El intendente Guillermo Montenegro aseguró este viernes que “no es sencillo mantener el orden de las cuentas municipales”, subrayó la reducción del gasto en el municipio y dijo que instruyó a su equipo para que en los próximos meses no aumenten las tasas porque “la presión impositiva tiene que bajar”.

En una nueva conferencia de prensa en el Centro de Operaciones y Monitoreo (COM), el jefe comunal admitió que las distintas fuentes de recaudación están “cayendo”, pero que, por la disminución del gasto –como por ejemplo en horas extras–, el municipio está “en equilibrio”.

El secretario de Legal, Técnica y Hacienda, Mauro Martinelli, confirmó que la cobrabilidad “viene disminuyendo”. En marzo fue del 46%, nueve puntos por debajo del mismo mes de 2023, mientras que en todo el primer trimestre la diferencia a la baja fue de cuatro puntos: del 54,5 al 50,7.

En ese marco, Montenegro prometió ser “muy cuidadoso con cada mango de los vecinos”. Recordó las donaciones del 30% de su sueldo y el 20% del de sus funcionarios, y apuntó: “Tenemos que seguir haciendo el esfuerzo desde el gobierno para no trasladar a los vecinos. Estoy convencido de que no se arregla con presión impositiva permanente”.

El intendente afirmó que, “a pesar de la caída de la recaudación” y de que tenía facultades para hacerlo, instruyó a su equipo para que no se actualicen las tasas por el índice de inflación. “Planteé esta necesidad pensando en los vecinos de Mar del Plata, Sierras y Batán”, indicó.

En ese contexto, destacó que en todos los años de su gestión la actualización de tasas fue la mitad de la inflación, salvo en 2023, cuando alcanzó “el 30%” de lo que terminó dando el Índice de Precios al Consumidor.

“La presión impositiva tiene que bajar. La forma de ayudar a que el trabajo siga siendo el motor de nuestra ciudad y la región y la Argentina tiene que ver con bajar la presión impositiva, motivo por el cual tomé la decisión de no generar en este momento ningún tipo de actualización de tasas”, insistió.