El padre del DJ Leandro “Lele” Gatti, asesinado en septiembre de 2021 durante un asalto ocurrido a la salida de un boliche de Playa Grande, cargó contra los jueces que este jueves condenaron a los tres detenidos por el hecho a 15, 14 y 13 años y 6 meses de prisión, respectivamente, al considerar que se trata de penas bajas.

“Ojalá a los jueces nunca les pase lo que nos pasó a nosotros”, dijo a la prensa Miguel Gatti al finalizar la lectura del veredicto por parte del Tribunal Oral Nº 3. Y en referencia a los magistrados Juan Manuel Sueyro, Fabián Riquert y Federico Wacker Schroder, agregó: “Empezaron con que no había que pedir la pena de 25 años, que sí se podía. Están acá con la impunidad los tres sentados diciéndonos 13 años, con una muerte de por medio, gratuita. Y todo impune… Todos con el Gobierno, y todos conservando su sillita acá, para no moverse, y nosotros con un hijo muerto. Con la vida truncada de un hijo a los 31 años porque sí, porque se puede, y ellos hicieron que se pudiera, como el resto de las autoridades que participaron y que realmente se sientan acá con la desfachatez y el caradurismo de darles 13 años cuando corresponde perpetua para todos”.

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Para Gatti, “todos fueron partícipes dentro de este asesinato”. “El juez tiene la caradurez de decirme que vayamos a hablar… De qué vamos a hablar… La impunidad que tienen ellos, un tribunal que realmente es una caradurez y coparticipa con la impunidad. Y lamentablemente los argentinos seguimos aceptándolo, seguimos con estos atropellos. Como padres de nuevo sufriendo y no considerando el dolor que tenemos encima… Nosotros sin nuestro hijo, nos cortaron la vida a nosotros también”, concluyó.

De acuerdo con la investigación de la fiscal Andrea Gómez, reemplazada por su par Fernando Berlingeri tras haberse jubilado, el domingo 26 de septiembre del 2021 eran aproximadamente las 6 cuando Leandro Gatti se retiraba de Mr. Jones, en Playa Grande. Allí, fue abordado por dos hombres que iban en moto, identificados como Itzcovich y Vergara, quienes contaban con el apoyo de Urra Zapata, que los esperaba en un Renault Clío.

Vergara amenazó a Gatti con un arma de fuego y le exigió la entrega de sus pertenencias, al pensar que era quien llevaba la recaudación del bar. La víctima, al resistirse, recibió un disparo mortal en el tórax, que le provocó el fallecimiento por un paro cardiorespiratorio.

Los delincuentes se apoderaron del bolso de “Lele”, en el que llevaba su computadora y equipos de sonido. Para la fiscal, el golpe fue planeado gracias a la información brindada previamente por el jefe de seguridad de Mr. Jones, Romito, quien les aportó los movimientos y horarios de los empleados y el momento en que iban a sacar el dinero de la recaudación.

El lunes 27 de septiembre por la tarde, después de verse cercado por la policía y de la conmoción social y la repercusión nacional que había tomado el caso –que provocó hasta que el entonces ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, viajara a la ciudad–, Itzcovich se entregó en la comisaría novena y quedó detenido. Para identificarlo, había sido clave el análisis de las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad emplazadas en distintos puntos de la ciudad.

Romito fue detenido días después; Vergara a más de un año del crimen y Urra Zapata sigue prófugo hasta el día de hoy.