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La Ciudad 5 de junio de 2017

Stolbizer: “El peronismo no es lo que fue, nunca más va a ir unido a una elección”

La líder del GEN analiza la decisión de acordar con el Frente Renovador para crear el nuevo espacio político "1País". "El progresismo se lo aportamos nosotros", dice en una entrevista con LA CAPITAL.

por Pablo Falcone
Twitter: @pmfalcone

Después del coqueteo y los rumores, Margarita Stolbizer y Sergio Massa confirmaron la semana pasada su romance político: el GEN y el Frente Renovador competirán en estas elecciones legislativas como “1País”.

La diputada nacional fue una de las impulsora para que su espacio progresista decida unirse con un sector del peronismo. “No disimulamos nuestras diferencias ni nuestras historias diversas, lo que hacemos le pone el valor agregado de construir una unidad desde la diversidad”, dice en una entrevista con LA CAPITAL realizada el martes pasado cuando la nueva fuerza política fue presentada en la ciudad. Una aclaración: el mano a mano sucedió antes del hecho de inseguridad que sufrió la diputada en su casa.

– ¿Le costó tomar la decisión de hacer este acuerdo político?

– Me siento muy cómoda con este acuerdo político porque sobre todo es el resultado de un trabajo que venimos realizando hace un año y medio. Eso nos permitió construir conocimiento y confianza. Llevamos un año y medio de trabajo con una agenda política y parlamentaria. El año pasado fue muy productivo en el Congreso porque pudimos llevar adelante varias de las iniciativas comunes. Ahora lo que nosotros planteamos es que alguien se tiene que hacer cargo de la agenda social y de las urgencias de la gente. En eso estamos trabajando juntos.

– A los sectores progresistas se los acusa de ser sectarios. ¿Cómo se gestó esta alianza?

– Lo primero que hicimos fue reconocer que en el 2015 realizamos una campaña presidencial muy linda con mucha convicción y entusiasmo, pero que no dejó de mostrar una oposición sectaria que nos terminó aislando del resto.

– ¿En qué derivó ese análisis?

– Eso nos llevó a la reflexión sobre la necesidad que no podíamos creernos que estábamos en un pedestal y no poder hablar con nadie.

– Y entonces…

– Después de la elección, el escenario electoral quedó dividido en tres espacios políticos con capacidad de construir algo para adelante. Eran el kirchnerismo, con los que no tenemos nada que ver; el macrismo, que nos ha ido alejando cuando se pusieron a gestionar y dejaron en claro las diferencias; y el espacio de Massa que es donde nosotros encontramos que mejor permean las ideas del progresismo. Así terminamos yendo a un acuerdo con el Frente Renovador no sólo como GEN sino también acompañado por muchos sectores del socialismo y de Libres del Sur.

– ¿Cómo fue el debate dentro del GEN para tomar la decisión de acordar con el massismo?

– Hicimos un debate muy horizontal en todas las secciones electorales y con todos nuestros cuadros militantes. Debatimos en todos los lugares sobre la posibilidad de ir a una alianza de este tipo, que sabemos que es compleja. Entonces lo principal fue debatirla y procesarla entre todos.

– ¿La corrieron mucho por izquierda en ese debate partidario?

– Para nada. De ninguna manera pasó eso. Primero porque yo llevo demasiados años en la actividad política y todos saben lo que soy. La identidad no se cambia en una conversación como esta. A esta altura no tengo que rendir demasiadas cuentas sobre cuáles son mis ideas. Nadie lo duda y yo no las disimulo incluso en aquellas en las que me he diferenciado con Massa antes o ahora. La agenda que nosotros presentamos hace dos años es la agenda que tenemos hoy, que es la agenda de la igualdad, del género, el medio ambiente. Una agenda que hace a muchas de las cuestiones que hacen a la conformidad de nuestra identidad progresista. Nosotros no renunciamos a ninguna de ellas.

– ¿Cómo se lleva con la liturgia peronista?

– Yo no tengo ningún prejuicio antiperonista. Esa es la verdad. Uno ve en el trato cotidiano, todo el año pasado lo vimos pasado en el Congreso que trabajamos muy bien. A nosotros nos facilitó mucho el trabajo parlamentario. Massa tiene un bloque muy importante de gente que lidera Graciela Caamaño sobre todo y que integran dirigentes que han sido intendente en la provincia o gente como Felipe Solá o Facundo Moyano. La verdad que hay muchos dirigentes que son muy peronistas y sinceramente yo me siento cómoda trabajando con ellos. Tenemos una agenda común, discutimos las cosas y tienen una visión política y estratégica. Pero por sobre todas las cosas lo que nos une hoy a nosotros es pensar en un proyecto del país que saque a la gente de la trampa de la polarización o la grieta y así tener que elegir entre los corruptos que saquearon la Argentina y que hoy quieren volver para garantizar su impunidad o la inoperancia de los que están en el gobierno que no le encuentran la vuelta a las cosas y que demuestran la insensibilidad frente a los problemas de la gente.

– ¿Qué los une con el Frente Renovador?

– Lo que nos une es la agenda. Siento que el mayor valor que nos da el Frente Renovador es un equipo técnico-profesional muy fuerte con una agenda que tiene que ver sobre todo con la gente.

