El intendente Guillermo Montenegro planea pedirle al Concejo Deliberante que revea la “tolerancia cero” para conducir y que la ciudad vuelva a estar en sintonía con la provincia de Buenos Aires donde las penalizaciones son a partir de 0,5 g/l de alcohol en sangre.

Si bien desde el gobierno municipal no anticiparon en qué momento será elevada la propuesta al cuerpo legislativo, se descarta que sea en el corto plazo, por lo que no habrá cambios durante esta temporada. 

“Queremos que se abra la discusión sobre este tema. No es urgente, pero creo que se debe definir por intermedio de una ordenanza y no de un decreto”, afirmó el intendente en un breve diálogo con LA CAPITAL. Y agregó: “Creo que deberíamos seguir la legislación provincial al respecto. Y ser muy estrictos en los controles y en las campañas de concientización”.

En ese sentido, el jefe comunal afirmó que “no parece lógico tener esta divergencia con la legislación provincial pero no hay que improvisar”. “Vamos a realizar un estudio con los agentes de tránsito municipales encargados del control de alcoholemia durante un lapso prudencial para tener una idea más cabal de cómo se relaciona la accidentología vial con un alcohol en sangre entre 0 y 0.5”, explicó.

Además, Montenegro dijo que  luego de esta etapa de análisis va a pedirle al Concejo que abra el debate. “Es un tema a discutir. No estoy cerrado”, aclaró.

A través de un decreto, el ex intendente Carlos Arroyo dispuso en septiembre de 2018 la prohibición de manejar si se había bebido al menos una gota de alcohol. “Queda prohibido, en todo el territorio del Partido de General Pueyrredon la conducción de cualquier tipo y/o especie de vehículo y/o medio de transporte con una presencia de alcohol en sangre superior a CERO (0) miligramos por litro de sangre”, señala el artículo 2 del decreto N°1980/18, firmado por ex el jefe comunal que aún está en vigencia.

En ese momento, el dirigente político José Luis Zerillo había presentado un pedido de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense ya que consideraba que la decisión no podía imponerse por medio de un decreto sino que debía ser sancionada por el Concejo Deliberante.

En los próximos meses, el intendente Guillermo Montenegro le pedirá al cuerpo deliberativo que reabra el debate para analizar si se debe volver al máximo permitido de o,5