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Deportes 11 de enero de 2017

Otro cachetazo previsible

San Lorenzo aplastó a Peñarol en el cuarto final

Peñarol no levanta cabeza. Estuvo en juego hasta el final del tercer cuarto. Pero no pudo aprovechar su mejor momento y San Lorenzo no se lo perdonó. El campeón tuvo un cuarto final casi perfecto y lo aplastó por 86 a 61 en una nueva jornada de la Liga Nacional de Básquetbol.

Amagó para paseo de San Lorenzo. Calfani anotó dos triples y el conjunto de Lamas -en la previa festejó el título conseguido en Corrientes en el Súper 4- arrancó 8 a 0.

Pero reaccionó rápido el equipo marplatense. Fue vital, como siempre, calibrar la mira con su lanzamiento externo. Ajustó los patrones defensivos, anotó dos triples (uno Diez y otro Gutiérrez) y enseguida pasó al frente por un doble y mantuvo el duelo en un plano de paridad durante varios minutos.

Hasta que Lamas mandó la rotación en la cancha. Sandes y Deck ingresaron muy bien y convirtieron con frecuencia. San Lorenzo ganó 20-14 el primer cuarto y sacó una máxima de once puntos (34-23) aprovechando el tradicional bajón “milrayitas” del segundo cuarto con la rotración en cancha.
Otra vez los dirigidos por Richotti parecían entre la espada y la pared. Pero en la última parte del parcial crecieron mucho defensivamente y alimentaron con frecuencia a Roberto Acuña. El pivote sumó buenas resoluciones en el poste y Peñarol se fue al apenas tres puntos abajo: 35 a 38.

Con una defensa descomunal el equipo marplatense absorbió otro mejor arranque de San Lorenzo y siguió metido dentro del partido.

El equipo de Lamas jugó incomodísimo contra la apremiante marca “milrayitas”. Incluso, estuvo varios minutos clavados en 47 puntos.

Peñarol llegó hasta 46 y tuvo varias oportunidades de pasar al frente. No las aprovechó. Por errores propios. También por la buena defensa rival.

Fue un regalo demasiado grande para San Lorenzo no haber sacado más rédito de su largo pasaje de confusión.

El campeón puso distancia una vez más con la jerarquía de Calfani y dio un golpe casi mortal con un triple de Safar sobre la chicharra final del tercer cuarto.

El zurdo marplatense siguió encendido y anotó tres triples más en el comienzo del último parcial para encabezar un parcial ofensivo fulgurante de su equipo. A esa altura Peñarol ya no tenía respuestas. La diferencia trepó a veinte puntos nada más que en la primera mitad del cuarto.

Richotti terminó con Rob Reed sentado en el banco desde mucho antes del final. Y con juveniles en la cancha durante varios minutos.

San Lorenzo se terminó floreando ante un equipo marplatense que sufrió otro cachetazo previsible. La primera gira del año viene torcida.



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