“Teníamos que esperar el 150 aniversario de Mar del Plata, hace tiempo que no veníamos”, arrancó Joaquín. “Es emocionante estar acá”, dijo Lucia Galán y le pidió a las chicas que canten con ella. Y empezó la canción “Vivir sin ti no puedo”.

Tras un racconto de imágenes que recorrieron cuatro décadas de carrera, el dúo Pimpinela cantó  ante 150 mil personas que se congregaron en el Paseo Hermitage en la segunda jornada de festejos por el aniversario de Mar del Plata. Siguieron las canciones de amor “Una flor” y “Ese estúpido”. Tras ello arrancó un momento de interpretación entre ambos y con el público que siguió con “Dimelo” y enganchados “Decide” y “Valiente”.

Con su estilo único que combina actuación y canción, los hermanos Joaquín y Lucía se presentaron vestidos de blanco y con un cuerpo de baile. Desplegaron sus melodías frente a una verdadera multitud que los esperó desde temprano y que celebró cada esquech que interpretaron.

“A esa” fue coreada por la multitud, lo mismo que “Por ese hombre”, una canción que Joaquín contó que nació en Mar del Plata. Verdaderos himnos en la totalidad de su obra de este dúo querido y respetado.
Un sostén visual acompañó y completó cada interpretación con fotos de todas las epocas y fragmentos de videos.

“Solo hay un ganador” logro emocionar y abrió el momento más nostálgico. Le siguió “El cuento de nunca acabar” que mostró la capacidad vocal de intacta de ambos. Una coreografía de dos parejas de baile abrió “Corazón gitano”, mientras pasaban las imágenes del recordado video.

“Buena onda” volvió a levantar el espíritu. Y llegó “El amor no se puede olvidar” con la que recordaron a su padre ya fallecido y oriundo de España.

“Está canción es para los que perdieron a algún ser querido”, dijo Lucia. “La familia” impuso levantar las manos y seguir la melodía a viva voz entre abrazos y emoción.

Celebrada fue “traición” sobre el amor entre dos personas del mismo sexo. “Cuando lo veo” también transgrede: es la historia de amor entre una mujer veinte años más grande que él. A esa altura, el público quedó hipnotizado al revivir cada relato que también se sostuvo con videos. Benjamín Vicuña es el actor que interpreta al joven objeto del amor de esta mujer. “Y lloro” con aires españoles y flamencos completaron la historia con Vicuña.

Llegó el momento que muchas esperaban: “Por eso vete olvida mí nombre mi casa y pega la vuelta” fue el estribillo coreado con fuerza por la multitud. Arriba siguió la noche con “Hay amores que matan”, ya en la despedida del dúo. “Una estúpida más” y “Cuánto te quiero” cerraron el show en el que recordaron por qué son uno de los íconos más grandes de la cultura popular. Antes de irse agradecieron al empresario Florencio Aldrey, al intendente Guillermo Montenegro y al productor general del evento Guillermo Marin.

A bailar

Con una carrera ininterrumpida en el mundo de la cumbia y de la música tropical, Los Palmeras calentaron con el ambiente bailable de la segunda jornada de festejos.

Con sacos de un rosa plateado, Marcos Camino, desde el acordeón y Rubén “Cacho” Deicas desde la voz, empezaron el recital al aire libre y gratuito frente al frenesí popular. Un enganchado de canciones abrió el recital: La cola, Perra, El más y Chola.

Al igual que el domingo, el festejo fue multitudinario. Foto: @dronmardelplata

Siguieron verdaderos éxitos de esta banda que es llamada, amorosamente, “Los Stones de la Cumbia”, ya que vienen tocando desde 1969. “Macumbia” y “Aprenderás a llorar” fueron las composiciones elegidas para seguir con el clima de celebración.

“Están los amigos de Santa fe?”, pregunto el animador del grupo. Y tras saludar a todo el país siguieron cantando y pidiendo palmas. “Vamos país!”.

El hitazo “Bombón asesino”, que data de 2004, elevó la efusividad del ambiente casi al final. Antes pasaron “Embrujo”, “Jurabas tu”, “Te vas”, “Atorrante” y otros clásicos del grupo que nadie dejo de cantar a viva voz. También hubo una selección de canciones del rock nacional.

“Queremos el pogo más grande” anunció el locutor y arrancó De música ligera de Soda Stereo , en un set de enganchados de música nacional que siguió con “Lamento boliviano”, “La bestia pop”, “Cómo Alí” y otros.
Nacida como Sexteto Los Palmeras, este conjunto representante de la tradición musical del interior de la Argentina –son oriundos de Santa Fe capital- pusieron el calor que le faltó a la noche. Y provocaron lo que se esperaba, que nadie dudara en dejar de lado la quietud y empezara a moverse, tal como vienen haciendo cada vez que se presentan en vivo. Imposible escuchar las canciones sin acompañar con el cuerpo la cadencia del ritmo de los timbales y las tumbadoras, las melodías divertidas y las letras pegadizas.

“Donde esta tu amor, ese amor que me jurabas tu”, cantaron y el locutor de Los Palmeras pidió que siga la fiesta tras saludar a grupos de Uruguay, Chaco y Rauch que estaban entre el público con enormes carteles.

Convertido en un himno, “Soy sabalero” fue el tema elegido para despedirse de Mar del Plata. Para entonces ya nadie tenía frío: la fiesta alcanzó un momento de euforia con papel picado y todo.