Los hinchas de Aldosivi recibieron la visita de Pablo Lugüercio, quien dejó una huella muy grande en la institución y a quien homenajearon en la peña que se realiza cada miércoles en el predio deportivo de Punta Mogotes.

Pablo Lugüercio asistió el miércoles a la peña que los hinchas de Aldosivi realizan en el predio deportivo de Punta Mogotes,

“El amor después del amor”, tituló el club Aldosivi la gacetilla en la que brindó detalles del reencuentro.

“Padrino” Guerra organiza las habituales reuniones junto a un grupo de entusiastas socios y simpatizantes de toda la vida del club portuense.

Después de recibir la noticia que “el Payaso” Lugüercio estaba en Argentina, lo invitaron a formar parte de la cena, de la que participaron 180 personas, capacidad máxima del quincho.

El lugar estalló cuando arribó el futbolista que formó parte del primer ascenso de Aldosivi a la máxima categoría del fútbol argentino.

“Soy de La Plata, pero sepan que esta es mi segunda casa y ojalá algún día pueda concretar la idea de vivir aquí”, expresó Lugüercio, quien se llevó como regalo la camiseta de Aldosivi con el número “7” que tanto vistió entre 2014 y 2017.

El ex delantero habló sobre su actual vida en Atlanta, Estados Unidos. “Es una ciudad a la que con la familia habíamos ido muchas veces para visitar amigos, así que la fuimos conociendo y nos gustó. Hay mucho verde, mucha naturaleza, tenemos a unas horas la playa, para el otro lado montañas y el clima es muy parecido al de Argentina, con las cuatro estaciones. Y algo que fue clave para que mi señora aceptara: no tiene catástrofes naturales”, contó entre risas.

“Ya llevamos tres años allá y estoy vinculado al fútbol porque soy embajador de Estudiantes. Realizamos varios programas y una academia de juveniles, Atlanta Estudiantes Soccer Club, con la idea de expandir la marca Estudiantes por todo Estados Unidos… Y ahora me metí en un canal de streaming”, agregó.

Lo cierto es que fue una noche especial para todos. Para los hinchas, que volvieron a ver y escuchar a quien les dio tantas alegrías; y para Lugüercio, quien recibió innumerables muestras de cariño.