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Cultura 23 de noviembre de 2023

“Messirve”: un libro sobre Leo Messi para entrenar las emociones de los más chicos

La educadora especialista en autoestima Verónica de Andrés presenta su nuevo libro, escrito en conjunto con su hija Florencia Andrés, en el que imaginan una charla con el 10 de la Selección Argentina para trabajar valores que ayuden a los niños a ser personas felices, responsables, sensibles y comprometidas con su entorno.

Verónica de Andrés es magíster en Educación (Universidad Oxford Brookes), coach, conferencista y co-autora con su hija, Florencia Andrés, de best sellers como “Confianza Total”. / Foto: Marcela Golfredi.

Por Rocío Ibarlucía

¿Cómo sería si Messi enseñara a tus hijos valores como la perseverancia, la confianza en uno mismo y la empatía? Las coaches especialistas en educación, motivación y autoestima Verónica de Andrés y Florencia Andrés, autoras de best sellers como “Confianza Total” y conferencistas internacionales, escribieron un libro destinado a niños y niñas en el que imaginan esa conversación con el objetivo de alentar a los más chicos en el desarrollo de sus habilidades emocionales.

“Messirve” (Ediciones B) analiza 10 valores que las autoras infieren del 10 argentino: perseverancia, disciplina, confianza en uno mismo, humildad, empatía, amistad, liderazgo, excelencia, familia y gratitud. Cada capítulo parte de anécdotas de la vida de Messi para luego reflexionar cómo se ve ese valor tanto dentro como fuera de la cancha y, finalmente, hacer ejercicios que buscan llevar esa actitud de Lio a la vida cotidiana de cada chico.

El libro, a su vez, busca habilitar espacios de encuentro y diálogo entre padres e hijos, en un contexto en el que cada vez resultan más difíciles de generar. Mediante un lenguaje simple y cercano a los niños, logra explicar temas sobre los cuales muchas veces a los adultos nos faltan palabras, recursos o estrategias para abordarlos. De este modo, con ejemplos concretos de alguien a quien todo el mundo admira, las autoras consiguen poner sobre la mesa familiar un asunto tan complejo como la educación emocional.

Si bien cada vez hay más libros prácticos y literarios para trabajar las emociones en la infancia, así como películas como “Intensamente”, todavía hay un largo recorrido por delante que hay que seguir fomentando, advierte Verónica de Andrés en charla con LA CAPITAL.

“La educación emocional abre posibilidades”, explica De Andrés sobre la importancia de enseñar valores para criar niños felices. “Yo me dediqué durante muchísimos años a investigar el campo de la autoestima porque descubrí cómo podés actuar vos con el pensamiento y cómo tus emociones son el motor, porque si están bien dirigidas te llevan a buen puerto, pero mal dirigidas te juegan en contra”.

Por eso, las autoras encontraron la forma de entusiasmar a los más chicos para superar obstáculos y resolver sus problemas a través de Leo Messi, a quien consideran un ser humano como cualquier otro que tiene valores ejemplares con sus compañeros, sus rivales, sus padres y sus hijos. “Nosotras no lo presentamos como un héroe, sino como un hombre que tuvo un sueño, que lo persiguió y que lo logró usando valores -define la educadora-. Messi no es un superhéroe, es de carne y hueso, tuvo fracasos, momentos difíciles, pero nunca dejó de creer en su sueño, por eso es un ejemplo que está dejando un legado de valores para la humanidad, así de grande lo digo”.

“Messi es querido por todo el mundo, atraviesa culturas, países, clases sociales, idiomas y eso son los valores, que son universales”, dice Verónica de Andrés, en su visita a la redacción de LA CAPITAL. / Foto: Marcela Golfredi.

Verónica de Andrés, en su visita a la redacción de LA CAPITAL. / Foto: Marcela Golfredi.

-Encontraron con este libro una manera de captar la atención de los más chicos a través de Leo Messi, en un contexto en el que cada vez resulta más difícil lograr la motivación tanto en el aula como en casa. ¿Qué factores son los que provocan esta tendencia a la desmotivación tan rápida en la infancia?

