La exposición “Estar lejos de Internet” de la dibujante rosarina María Luque, que se puede visitar hasta el próximo 28 de abril en Galería Mar Dulce (Ciudad de Buenos Aires), reúne más de una veintena de obras en pequeño formato, que pueden leerse como el ejercicio plástico de una artista que en la observación contemplativa encuentra espacio para la creación.

Se trata de piezas pequeñas y coloridas, situadas en espacios domésticos, como un living, una habitación o una cocina, y desbordadas de elementos cotidianos -libros, tazas, plantas, mascotas, adornos, instrumentos musicales, cuadros-, que Luque pintó durante una residencia en São João, en una hacienda cafetera brasileña.

Los nueve días que pasó en la residencia junto a otros artistas e investigadores la mantuvieron fuera de toda conexión con el mundo virtual. El título “Estar lejos de Internet” remite a esa idea pues todas las obras que surgieron de allí fueron creadas sin el bombardeo de imágenes que se exponen en redes sociales.

Como resultado de esa experiencia, la mayoría “nos hablan de una temporalidad que no es la efímera del mundo digital de internet. Animales, plantas, elementos de cocina y materiales para el trabajo artístico nos remiten al contacto con lo real, con los olores, los sabores, las texturas, la densidad de la vida”, sostiene en el catálogo de la exposición el curador Daniel García.

Las casi treinta obras realizadas en gouache sobre papel, que se exhiben en Galería Mar Dulce (Uriarte 1490) -y cuya mitad ya encontró comprador-, muestran al público dibujos en los que la artista reposa su mirada sobre lo que ocurre a su alrededor y lo reinventa con su incofundible estilo: lúdico, expresivo, en miniatura y repleto de intensos colores.

Nacida en Rosario pero instalada temporalmente en Buenos Aires, María Luque (1985) exhibe sus trabajos en Argentina, Chile, Perú, México y España. Desde que publicó su primera novela gráfica “La mano del pintor” en el año 2016 su producción tomó tal impulso que llegó a ilustrar los newsletter de Lena Dunham y Jenni Konner, las famosas creadoras de la serie “Girls”.

Además, trabaja como ilustradora editorial en otras publicaciones, coordina talleres y es cofundadora del Festival Furioso de Dibujo, que se realiza en Rosario. Por su segundo libro “Casa transparente”, el año pasado obtuvo el Premio Novela Gráfica Ciudades Iberoamericanas.

– En tus obras suele haber referencias a otros artistas ¿por qué las incluís?

– Creo que tiene que ver con mi interés por la historia del arte. En esta muestra aparece sobre todo Henri Matisse y Leónidas Gambartes. Muchas veces incorporo en mis dibujos obras de artistas que admiro, me encanta reproducirlas porque me hace detenerme en detalles y colores que de otra manera pierdo de vista. Me gusta que haya un pedacito de esos artistas en mis obras, tiene que ver con influencias también.

– ¿Y qué otras influencias registrás?

– Además de Matisse, que me encanta su manejo del color, me gusta el arte de la región andina, medievales o artistas que no entendían bien la perspectiva y los siento un poco parientes míos.

– ¿Cómo surge un dibujo para vos?

– A veces de un chispazo o de algo que vi en la calle y me hizo detenerme, a veces para conquistar algún chico, a veces por obligación. O cosas que me pasan y que veo que me conmueven o quiero dibujarlas.

– ¿En qué cosas te detenés?

– Últimamente tengo una fascinación por los objetos y sobre las cosas que hablan de una situación, cuando las personas no están ahí. O con las mesas de los bares vacías me gusta mucho pensar qué ocurrió ahí, quién se acaba de ir y descifrar qué pasó, quiénes estuvieron. Como no tengo taller, soy un poco nómade además, los bares son el lugar donde pinto y de ahí sale casi todo lo que hago..

– Tus obras, o por lo menos las de esta exposición, son descriptivas ¿las concebís como reproducciones?

– Algunas sí pero al mismo tiempo muchas escenas se terminan de construir en el dibujo. A veces tomo escenas distintas o elementos de lugares distintos, no tengo una búsqueda de veracidad sino que se vaya formando el dibujo con las cosas que están o que a mí me sugieren.

– En 2011 creaste el proyecto “Merienda dibujo”, una serie de encuentros con artistas, además cofundaste un festival de dibujo.

– Hay una necesidad de juntarnos porque los dibujantes estamos muy solos todo el día y está bueno generar espacios de encuentro y charla para ver cómo resuelven sus trabajos e intercambiar opiniones. Y además me pasaba que por ser de Rosario todo estaba centralizado en Buenos Aires, de esa necesidad de juntarse nació un poco el festival Furioso Dibujo de la que soy parte de la organización.

– Tenés mucha producción reconocida: ganaste un premio iberoamericano, vendés obras, estás haciendo un próximo libro ¿cómo se traduce eso en tu trabajo?

– Depende del momento pero es verdad que ahora estoy con mucha producción. Todo el tiempo estoy pensando proyectos algunos de más largo aliento que otros. Y por otro lado, me gusta hacer todo en paralelo. Siento que en esa dispersión funciono mejor. Por suerte hace un tiempo sólo vivo del dibujo y es lo que hago todo el día; tiene que ver con una necesidad de generar imágenes nuevas todo el tiempo.