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La Ciudad 7 de mayo de 2022

“Nicaragua ha construido un modelo de democracia colectiva y social”

De paso por Mar del Plata, el embajador Carlos Midence dijo que ese país tiene "los mejores indicadores sociales y económicos" de la región. Respondió críticas y anheló que la próxima Cumbre de las Américas no sea la de "Estados Unidos y sus socios".

El embajador de Nicaragua, Carlos Midence, dijo que el gobierno de Daniel Ortega es "profundamente democrático".

El embajador de Nicaragua, Carlos Midence, aseguró que su país tiene “los mejores indicadores sociales, económicos y de restitución de derechos” de la región, respondió cuestionamientos de los “medios oligárquicos” y se mostró interesado en reforzar lazos culturales y comerciales con la Argentina.

Al llegar a Mar del Plata para brindar una exposición enmarcada en el Día de la Dignidad Nicaragüense –que se celebra el 4 de mayo en homenaje a Augusto César Sandino–, el diplomático también anheló, en una entrevista con LA CAPITAL, que haya “una rectificación” de Estados Unidos sobre la posibilidad de no invitar a Nicaragua y otros países a la próxima Cumbre de las Américas, que se realizará desde el 6 de junio en Los Angeles.

–Es relativamente nuevo en el cargo. ¿Qué espera de la relación de Nicaragua con la Argentina?

–Sí, estuve casi seis años en la embajada de mi país en España. Fui trasladado para acá con la misión de reforzar los vínculos políticos, culturales, comerciales y solidarios con la República Argentina. Nicaragua es un país que tiene un amplio abanico de productos que pueden ser importantes para el mercado argentino, y viceversa. Creo que mirarnos como hermanos latinoamericanos es fundamental en estos momentos.

–¿Qué perspectiva política tiene de la región?

–Estamos viendo la consolidación de las identidades nacionales en cada uno de nuestros países, y de la unidad, que es lo que siempre ha aspirado todo el continente en el sur de Estados Unidos. Consideramos que hay una solidificación de proyectos progresistas, que están volviendo su mirada a segmentos socioculturales que habían estado postergados de la construcción de nuestras naciones. Es positivo que cada vez haya más proyectos que tienen esa mirada diferente.

 

Carlos Midence.

Carlos Midence.

 

–Aparentemente, Estados Unidos no invitará a Cuba, Nicaragua y Venezuela a la Cumbre de las Américas. ¿Cómo tomó esta noticia?

–La Celac ha pedido que estén todos los países. También lo ha hecho el presidente Manuel López Obrador, de México, y otros países. Saludamos la posición de los países hermanos. De no ser así, eso no sería una Cumbre de las Américas. Como bien dicen algunos expertos en geopolítica, será la cumbre de Estados Unidos y sus socios. Nosotros esperamos que haya una especie de rectificación.

–Hay críticas muy fuertes al gobierno de Nicaragua, al que suele calificárselo como una dictadura. ¿Cómo responde a esos cuestionamientos?

–Esa es una matriz que ha sido muy reforzada por los medios oligárquicos o lo que nosotros llamamos la prensa corporativa. En realidad, Nicaragua ha venido construyendo un modelo profundamente democrático, de democracia colectiva, social, que pone siempre en el centro a las personas, a las familias. Estamos construyendo un modelo alternativo, que en la práctica ha venido funcionando. Cuando se ven los indicadores sociales y económicos y se comparan con el resto de los países de la región, se ve que están muy por encima. Y no solamente en relación con el crecimiento económico y social, sino también en la restitución de derechos y en la redistribución del crecimiento. Sin ese crecimiento, sería muy difícil que mi país tuviera las mejores carreteras, el mejor sistema de salud, el mejor sistema de educación. Dicho por organismos internacionales como la Unesco o la Cepal. La realidad choca con la narrativa que se quiere imponer a nivel internacional.

–Cuesta entender, sin embargo, que en una elección haya candidatos presos. ¿Forma parte de la misma narrativa?

–Claro. Ninguna de las personas que están en estos momentos guardando prisión son candidatos ni jamás lo fueron. Esta gente ni siquiera tenía partido político ni habían sido inscriptos como precandidatos el año pasado (cuando Daniel Ortega ganó su quinto mandato). Pero la narrativa de la prensa corporativa ha querido instalar eso. En realidad, son personas que cometieron delitos penados por la Constitución de mi país, por leyes que vienen de los gobiernos oligárquicos. Lo que se hace hoy es aplicársela a esta gente porque estaba lavando dinero. Y ese dinero lo utilizó para desestabilizar y causar violencia.

–¿Cómo atravesó Nicaragua la pandemia?

–Es uno de los países de la región que se ha visto menos afectado, por diversos factores. En primer lugar, por la fortaleza del sistema de salud. Según el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Nicaragua es el país que más hospitales ha construido en los últimos tiempos. Hospitales bien equipados y con nuevo personal. Además, es un sistema altamente preventivo, porque tenemos mucha experiencia en la prevención de enfermedades epidémicas como el chikungunya, el zika y el dengue. Por otro lado, la población ha sido muy disciplinada, y ha acatado las recomendaciones que se la han dado desde el primer momento. En cuanto a la vacunación, creo que somos el único país en el mundo que tiene un programa de vacunación casa a casa. Las brigadas van a vacunar a los lugares más recónditos del país. Y todo eso sin confinar drásticamente a la población ni cerrar el país.