Con entrada libre y gratuita, subirá a escena este miércoles a las 20 el espectáculo “Vivir juntes es posponer el final”. Se trata de una propuesta de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea que podrá verse en la Sala Piazzolla del Teatro Auditorium.

Original, la pieza se mueve entre la ficción y la realidad y “aborda las dinámicas vinculares en comunidad; la potencia y la fragilidad de la grupalidad, expone y reflexiona distintos modos de generar consenso y de construir y convivir a partir de la diferencia”, señalaron a LA CAPITAL Gustavo Lesgart y Marina Giarcaspro, director y vicedirectora respectivamente de esta compañía estatal.

Ambos indicaron, además, que el espectáculo “se pregunta quienes somos cuando somos parte de un grupo” y reflexiona sobre “cómo nuestra identidad se configura”, al tiempo que plantea “la pertenencia como un acto de supervivencia”.

Un elenco de veintiún bailarines y bailarinas -cuatro son marplatenses- contarán esta noche una historia que se fusiona con otras artes. “Incorpora elementos del cine y la televisión, dentro de su dispositivo escénico como de su dramaturgia”, indicaron los responsables de la compañía.

Y narraron la manera en que nació el espectáculo: “El proceso creativo de este proyecto tuvo un enfoque performativo y experimental en el cuál los intérpretes de la Compañía Nacional fueron puestos a prueba y observados en sus modos de vincularse y construir en conjunto, una especie de Gran Hermano”.

“El modo de llevar adelante la obra también es performativo ya que les implica tomar ciertas decisiones interpretativas, creativas y vinculares para que la obra funcione”, contaron.

-¿Cómo es que el escenario se convierte en un set de filmación?

-El dispositivo escénico es un croma verde que ocupa todo el escenario. Dentro y fuera de él sucede la acción. Con una lógica televisiva, la obra plantea momentos efectistas y dinámicos y en contraposición escenas que se basan en el procedimiento para llegar a un resultado. Los protagonistas de la obra son tanto los intérpretes, como los técnicos y los asistentes. El formato cinematográfico se plantea desde el lenguaje escenográfico, lumínico y sonoro.

-Como compañía estatal nacional, ¿de qué manera llegan a todo el país?

-Llegamos a las distintas ciudades a través de giras que se realizan periódicamente por convenios con instituciones o teatros. En cada ciudad, en cada pueblo, en pequeñas o grandes localidades hay un teatro o un espacio en el cual puede suceder la danza. La compañía viaja con distintos repertorios y articula lo artístico con lo pedagógico a través de talleres que se brindan y abren a la comunidad de cada locación. Para que exista un intercambio este debe darse de manera recíproca. Es voluntad de esta nueva gestión abrir convocatorias a artistas y hacedores de la danza de todo el país apoyando una propuesta federal de talleres, seminarios intensivos, clases abiertas a la comunidad, coreógrafos con la idea de generar un ida y vuelta entre todas las provincias en el espacio de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea. Crear así un vínculo menos jerárquico y hegemónico. Asumimos que la escena particular de cada provincia puede aportar dándole curso a esta idea que pretende horizontalizar esas relaciones.