Diseñador, artista visual autodidacta, creativo multidisciplinario, José Alfonso o “Sael” -de acuerdo a su nombre artístico-, es el único argentino y marplatense nativo cuya obra fue seleccionada para ser parte del “The Flag Project”. Se trata de un concurso en el que cada participante tuvo que crear un diseño que se reprodujo en una bandera. Los ganadores forman parte de una instalación que flamea en el histórico Rockefeller Center.

Sael, de 43 años, nacido en el barrio de Don Bosco y actualmente residente en la ciudad de Buenos Aires, participó con “Emoji_on”, una obra que alude a los conocidos puentes de Nueva York, en un paisaje nocturno, luna y corazones incluídos y en una paleta multicolor que termina de unificar la idea de una sonrisa.

“Emoji_on” es uno de los 193 proyectos de todo el mundo seleccionados para este certamen. Más de mil se enviaron al concurso que busca celebrar la diversidad cultural y la resistencia de la ciudad de Nueva York frente a la pandemia de coronavirus. La bandera de Sael flamea en el Rockerfeller Center junto a otras de artistas como Jeff Koons, Marina Abramovic, KAWS, Hank Willis Thomas, Jenny Holzer, Shantell Martin y Faith Ringgold.

Consultado por LA CAPITAL, Sael contó qué lo motivó a participar. “Están sucediendo muchas cosas en Nueva York, no solo lo que ocurre por la pandemia. Lo que sucede con el racismo, por ejemplo”, dijo el artista, quien se manifestó a favor de transmitir un mensaje esperanzador y humano. “El puente como una cuestión de enlace y de comunicación, nosotros somos un puente, es un juego entre los emoji y la emoción. Es un puente que nos lleva a ser más humanos”, agregó.

También le pareció interesante que el concurso permitiera que los diseños virtuales terminaran concretándose en algo físico, una situación diferente a lo que imponen las cuarentenas. “Valoro mucho más que lo virtual se lleve a la realidad, justamente estamos al revés, lo real se va a la virtualidad porque no hay otros caminos, no nos podemos abrazar, no nos podemos tocar, ni tener una situación de cara a cara, entonces para mi esto genera ese equilibrio: entre un proyecto que se hizo en la virtualidad y se lleva a algo real, que es a lo que apunto con mi trabajo siempre”.

Con su familia en Mar del Plata, ciudad de la que se siente orgulloso y a la que regresa para reconectarse con la playa y el mar, Sael entendió que al momento de crear ese puente de colores también pensó en los suyos, que están lejos. “El puente tiene que ver con estar cerca de mi familia, para mi lo más importante con esta obra es lo que uno siente y quiere transmitir, más que adonde ha llegado”.

Sabe que el premio supone estar en una plataforma de mucha visibilidad, aunque cuenta que hace tiempo empezó a recorrer “un caminito” internacional. Ya desarrolló proyectos en Tokio, Japón, y otros los culminará en 2021. Además, en 2017 y 2018 recibió el premio Latin American Design Awards como diseñador, un galardón para el que también fue nominado en 2019.

En Instagram @eluniversosael apela a los valores que parecen guiarlo en el diseño. “Busco lo más universal, trato de generar un mensaje más universal pero que llegue a cada uno. Ahora todo el mundo está pasando lo mismo, tenemos un tema que une, nos une un cuidado, una pandemia, coincidimos con Asia, con América del Sur, con Europa. Es una oportunidad para ir a lo que somos primeramente, seres humanos, a lo primitivo desde el corazón, desde adentro hacia afuera”, observó.

“Tenemos que tratar de respetar al otro, tener una distancia pero no pensando en que yo me cuido solo, sino también cuidar al otro. De alguna manera es una oportunidad para unirnos más, aunque estamos separados, escucharnos más y escuchar al otro”, indicó.

Con experiencia en los famosos Trimarchi, Sael reconoce el talento que tiene Mar del Plata y sus artistas. “Creo que hay muchas cosas que se tienen que valorar más, valorar la creatividad que hay en Mar del Plata y que es para el mundo. Si ésto (por su “Emoji_on”) aporta un granito de arena para ese lado, bienvenido”, dijo.