Novela histórica de un marplatense reconstruye la historia del País Vasco
Está escrita por "Soy Zaballa... heredero Gasteiztarra".
La tapa del libro, que escribió Marcelo Zaballa Figueroa.
La novela histórica “Soy Zaballa… heredero Gasteiztarra”, escrita por Marcelo Zaballa Figueroa, es una historia que hunde sus raíces en el pueblo vasco, de donde es oriundo el autor. Con investigación y datos históricos, Zaballa Figueroa se remonta trescientos años atrás para narrar la historia de su familia y de sus antepasados, en un relato que va de Vitoria-Gasteiz (capital del País Vasco) a Mar del Plata, Balcarce y otros sitios.
“La intención del libro fue descubrir quienes fueron los antepasados y no dejar que mueran en el olvido. También quise llegar a todos los vascos posibles, para que sepan sus historias. Es increíble la cantidad de vascos que hay en Argentina y en esta ciudad“, dijo el autor.
Además de estar presente el personaje Selene, abuela del autor, el libro repasa la historia de “las aguerridas mujeres vascas” y de guerreros, cultivadores, comerciantes, judíos, franceses y argentinos.
“Pude ver de cerca la cultura vasca, tan hermosa como antigua, siempre adaptándose sin perder la identidad ni el euskera, que tantas veces se quiso eliminar. Estuve en sus guerras externas e internas, donde defendieron sus contemporáneas ideologías. Compré, vendí, viajé, nací y morí dentro de España, y fuera de ella”, contó este apasionado por la cultura vasca.
Además, el libro acompaña los trayectos de los personajes, por los dominios de Bayaceto II hasta las aguas del Caribe, “donde ellos fueron los verdaderos piratas, como atestigua la verdadera historia”, dijo el autor.
“También vi el nacimiento de los Estados Unidos de Norteamérica, las independencias de América toda. Y el desarrollo de la masonería, el fin de la inquisición, la Revolución Francesa, la caída de la monarquía y el lento desarrollo de la democracia”, agregó.
El objetivo del libro, dijo, fue hacer un aporte para conocer el pasado del “apellido vasco Zaballa”. “Es un tributo a mi tatarabuela y su vasconia, y un legado para mi hija, para que ella conozca las raíces de este árbol genealógico plantado en la Zaballa, es decir, en la anchura extensa de la vida regada por el río del tiempo”, indicó.
Editado de manera independiente, el libro aún no llegó a librerías, por ahora lo vende el autor, a quien se encuentra en las redes sociales.
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