La Liga tenía varias opciones para quedarse con una propiedad. Subían ofertas, no ofertaban, blindaban el salón para que nadie entrara, obligaban a un posible comprador a pagar una comisión o directamente “apretaban” a los más audaces, los que se atrevían a ofertar.

En dos videos a los que tuvo acceso LA CAPITAL –con una calidad de audio no ideal- se puede ver cómo intimidaban a los postores y en ambos casos quien tiene un rol activo es el ex entrenador de Alvarado y otros clubes locales, Marcelo Philipp.

Primer Video

El 17 de junio de 2014 se realizó la subasta en horas del mediodía de un departamento ubicado en Colón esquina Güemes.

Como de costumbre, toda La Liga estaba presente y comenzó con una base de venta de 43.612 pesos. La subasta la ganó Oscar Larluz, que compró a comisión de otra persona, aunque esto no quedó registrado en el acta.

Cuando se analiza el video se puede observar gravísimas irregularidades con gritos, conductas intimidatorias y amenazas, para impedir que una postora (en este caso una abogada) o pudiera pujar ni tener posibilidades de comprar la propiedad.

Al iniciarse el remate la primera oferta la realiza el abogado José Luis Gallo y posteriormente se produce una discusión. El video publicado muestra lo que sucede a continuación: el ex entrenador de Alvarado, Marcelo Philipp -hoy uno de los imputados- ofrece 161 mil pesos, otro hoy imputado, Horacio Panizzo la eleva a 170 mil y entonces comienza el show de Oscar Larluz.

Larluz grita sucesivamente 333.333, 355.555, 366.666, 377.777. La abogada y productora inmobiliaria (en el centro de la pantalla con tapado natural), sentada junto a su marido en la tercera fila, levanta la mano y oferta, “380” pero Oscarl Larluz grita “408.808”. Luego la mujer eleva a “420” y Larluz, a los gritos, dice “433.333 y 444.444 y 455.555…”.

Hay un desborde en la sala y la mujer intenta hacer nuevas ofertas pero la empieza a abordar algunos concurrentes coordinados con La Liga. Otro hombre se le pone delante a la abogada para que la Martillera no pueda verla.

Larluz, a los gritos, dice  “480mil… 500mil”. Ante esto el policía habitual se para al frente del salón pero el desborde continúa.

La martillera le dice a la mujer “señora, tengo 500.000 pesos con el señor” y Marcelo Philipp intenta confundir diciendo “¿más las expensas?”, logrando generar una nueva discusión en el Salón.

 A esta altura y evidentemente vencida por la presión, la mujer termina desistiendo de la puja.

Segundo video

En el otro video se observa, el 12 de junio de 2015, a dos hermanos “apretados” por La Liga cuando quieren participar de la subasta de un departamento de Lamadrid al 2400. Posteriormente se supo que La Liga lo interceptó antes de ingresar y le ofreció comprar el departamento a cambio de una comisión, a lo que uno de los hermanos dijo que no, que compraba solo.

En el video se advierte cómo empieza la puja de ofertas tras una base de 30.412 pesos y un precio final de 256 mil.  Nada raro, sin embargo, al tomarse vista del video, una vez más queda claro que  el acto estuvo plagado de irregularidades. Nuevamente Philipp (esta vez junto a un hombre corpulento ya fallecido) , “apretaron escandalosamente al postor y a su hermano, quienes estaban ofertando en la subasta por sí mismos, para que dejaran de hacerlo y arreglaran con La Liga”,

Tan evidente fue que se lo vio intervenir al policía. Lo que finalmente ocurrió fue que La Liga no dejó comprar a los hermanos, lo compró a un bajo precio, ya que no permitió nuevas ofertas, y luego lo “vendió”. Los hermanos fueron conminados de modo hostil a adquirir la propiedad a través de La Liga.

La investigación dice: “Un fabuloso negocio para la corporación ya que sólo por esa ‘intermediación’, obligada e innecesaria a la luz de los hechos, se llevaron la friolera suma de $234.000, es decir la diferencia entre lo oblado como precio real de la subasta ($256.000) y lo que en definitiva habrían pagado los hermanos  ($490.000).

La comisión a valores normales y de costumbre del mercado inmobiliario es de 3 o 4%. La Liga le cobró a los hermanos  cerca del 100% de lo abonado en la subasta.