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Policiales 12 de septiembre de 2018

Murió un preso en Batán por tuberculosis y hay preocupación

Se trata de un interno de 36 años que había sido de alta por la enfermedad en el mes de julio. Sin embargo tuvo una recaída y falleció el martes en el HIGA.

Un interno de la cárcel de Batán de 36 años falleció el martes como consecuencia de un cuadro de tuberculosis y el caso disparó las alarmas debido a que en los últimos meses se observó un incremento de dicha enfermedad en el predio penitenciario.

La muerte fue informada al juez Juan Galarreta, a cargo del Juzgado de Ejecución N°2 y que tenía el control sobre el cumplimiento de la pena de Pablo Miranda Santillán (36), un recluso había sido condenado a 18 años de prisión por abuso sexual con acceso carnal, robo calificado, abuso de arma y portación de arma cometidos en Necochea.
Santillán falleció en la jornada del martes en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) después de que se agravara su estado, de acuerdo a los datos trascendidos.

Las fuentes consultadas indicaron a LA CAPITAL que el recluso había iniciado con los síntomas en el mes de enero y fue tratado hasta el mes de julio, cuando recibió el alta. Santillán había recibido el beneficio de ingresar al Programa Casas por Cárceles, sin embargo después de confirmarse su enfermedad fue trasladado al sector de Sanidad.

La muerte de Santillán por tuberculosis causó preocupación no solo en las autoridades de la Unidad Penitenciaria de Batán sino también en los funcionarios judiciales encargados del seguimiento de las condiciones de encierro.

“Desde comienzo de año se dejaron de hacer los controles porque la máquina para hacer radiografías no funciona. Se notó la aparición de enfermedades respiratorias y lamentablemente ahora su confirma una muerte más”, explicó un vocero judicial.

La problemática tuvo un pico importante en los años 2014 y 2015 cuando se produjeron tres muertes, en algunos casos de personas cuya enfermedad no había sido advertida por el Area de Sanidad y otras que habían sido diagnosticadas tardíamente. También en 2015 hubo cuatro pacientes que contrajeron la enfermedad.

La tasa de mortalidad de TBC en el país es de 1.8 cada 100 mil habitantes, lo que colocó el índice dentro de Batán en un guarismo elevadísimo.

A partir de aquella situación la Justicia local interpuso habeas córpus y solicitó diferentes medidas para asegurar la alimentación, la higiene, colchones, evitar hacinamiento, superpoblación y roedores.

También se ordenó entonces un relevamiento de baciloscopía para conocer con precisión la cantidad de infectados y desplegar un protocolo para controlar a los ingresantes para detectar la infección con una radiografía de tórax.

Según el Servicio Penitenciario Bonaerense, el equipo de Rayos X será “refaccionado en los próximos días y mientras tanto se derivan pacientes al HIGA para los estudios correspondientes”. Por otra parte aclaró que “en la región sanitaria que incluye Mar del Plata, Dolores y Benito Juárez hay unos 3.400 internos y 5 tienen tuberculosis, de los cuales 2 están aislados porque pueden contagiar y tres en lo que se denomina fase dos, sin posibilidades de contagio”.