-Yo creo que vivimos en una era donde todo es muy rápido, muy instantáneo. En las redes sociales parece que todo es inmediato, que el éxito es de la noche a la mañana, el chat es rápido, la respuesta tiene que ser breve, todo lo que tarde más de un minuto me cansa, me aburre y a los chicos los dispersa. Entonces, necesitamos de alguna manera volver a captar su atención, pero es difícil. Porque si vos le decís a los chicos que lean un rato, no leen; si le pedís que sean más disciplinados, que hagan la tarea, no te escuchan. O sea, pasó la época de los sermones, eso quedó atrás y entonces, ¿cómo hacemos? Porque nosotros necesitamos que puedan hacer foco, como adultos sabemos que el éxito viene después de un camino recorrido. Con Flor, mi hija, nos hicimos esa pregunta y nos dijimos: tenemos que trabajar sobre los valores, las cosas que no cambian según la época, pero tenemos que hacerlo de la mano de alguien que capte toda la atención de los chicos. ¿Quién capta su atención? Leo Messi, por supuesto, y ahí fue que estudiando su vida, pudimos inferir 10 valores de oro para que los chicos ganen el campeonato de la vida con ejemplos de él, con historias de él, de una manera atrapante.

-¿Por qué Messi puede ser un ejemplo de valores para los niños?

-Si yo estuviera hoy frente a una audiencia de chicos o adolescentes, les diría que Messi es todo lo que está bien, o sea, encarna eso. ¿Por qué? Porque los valores es lo que está bien. Si yo quiero que un chico persevere en sus estudios, le voy a contar las primeras historias de Messi, que tienen que ver con la perseverancia, con cómo se sobrepone un chico a muchas dificultades: a los 8 años le dicen que no puede crecer, que no va a poder seguir jugando al fútbol, en River lo rechazan aunque él tenía todo el talento. ¿Cómo se sobrepone a esa dificultad? Obviamente, detrás de él había una familia y un sueño. Leo Messi siempre puso los ojos en el sueño e hizo que el sueño sea más importante que las dificultades. Entonces, el primer valor que nosotras inferimos de él es la perseverancia. Frente a lo que le pasaba, tenía dos posibilidades: abandonar el sueño o enfocarse en el sueño. Si abandonaba el sueño, se decía ‘bueno, ya está, no puedo, no sigo, no tengo suerte’. Pero él eligió enfocarse en el sueño y dijo ‘yo voy a encontrarle la vuelta, yo quiero jugar al fútbol y como sea, voy a seguir jugando. Y cuando le tocó irse a Barcelona y al cabo de estar un año ahí, su mamá y su hermana se tenían que volver porque no se hallaban en ese lugar, le preguntaron si se quería volver y él dijo que no, cuando seguramente le dolió el alma, pero él dijo ‘yo quiero jugar al fútbol’, es decir, empezó a tener una definición muy clara de su meta y eso se lo enseñamos a los chicos.

“Messi es querido por todo el mundo, atraviesa culturas, países, clases sociales, idiomas y eso son los valores, que son universales”.

-¿Cómo puede la vida de Messi ayudarnos a transformar el desgano de los chicos -y también de los grandes- en motivación?

-Porque persiguió un sueño. Todos los seres humanos necesitamos tener un sueño para sentirnos vivos, no importa la edad que tengas y no importa el tamaño del sueño. No tenemos que soñar con ganar el Mundial o ser el mejor del mundo. De hecho, el sueño de Messi sí era ganar algo con la Selección. Fue un sueño que lo persiguió durante un montón de años. Yo digo que los sueños no se consiguen, se persiguen pero se persiguen con valores, porque los valores son los que te sostienen en los momentos difíciles. Entonces, es importante empezar a pensar desde chicos en un proyecto, aunque sea un sueño pequeño, pero eso que te haga saltar de la cama porque tenés ganas de hacer eso, que puede ser leer un libro, aprender una lengua extranjera, iniciar un emprendimiento, terminar tus estudios, empezar a especializarte en algo, hacer un viaje, algo que vos digas ‘tengo un proyecto, tengo un sueño’.

-Cuando a Leo le entregaron un premio importante a los 16 años, le preguntaron si alguna vez se había imaginado llegar a eso y él respondió: “Este momento lo soñé mil veces”. ¿Qué nos dice esta frase de su forma de pensar y manejar las emociones?

