Martín Mora Negretti nació en 1992 en Mar del Plata, la misma ciudad en la que murió exactamente 30 años después. Murió es una forma desentendida de decirlo, porque en realidad su deceso no fue casual: lo asesinaron cuando regresaba justamente de festejar su cumpleaños, de una puñalada por la espalda, después de un insólito episodio de violencia callejera. Fue uno más de los muchos que ocurren a diario.

Uno de los datos que tal vez más hayan sorprendido del hecho es que se produjo en un sitio transitado, como es la esquina de Rawson y Sarmiento, donde la víctima esperaba el colectivo. Otro lo constituye el hecho de que Mora Negretti era marplatense pero se había ido de la ciudad hacía tiempo, por lo que desde un comienzo en la noticia de su crimen se lo categorizó bajo el rótulo de turista. Finalmente, no deja de resultar increíble el motivo que generó la discusión y posteriormente el asesinato.

Vale recordar que Mora Negretti vivía en Buenos Aires desde hace años y que este fin de semana extra largo había decidido visitar su ciudad natal para festejar, el sábado, su cumpleaños de 30. En ese marco, había salido junto a amigos y amigas y en la madrugada del domingo se encontraba junto a tres de esas personas –un hombre y dos mujeres- en la parada de colectivo de la mencionada esquina, cuando unos adolescentes desde el séptimo piso de un edificio comenzaron a arrojarles hielos y otros objetos que casi les golpean.

Debido a esta situación, Mora y su amigo discutieron con los agresores, hubo reproches e insultos cruzados. Los dos hombres desconocían que algunos de los ocupantes del departamento C del 7° piso eran menores de edad y continuaron con la discusión, según indicaron voceros policiales.

Lo cierto es que en determinado momento varias personas salieron del edificio y confrontaron con los dos hombres, que estaban acompañados por dos mujeres. Se trataba de una mujer de 23 años y de tres menores que portaban cuchillas.

Fue en esas circunstancias que tanto Mora Negretti como el otro hombre fueron apuñalados por la espalda y cayeron heridos. Los agresores salieron corriendo hacia el edificio e ingresaron en él. Según trascendió, la joven que acompañaba a los adolescentes le habría robado el celular a una de las mujeres que estaban con las víctimas.

Cuando la policía llegó al lugar priorizó la atención médica de los heridos, e incluso un móvil se encargó de llevar al otro herido hasta el HIGA mientras abría paso a la ambulancia con un Mora Negretti en grave estado.

Poco después la policía recogió datos y llegó al departamento del séptimo piso donde detuvo a Marílyn Brisa Vera González (23) y a tres menores, uno de 13 años y dos de 14. Según trascendió dos de los menores son hermanos y sobrinos del morador del departamento, y la mujer su pareja.

Todos los detenidos fueron puestos a disposición del fiscal Marcelo Yanez Urrutia, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, que ordenó una serie de medidas aunque ya con la seguridad de que se trata de menores no punibles. En tanto Vera González fue conducida a la sede de Tribunales, donde se negó a declarar ante el fiscal de mayores en turno, Leandro Arévalo.

Los adolescentes fueron aprehendidos por los delitos de “homicidio agravado” y “homicidio en grado de tentativa”. En tanto, a la joven la imputaron por el robo de un teléfono celular, y en ese marco se negó a declarar en Tribunales.

Autopsia y próximas medidas

La autopsia confirmó que Mora Negretti fue asesinado de una puñalada mortal en la espalda y además sufrió seis cortes.

El informe de los médicos forenses confirmó que los cortes fueron superficiales en la espalda y que el puntazo fue lo que le causó una hemorragia interna que derivó en su muerte.

Por otra parte, fuentes oficiales informaron que el amigo de la víctima que también fue atacado sufrió un solo corte superficial y que, tras ser atendido por los médicos del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), fue dado de alta.

Los menores aprehendidos fueron entrevistados por el fiscal para que den su versión de los hechos, ya que por tratarse de inimputables no pueden declarar, pero sí tienen derecho a ser oídos.

De esta manera, Yanez Urrutia adelantó a LA CAPITAL que pedirá a la Justicia de Garantías una medida de seguridad cautelar con los menores inimputables para que permanezcan alojados en el Centro de Admisión y Derivación de Batán (CAD). Además, solicitará que trabaje con ellos psicólogos y psiquiatras.