Por Ariel Martínez Bordaisco (*)

Estamos a tiempo de evitar que un tema tan importante para el futuro de nuestra ciudad se empiece a desvirtuar en debates poco inteligentes que desvían la cuestión de fondo: ¿Por qué el complejo turístico de Punta Mogotes debe ser municipal? Porque es de los marplatenses que todo el año empujan la ciudad hacia adelante. Lo conocen y lo viven, entonces es justo que puedan decidir sobre sus playas.

Los proyectos presentados en la Legislatura bonaerense tienen fundamentos claros. Más allá de variantes menores, el objetivo central es dar respuesta a una carencia: el complejo turístico con mayor tradición, el que eligen mayoritariamente las familias de Mar del Plata, está como detenido en el tiempo. En su infraestructura, en sus servicios, en su relación con el barrio del mismo nombre. Se quedó anclado en los 70.

Eso mismo sostiene el informe presentado por la Administración: una deuda, un convenio, plazos de caducidad. Todo anclado en los 70. La respuesta ya está clara: nada de eso impide avanzar en un proyecto que saque a Mogotes del olvido de una Provincia que no ha podido, o no ha querido, darle a la zona un proyecto sustentable, moderno, pensado en términos estratégicos para la ciudad y sus vecinos.

Entonces, si en 40 años no se pudo hacer, busquemos algo distinto. Mogotes debe ser para los marplatenses porque queremos ganar autonomía, no sólo administrativa, sino para definir nuestras prioridades y nuestra identidad. ¿Qué representa esa zona de la ciudad para los marplatenses?: sin dudad, caló hondo en lo que somos, porque en Mogotes hay recuerdos de niñez, hay abuelos, hijos y nietos de marplatenses. Ellos lo llenan cada año, pero no pueden decidir sobre cómo hacerlo crecer, cómo sacarlo del estancamiento en el que está.

Desde hace tiempo vengo sosteniendo que Mar del Plata debe ser de los marplatenses. En la actual forma que tiene el Estado son muy pocas las cosas que podemos decidir por nosotros mismos. A muchos de los lugares en los que nos criamos los manejan desde La Plata, o los desmanejan. Es hora de cambiar eso: es hora de lograr la ciudad autónoma de Mar del Plata, que nos permita que nuestros representantes, que tienen historia y conocimiento de la ciudad, puedan interpretar qué futuro es el mejor para todos, y puedan gestionarlo.

Que nadie nos desvíe la atención de lo que estamos discutiendo. Si no hay impedimentos, no los inventen, porque con palos en la rueda no habrá crecimiento, ni futuro. No podremos pensar juntos qué es ser marplatense, qué queremos que sea, y cómo hacer para conseguirlo. Por eso, primero que nada, Mar del Plata para los marplatenses, y Punta Mogotes también.

(*) Senador provincial UCR Juntos