-Yo esa nota la vi cuando se la hicieron y a partir de ese momento lo empecé a seguir, porque me di cuenta de que detrás del futbolista, había algo mucho más grande. Por eso hace 13 años que lo seguimos y por eso en el libro “Confianza total”, de 2010, hay un poquito de Messi en el último capítulo, donde ya veíamos en él su capacidad de superar obstáculos y de hacer realidad un sueño. Esa frase fue un impacto, porque demuestra que él intuitivamente sabe todo lo que yo estoy enseñando en la universidad a los grandes CEO de las empresas, él sabe que soñar y poner los ojos en el sueño y perseverar en el sueño es lo que hace que las cosas pasen. ¿Cuándo volvió a decir eso? Cuando ganó la Copa del Mundo. Está buenísimo porque nos da a los seres humanos la esperanza de que podemos hacer realidad nuestros sueños. A los chicos les das las herramientas que son herramientas de la mente. Como coach, yo trabajo hace muchos años enseñándoles a las personas a trabajar con su mente y con sus emociones. Bueno, evidentemente hay gente que lo tiene intuitivamente. Él es uno de ellos y qué buen ejemplo.

“Messi no es un superhéroe, es de carne y hueso, tuvo fracasos, momentos difíciles pero nunca dejó de perseguir su sueño, por eso es un ejemplo que está dejando un legado de valores para la humanidad”.

-¿Y qué le dirías a los padres para tratar de fortalecer en sus hijos esa confianza que tiene Messi en sí mismo?

-Cada capítulo del libro, que nosotras llamamos partido, está dividido en secciones: hay una parte que es la anécdota donde los chicos se sumergen en la vida de Messi, después hay una parte que invita a pensar todos juntos, que es un análisis postpartido, y después hay un apartado que está destinado a los padres, que se llama “10 consejos de oro”, para que el chico desarrolle un valor, por ejemplo, la confianza en uno mismo. Vayan al libro a ver, pero te voy a dar ahora un ejercicio: que construyan con sus hijos lo que nosotros llamamos un rincón de logros, es algo tan simple como poner en una pared un corcho con dos fotos, una foto donde el chico se sienta muy querido, rodeado por su familia, en un cumpleaños, donde se sienta amado y otra foto donde se sienta exitoso, jugando bien un partido, desarrollando una habilidad que puede ser musical, social, es decir, una foto donde él se vea haciendo algo que le sale bien. Empezá ese rincón de logros con esas dos fotos y después seguí poniendo cosas que al chico cuando vaya a mirar ese rincón de logros, diga ‘este soy yo’, que vea que ‘me quieren y que soy capaz’. Entonces si hoy me fue mal, mañana puedo empezar de nuevo.

-La humildad, la empatía y la amistad son otras características que ustedes advierten en Messi. ¿Qué gestos demuestran su capacidad para correr su ego, ponerse en el lugar del otro y generar lazos con sus compañeros y hasta con sus rivales?

-Uno podría decir que hay valores que son de tipo más duro, como la disciplina, la excelencia, la confianza y hay otros que son más blandos, por ejemplo, la empatía. Hoy el valor que las empresas más piden a las personas al tomarlas es la empatía. Se trata de la habilidad estrella del modelo de inteligencia emocional. Ahora, ¿cómo le explicás a un chico para que logre empatía? ¿Qué le vas a decir? ‘Ponete en el lugar del otro’ no sirve. Entonces, lo explicamos con los ejemplos de Messi. Uno de sus gestos fue cuando estábamos perdiendo el Mundial en el primer partido, drama nacional, ¿qué hizo Messi? Cuando tenía que ir al segundo partido contra México, se acercó a Dibu, lo abrazó, apoyó su cabeza en su pecho, que aparte por la altura le daba justo a la altura del corazón, y lo calmó. Eso es empatía. Eso es darte cuenta de lo que el otro necesita y hacerlo. Por eso nosotras decimos que Leo Messi es una persona que dice poco y hace mucho. No usa demasiada cantidad de palabras, pero lo hace, lo actúa.

-Algo que remarcaron los jugadores de la Selección es que querían ser campeones por Messi y dieron lo mejor de sí por él. ¿Cómo hace Messi para contagiar positivamente a su equipo?

