Una de las siete orcas varadas en las costas de La Caleta murió cerca del mediodía en medio de las intensas tareas de recate que Prefectura, Fauna Argentina, Guardaparques, Bomberos y personal Municipal de Mar Chiquita.

De los siete animales que quedaron atrapadas entre las playas de La Caleta y Camet Norte, detrás de un campo privado junto al arroyo Los Cueros, uno falleció durante los intentos para devolverla al mar y otras dos lograron ser reingresadas al océano, según explicó a LA CAPITAL desde el lugar, Flavia Laguné, secretaria de Turismo y Medioambiente de Mar Chiquita.

La funcionaria confirmó que hasta esta mañana “todas estaban vivas” y “algunas quedaron varadas con gran parte de su cuerpo cubierto con agua pero otras quedaron descubiertas sobre la arena”.

Sin embargo, momentos antes del mediodía, luego más de dos horas de intensos esfuerzos para que reingresen al mar, uno de los ejemplares no soportó y falleció, mientras que los rescatistas lograron que otras dos vuelvan a adentrarse en el océano.

“El primer paso fue cercar todo el lugar, porque hay vecinos que se han acercado con perros y pueden provocar estrés a los animales que están varados, ya que algunos están muy sobre la orilla y muy complicados para que puedan volver a ingresar solos”, indicó Laguné.

La funcionaria descartó que los animales hayan quedados varados como consecuencia de una baja en la marea y en cambió, contempló la posibilidad de que se hayan desorientado o bien que se hayan acercado más de la cuenta hasta la costa para perseguir alimento.

“Puede ser que esté vinculado con las noticias de lobos marinos de Mar del Plata que vimos en los últimos días. Sabemos que hay muchos que han salido y las orcas persiguen su alimento, esto puede haber provocado que se acercaran mucho a la costa”, indicó, pero enseguida aclaró que más allá de las causas, los esfuerzos están centrados en devolver los ejemplares al mar cuanto antes.

Recién entre las 11.30 y las 12, luego de arduas tareas, vecinos y rescatistas lograron devolver al mar a las dos primeras orcas, hecho que se celebró con aplausos y una profunda emoción entre todos los presentes, pero también con la preocupación de que los esfuerzos no se frustren ante la posibilidad de que regresen a la playa por la fuerza de la corriente marítima.

Seguido, una profundiza tristeza invadió a los hombres y mujeres que trabajan en el lugar al constatar la muerte de uno de los ejemplares en medio de las tareas de rescate.