– ¿Massa sería la pata progresista del peronismo?

– Massa es el peronismo dentro del cual nosotros podemos llevar nuestras ideas adelante. No quiero que Massa cambie su pensamiento y piense como yo y él no pretende que yo piense como él. Lo principal es que nos podemos potenciar en nuestras diferencias. El progresismo se lo aportamos nosotros.

– Perón decía que cuando los justicialistas se pelean en realidad se están reproduciendo. Parecen estar en una de esas épocas. ¿Hasta qué sector del peronismo aceptaría que se incorporara a “1País”?

– No ponemos límites en personas. La base es un acuerdo programático. Es decir, estamos de acuerdo en una cantidad de ideas y programas. Naturalmente no vamos a ir con nadie que tenga un prontuario.

– Massa estuvo en el gobierno al que define como de tener un prontuario.

– Muchos me dicen que Massa estuvo en el gobierno kirchnerista que yo acuso. Sí, es cierto, pero se fue y nadie le ha podido tirar una carpeta por la cabeza porque nunca se quedó con un vuelto. Me parece que el valor que tiene él es ese: haber pertenecido a un gobierno y haberse ido sin que nadie le pueda decir absolutamente nada. Massa no está investigado absolutamente por ningún hecho. En ese sentido convivimos perfectamente bien.

– ¿Florencio Randazzo es un límite?

– Con ese espacio lo que nos diferencia es que Randazzo lo que busca, y él lo ha dicho claramente, es reposicionar al Frente Para la Victoria y por lo tanto la pelea adentro de ese espacio. El mismo dice que quiere competir con Cristina y que si pierde la acompaña. Esto para nosotros es un retroceso y una mirada al pasado insostenible para la Argentina. Ni Massa ni yo, pero fundamentalmente Massa, tenemos interés en eso.

– ¿No ve un peronismo unido camino al 2019?

– Hay que salir de la fantasía de un peronismo unido. Hace 15 años que el peronismo no va unido a una elección y nunca más va a volver a ir. El peronismo no es lo que fue. No es lo que conocimos. Lo mismo ocurre con los radicales de cuna, dentro de los que estamos nosotros, que tampoco volveremos a ser lo que fuimos y a estar todos juntos. Hay que mirar el sistema político hacia adelante y a futuro.

– ¿Cómo sería ese sistema político?

– Hay que pensar en un sistema político más previsible, más confiable, con coaliciones políticas basadas en ideas y en diferencias de ideas, tratando de salir de esa cosa histórica del bipartidismo de peronistas y radicales que hoy ya no existe en la realidad.

– ¿Un bipartidismo que tenga fuertes espacios de centroizquierda y centroderecha?

– Tenemos que ir camino a construir un sistema político más previsible. Macri ha sabido tomar peronistas y radicales para construir una fuerza política de centroderecha y nosotros tenemos que tomar gente que proviene del peronismo y el radicalismo y construir una fuerza de centroizquierda. Eso no es algo que se vaya a lograr en esta próxima elección, pero es algo que uno tiene que apuntar a conseguir en los próximos años.

– ¿Cómo analiza al gobierno al que definió de centroderecha?

– No sé si es un error, pero uno siempre cae en la tentación de terminar comparando. Entonces, si comparo a Macri con el gobierno anterior digo que estamos mejor que lo que estábamos. El problema son las frustraciones que ha generado el gobierno de Macri o las traiciones a las cosas que ellos mismos prometieron.

– ¿Cuáles fueron esas traiciones?

– El año pasado fue con el tema de la modificación del impuesto a las ganancias, pero uno lo ve permanentemente. Por ejemplo, un funcionario del más alto nivel dijo que no le encontraban la vuelta a la inflación. Macri prometió en la campaña dos cosas que eran eliminar la pobreza, casi una propuesta de fantasía, y hoy tenemos más pobres que cuando asumió. También prometió unir a los argentinos y en realidad vino a profundizar la grieta que inventaron los otros. Ni siquiera han podido cumplir esas cosas que ellos se fijaron como objetivo.

– ¿La economía está volcada a la especulación financiera?

– Lo grave no es solamente que no haya inversión, sino que el gobierno abandonó el incentivo al consumo que es el mayor dinamizador de la economía. Hay que pensar sobre todo en la economía de todos los días y lo que la gente sufre cuando paga la factura de la luz o el precio de los alimentos en el supermercado. Eso se hace dándole más plata al jubilado, al maestro y al trabajador. Entonces teniendo un poco más de plata en el bolsillo puede comprar los bienes y servicios que otros producen. Hoy eso no se puede hacer porque el gobierno apuesta a la magia de las inversiones, pero las inversiones no llegan mágicamente ni producen efectos mágicamente.

– ¿Con Cristina Kirchner candidata cambia mucho el escenario para su espacio político?

– No lo cambia para nosotros de ninguna manera. No tenemos nuestras estrategias vinculadas con la candidatura de Cristina Fernández. Pero sí está claro que es un elemento de conflicto, de tensión y caso de violencia verbal en la campaña electoral.

– Es una de las principales denunciantes de la ex presidenta. ¿Cree que va a terminar presa?

– Es un destino inexorable apuntando a todos los delitos que efectivamente están probados.