómo surgió el tema de este espectáculo? Un homenaje a la calle Rivadavia y una especie de repaso, de historia del género revista.

– Después de una temporada pasada tan buena para nosotros, en que la gente nos respondió y nos llevamos el premio Estrella de Mar a “Mejor Revista”, fue todo un tema resolver qué traer este año. Trabajamos siempre en mejorar, en innovar, en no repetir. Creemos que la calle Rivadavia ha crecido mucho en los últimos años, que si bien tiene y conserva el aditivo de que a los artistas podés encontrarlos y saludarlos en la calle, el nivel artístico se ha elevado muchísimo. Como parte de este fenómeno que se fue dando, creemos que merecía rendirle este homenaje. Y en parte, una forma de devolver lo que tanto nos da esta ciudad. Además con orgullo en lo personal, como marplatense, ciudad donde nací y me formé.

– Has mantenido el elenco muy similar al del año pasado, ¿Fue algo así como mantener la “formación ganadora” que le había dado varios Estrella de Mar?

– En un punto sí, el equipo ganador. Lo que no significa que sea sencillo. Por el contrario, quizá si uno suma alguien nuevo, viene con su impronta y renueva. Fue un gran desafío lograr un show nuevo en su totalidad, con el mismo equipo. Pero se pudo porque son todos muy talentosos, multifacéticos y con mucha química.

– Roberto Peña y Paquito Wanchankein les dieron el Estrella de este año y además con tu dirección Paquito tuvo su propio espectáculo ¿Cómo surgió eso?

– Ya el año pasado con Leandro notamos y destacamos el excelente resultado que lograban juntos. Porque se complementan muy bien, se entienden en el escenario y son muy generosos entre sí. Los dos son súper virtuosos. Planteás lo que querés hacer, se ponen a trabajar, lo logran y aún superan lo pensado. Por eso este año apostamos mucho a que hagan cosas juntos.

Paquito hace mucho tiempo que proyectaba su espectáculo. Es un artista muy completo, con mucho material. Ya veníamos hablándolo desde el año pasado la posibilidad de concretarlo. Este año la familia Peton nos dio la posibilidad abriendo las puertas de su teatro y en conjunto con nuestra productora “MashUp” se puso en marcha y felices con el resultado, habiendo hecho la última función dejando 50 personas afuera.

– ¿Costó traccionar público en una temporada de bolsillos flacos? ¿Cómo es el balance para su producción?

– Somos conscientes del difícil momento por el que atravesamos. Y si bien eso fue notorio en las boleterías, en nuestro caso el saldo fue positivo. Apostamos a un espectáculo de gran calidad pero a precios accesibles al bolsillo de la gente. Eso nos permitió una buena respuesta del público y sumado a un muy buen boca en boca, fue acercando cada vez más público a lo largo de la temporada. Es un gran trabajo de producción y armado, ya que tanto Leandro como yo nos ocupamos de casi todo (escenografía, pantallas, música, coreo, etc) y contamos con un equipo de amigos que se suman a este proyecto, Nico Italiano con la producción ejecutiva, como Ale Gallego en vestuario. Gustavo Calabrese en música, Maxi Ortuño con la coreo. Peton con todo su equipo del teatro Victoria. Se labura en familia, con profesionalismo pero entre amigos.

– ¿Quién o quiénes son tus referentes artísticos?

– No tengo un referente. Todos son referentes. Trato de observar y rescatar siempre el aprendizaje de artistas, de productores, de directores… y a eso ponerle mi condimento, tratando siempre de ser original. Si tengo que nombrar a alguien a quien admire, es a Moria. Ella ha sido muy significativa en mi vida, en muchos momentos. Generosa, sobre todas las cosas. Y tiene una filosofía frente a la vida, frente al trabajo, frente a todo… digna de imitar. Aunque creo, imposible de igualar.

– ¿Cómo se plantea armar un espectáculo de revista en tiempos de replanteo del rol de la mujer, la cosificación, el feminismo? ¿Se puede hablar de una deconstrucción de la revista?

– Totalmente. Desde hace unos años en que nosotros empezamos a tomar riendas en la dirección de Revistas, venimos apostando a otro tipo de show. Conservando puntos básicos del género pero aggiornando otros. Apuntando al humor más universal, con el fin de divertir a todo público sin hacer referencia a ningún preconcepto o programas de la tarde. Y sobre todo sin la utilización de la mujer. Dejándola en el lugar que está y merece. Y lejos de la cosificación, por el contrario, haciéndola parte fundamental en el desarrollo del espectáculo.

– ¿Cómo mujer, vedette, empresaria, directora artística, madre, te sentís una mujer empoderada, feminista?

– Me siento una gran mujer, con muchas ideas y ganas de “hacer”. Feminista porque defiendo mis derechos y el de todas, pero no me identifico con el movimiento. Creo que por momentos se busca tratar al hombre como no queremos que nos traten a nosotras. No creo en la superioridad de género, creo en la igualdad del hombre con la mujer. En la compensación y en la necesidad de cada uno en su rol.

Yo, en particular, me dedico a todo lo que me hace feliz y hago con amor y dedicación. Creo que por eso siempre me consideraré una mujer exitosa.