Germán Pereyra, uno de los prófugos por el homicidio del murguero Leandro Acosta (23), ocurrido en el barrio Las Heras hace más de un mes, fue detenido este lunes a la noche cuando fue a atenderse en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA).

La novedad fue confirmada por fuentes de la Fiscalía Nº 4, a cargo de Andrea Gómez, quien este miércoles le tomará declaración indagatoria por el hecho ocurrido el 15 de noviembre pasado.

Conforme trascendió, Pereyra, de 19 años, ingresó al nosocomio local con una dolencia y fue trasladado al quirófano. Al identificarlo, se supo que se trataba de un prófugo de la Justicia, por lo que los policías del Destacamento HIGA notificaron directamente a la fiscal Gómez.

En ese momento, la instructora judicial dispuso que se montara una custodia en el establecimiento sanitario para evitar una posible fuga.

El crimen de Leandro Acosta ocurrió el último martes 15 de noviembre en el barrio Las Heras. Se produjo de noche en el cruce de William Morris y Rufino Inda, y testigos aseguraron que el ataque provino desde una moto.

La víctima, tras haber sido baleada fue llevada por allegados hasta el HIGA, donde finalmente falleció. En un comienzo, el principal sospechoso era Martín Elías Martínez, por características físicas: un testigo había manifestado que uno de los ocupantes de la motocicleta tenía un piercing en el ojo, al igual que él. Tras ser detenido, declaró y negó haber participado del crimen, lo cual fue ratificado por familiares y allegados dieron fe de estos dichos y expresaron que estaba con ellos en un negocio cuando fue el homicidio.

Después de su liberación, la Justicia de Garantías autorizó la detención de otros dos jóvenes que, se creyó entonces, eran quienes iban en la moto desde donde dispararon y mataron a la víctima: Germán Pereyra (19) y Jonathan Mariscal. Sin embargo, con el avance de la pesquisa, Mariscal quedaría finalmente desvinculado al hecho al comprobarse que no estuvo en el lugar del hecho.

Más precisamente, los investigadores pudieron corroborar que cuando la víctima fue asesinada se hallaba en la localidad de Confluencia, en la provincia de Neuquén, donde realiza trabajos de perforación. Por ese motivo, la orden de detención quedó sin efecto.

Otros testigos aseguraron que ese mismo martes 15 de noviembre en que Acosta fue asesinado, Pereyra se acercó a la casa de su abuela y dijo: “No sabés, maté a uno”, acto seguido habría dejado un arma de fuego en el lugar y huyó. Desde entonces, era considerado prófugo hasta que este lunes a la noche lo detuvieron en el HIGA.

A pesar de los múltiples allanamientos realizados, no fue hallada el arma de fuego homicida, pero sí pudieron secuestrar celulares, que podrían tener elementos de interés para la causa.