-Es que Messi encarna el ejemplo del líder moderno, el líder que se enseña en las universidades, el que se necesita hoy en el mundo. Ese líder es el que contagia una visión esperanzadora a los demás. Cuando veníamos perdiendo, él le dijo a todo el mundo ‘confíen que no los vamos a dejar tirados’. Es el líder que no ordena, no manda, es el líder que inspira, que contagia emociones positivas. Todo lo que estoy diciendo son las características de un líder positivo, esto se enseña en Harvard. ¿Fue a Harvard Messi? No, pero lo sabe hacer. Entonces, el verdadero líder es el que sí brilla por talento, pero hace que todos los que están a su alrededor brillen también. Es el tipo que dice lo hicimos juntos y solo yo no lo podría haber hecho.

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Foto: Marcela Golfredi.

-Otro valor que destacan en Messi es la excelencia, que no es lo mismo que buscar ser perfecto. ¿Por qué, qué sería buscar la excelencia y cómo hacer para no caer en la sobreexigencia?

-El que busca la excelencia se pregunta cada vez cómo lo puedo hacer un poco mejor, soy tierra fértil para plantar algo nuevo y para mejorar lo que vengo haciendo. En el camino de transformarte en excelente te vas a equivocar, necesariamente va a haber momentos de fracaso, de errores, donde las cosas no te van a salir siempre bien. Entonces, cuando se equivoca el que busca la excelencia, se pregunta qué aprendí. En cambio, el que busca el perfeccionismo, que es una obsesión que no hace bien, cada vez que se equivoca, se enoja consigo y con todos los demás y sufre. Hay una diferencia cuántica en cómo reacciono frente a los errores. Sin errores, no hay crecimiento. Tenemos que empezar a amigarnos con los errores, a nadie le gusta equivocarse, a nadie le gusta perder un partido, a nadie le gusta perder una final. Messi tuvo que perder cuatro Mundiales, hasta que llegó a ganar el quinto.

-El valor con el que cierran el libro de Messi es el agradecimiento. ¿Por qué es importante agradecer por lo que uno tiene para ser más fuertes emocionalmente?

-La mejor manera de contrarrestar la negatividad y el pesimismo es con agradecimiento. Si vos tenés un día negro donde todo salió mal, donde nada estaba como vos te imaginabas que iba a suceder, cerrá los ojos un segundo y pensá tres motivos que tengas para agradecer, automáticamente te cambia la química de tu cuerpo. Es instantáneo, nosotros tenemos un sistema emocional que hace descargas químicas y cuando vos cerrás los ojos y hacés eso, es como que te hubieran dado una inyección de energía. El agradecimiento es lo que te aleja de la desesperación, de la sensación de que no hay salida, de que la mente empiece a estar en ese laberinto recurrente. Por eso, nosotras decimos de agradecer todos los días y Messi agradece todo el tiempo, aún cuando ha fracasado en algún partido agradece a los que lo han apoyado incondicionalmente, le agradece a la gente por estar en su vida, le agradece a Dios. Cuando le dicen a él que es Dios, él responde ‘yo no soy Dios, él me dio el don, yo lo hice crecer, pero es él el que me lo dio’, o sea, él reconoce que es un Messi que no se cree Messi. El agradecimiento justamente hace que la gente que trabaja con él quiera que él gane, porque él tiene tal agradecimiento y es tan genuino que eso se siente.

-¿Hasta qué punto un pensamiento puede afectar las emociones y el modo de actuar?

-Bueno, todo empieza con el pensamiento, o sea, por ahí no puedo evitar un pensamiento negro, pero yo lo que puedo evitar es que haga un nido en mi cabeza, ahí está la parte que yo manejo. Nosotras con los deportistas de alto rendimiento trabajamos qué hacer cuando viene el pensamiento negativo, cuando por ejemplo, les meten un gol o erran un penal. Ahí podés evitar quedarte en el ‘qué mal me salió todo’, pero si observás ese pensamiento negativo de afuera podés evitar quedarte en eso. El pensamiento produce una emoción y la palabra emoción (‘e-motion’) quiere decir en movimiento, las emociones son las que guían las acciones, es decir, hay un triángulo que es pensar-sentir-hacer. Todo empieza cuando nos empezamos a transformar en observadores de nuestros pensamientos y esto se lo podemos enseñar a los chicos.