Los policías que participaron en la persecución en la que murió el maratonista José Ignacio Sallago declararon en el marco de la causa contra el conductor del patrullero que le cortó el paso al motociclista y aseguraron que actuaron acorde al protocolo de persecución.

Quienes declararon ante el fiscal son los dos policías de la comisaría primera que iniciaron en el centro la persecución de Sallago y quien iba como acompañante en el móvil de la comisaría segunda que manejaba el imputado por “homicidio culposo”, quien está representado por el abogado Martín Bernat.

El sargento que se desempeña en la comisaría primera e iba como acompañante en el patrullero 30667 marca Toyota Hilux, explicó que el domingo 20 de agosto, a las 1.50 de la madrugada, al llegar a Rivadavia y Catamarca advirtió que una moto Rouser pasaba a alta velocidad, por lo que la persiguieron con la sirena encendida y las balizas para que se detuviera.

El policía explicó que la moto, que era manejada por un hombre con el casco colocado, siguió su marcha, dobló por San Martín, luego por La Rioja y al llegar a Rivadavia fue que el patrullero en el que estaba la pudo interceptar. En ese momento es que le dicen al motociclista que baje del vehículo quien, lejos de acatar la orden se dio a la fuga.

El sargento explicó que en ese momento le avisaron al operador que una moto Rauser se daba a la fuga y comenzaron a perseguirla. El policía contó la secuencia (explicada en la pericia mecánica) y narró cómo el motociclista cruzó semáforos en rojo, “lo que podía significar un riesgo para terceros”.

Para el sargento, “el motociclista debía ir a unos 100 o 120 kilómetros por hora” (NdelR: la pericia mecánica demostró que iba, en promedio, a 92 km/h). Además, explicó que el motociclista no frenó ni hizo ninguna maniobra para esquivar el patrullero contra el que colisionó en Independencia y Paso. “Tranquilamente podía esquivarlo porque estaban todos los carriles libres. Estaba la calle despejada. Es más nosotros esquivamos al patrullero fácilmente y seguimos media cuadra, sin demasiada maniobra”, explicó.

En cuanto al protocolo de persecución, el sargento de la Policía Bonaerense explicó que se hace “siempre con precaución, balizas y sirenas siempre cuando hay persecución. La calle tiene que estar alerta que se está en una persecución. Pero desconozco si hay un protocolo en estos casos, cada uno lo tiene que resolver de acuerdo a las circunstancias del caso”.

El conductor del patrullero de la comisaría primera es un oficial que tenía dos meses de antigüedad en el momento de la persecución en la que murió Sallago. Su narración fue en la misma línea que la contada por el sargento y contó que en el patrullero que él manejaba las balizas no funcionan de manera permanente, pero que la sirena si funciona correctamente y estuvo colocada en todo momento.

Finalmente, también declaró la oficial que iba en el patrullero de la comisaría segunda, una Nissan Frontier, contra la que chocó Sallago.

La oficial explicó que estaban en Larrea y Mitre cuando escucharon en la radio que había una persecución por la avenida Independencia, por lo que fueron por Larrea y al llegar a esa avenida doblaron a la derecha en dirección a Paso.

Cuando vieron la moto, cruzaron de mano y detuvieron el patrullero. “Pensé que la moto nos esquivaba, pero no fue así, nos impactó de lleno en la parte delantera derecha. Fue todo muy rápido, la moto venía muy rápido”, recordó.

En cuanto a explicar por qué cruzaron de carril, explicó que en las persecuciones los móviles que van en apoyo intentan detener la persecución para no generar riesgos en terceros. “La idea era que la moto frenara y aminorara la marcha, pero nunca para que nos embistiera ya que nuestra vida también estuvo en riesgo”, declaró la policía.

La oficial dijo que el patrullero estaba sin las balizas encendidas al momento de cruzarlo, ya que como estaban frenados en Larrea y Mitre las habían apagado para que el móvil no se quedara sin batería y al arrancar súbitamente no las encendieron.