Desde este miércoles, la Mutual de Guardavidas se encuentra acampando frente al Municipio en busca de respuestas sobre la continuidad laboral de 87 trabajadores, que podrían quedar sin trabajo si la gestión de Carlos Arroyo decide no renovar el contrato que mantiene desde hace 25 años.

A principios de septiembre, referentes del sector le habían acercado al intendente una carta en la que manifestaban su preocupación por la posibilidad de que la comuna decidiera prescindir de sus servicios. El último contrato, firmado hace seis años, tenía fecha de finalización el próximo 31 de octubre, y nadie del Ejecutivo se comunicaba para renegociarlo. A tres semanas de ese momento, la incertidumbre no hizo más que incrementarse, al igual que la angustia de los trabajadores del sector.

“Estuvimos hace quince días acá, movilizándonos de forma pacífica, pero hoy volvimos y decidimos cortar la calle porque ni el intendente ni Mourelle (secretario de Hacienda) nos dan algún tipo de respuesta; los tiempos se acortan, la temporada está muy cerca y la paciencia se termina”, señaló a LA CAPITAL Alejandro Félix, uno de los guardavidas afectados.

Según explicó, la entidad mantiene con la comuna una relación contractual desde hace 25 años, brindando el servicio de seguridad en playas de la zona céntrica, Varese, Cabo Corrientes, Playa Grande, el Puerto y las ubicadas al sur del faro. “No queremos llegar a empañar una temporada, no queremos quemar gomas en las escolleras o tener que llegarnos a pelear con otros compañeros que cubran nuestros puestos, porque nosotros no nos vamos a mover de nuestros puestos, van a querer mandar gente y nosotros nos vamos a resistir”, advirtió Félix, recordando que el conflicto se da en el marco de la cuenta regresiva al inicio de los operativos de controles en las playas, que comienzan el 1° de noviembre.

“Por un lado incentivan que la gente venga a Mar del Plata, pero por otro, quieren crear conflicto con los guardavidas, que formamos parte de la postal de la ciudad, que es la playa”, agregó.

Duras críticas a Mourelle

Como es habitual en los reclamos laborales y sociales de los últimos meses, el secretario de Hacienda, Hernán Mourelle, fue el centro de las críticas. En esta oportunidad, los trabajadores dejaron entrever que el funcionario tendría más poder que el propio intendente.

“Queremos que Arroyo, de una vez por todas, se ponga a ser intendente y se ponga los pantalones, porque parece que el intendente es el secretario de Hacienda”, señaló.

La apreciación llega luego que el funcionario manifestara en declaraciones radiales su decisión de no seguir requiriendo los servicios de la institución.

Para justificar esa decisión, Mourelle consideró que las prestaciones ofrecidas por la entidad generan “un gasto superpuesto” debido a que brinda servicios en playas “donde hay guardavidas de los concesionarios”.

En su opinión, se trata de “un gasto sobredimensionado” que será “rediseñado” durante los próximos veranos hasta “optimizar su costo”.