Por Pablo Garcilazo
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Solemos preocuparnos de la salud cuando hay una enfermedad. Es un hilo delgado, entre ambos horizontes. Dentro del campo de la salud hay varias vertientes de atención: la medicina prepaga, las obras sociales, el sistema público, los curanderos, la medicina naturista.
El doctor Edgardo hace décadas que trabaja en el sistema público. Es un médico generalista. Esos que saben de todo, saben que la realidad fuera de los consultorios es fundamental, saben que la tarea es estar bien cerquita de la gente para seguir aprendiendo. Conocer sus historias, sus sueños, frustraciones, sus miedos, cómo se vive en el barrio. Patear el barrio en y con la gente. Hacer una salud para todos.
Por acá, por el lejano oeste la gente se pregunta… ¿Cuándo va a volver? Y cuando hay una ausencia, si hay amor, compromiso, solidaridad y acciones donde cada gente es persona y es importante, hay presencia. Y vaya qué presencia. De esas que la memoria no puede olvidar aunque lo intente o crea que todo pasa y se lo lleva el viento con mucho frío.
En la Base Marambio, en la Antártida Argentina, el frío polar antártico no supera los 0 grados centígrados durante todo el año. Nuestro doctor Edgardo Marambio, sin embargo, climáticamente y humanamente con su compromiso y dedicación con la salud de la comunidad es tropical, caluroso. Como decía Federico Moura, poniendo el cuerpo y el bocho en acción.
Caminás el barrio y te encontrás con que van hilándose y tejiéndose estas historias, una red de momentos y desarrollos en torno a su salud y la comunidad.
A mí me fue ver a mi casa cuando tenía mis hijas con neumonía, estuvo con nosotros en el centro social dando charlas de salud sexual y reproductiva, después de tanto insistirme logré empezar un tratamiento para dejar de fumar, estuvo censando el barrio junto a un equipo de profesionales de la salud y nosotros, los vecinos, para poder ser mejores y más efectivos en resolver los problemas de salud de la comunidad. Vino a darnos una mano cuando el barrio estaba inundado, nos ayudó a hacer el día del niño en la plaza, ayudó a mi mujer cuando estaba postrada en una cama, fue el médico de toda la familia.
Edgardo Marambio traza desde hace muchos años la arquitectura y construcción de una casa con bases bien claras y precisas: el otro me importa y tengo que aprender con él y caminar juntos.
Hacer la salud con el corazón.

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Mirar como si fuera la primera vez lo cotidiano de nuestra ciudad y su gente. Con ese fin nacieron estos escritos, que se desprenden de los micros radiales “Acercando el oeste y Mar del Plata”. Son voces barriales desde la salud, la comunicación y la integración comunitaria.