La fiscal Romina Díaz avanza con la investigación del caso, aunque desde su oficina no se revelarán datos oficiales hasta tanto cuente con los resultados de los peritajes genéticos y antropológicos. De todas formas, existe ya una identificación indirecta por el marcapasos recuperado entre los restos óseos.
El reconocimiento forense de los restos óseos hallados dentro de tres bolsas en la zona de Camet se llevó a cabo este martes y se produjo así un avance concreto en la investigación del caso que tiene a su cargo la fiscal Romina Díaz.
Si bien desde la oficina de la instructora adelantaron que oficialmente no se suministrará información a la prensa hasta tanto no se conozcan los peritajes genéticos ordenados, LA CAPITAL pudo saber que desde la semana pasada se trabaja en torno a la desaparición de un hombre, cuyo paradero se denunció en el pasado mes de diciembre. También se presume, por las características del hallazgo, que esa persona fue asesinada.
Vale aclarar que en término jurídicos se necesitan de comprobaciones directas (prueba de ADN, análisis odontológico, huellas dacticoloscópicas o reconocimiento visual) para confirmar la identidad de un cadáver o restos humanos. Tal como lo había adelantado este medio, junto a los huesos descubiertos el martes de la semana pasada había un marcapasos. El rastreo de ese dispositivo posibilitó a la policía de investigación y a la fiscal Díaz conocer que correspondía al mismo aparato colocado tiempo atrás en aquel hombre del paradero desconocido desde diciembre. Por eso se pudo establecer una identificación indirecta desde lo jurídico pero con un grado de certeza total desde la práctica. A tal punto que los equipos investigativos, al conocer ese dato, se volcaron a trabajar sobre el expediente iniciado por la averiguación de paradero en diciembre.
El informe preliminar de los forenses no pudo aportar demasiado ya que se analizaron huesos de los dos pies, un torso y un cráneo, algunos de los cuales tenían restos de partes blandas. De todos modos, los médicos forenses de la Policía Científica no habrían detectado señales de impactos de bala o huellas de arma blanca.
La semana pasada, LA CAPITAL asumió el compromiso en colaboración con la pesquisa de no dar a conocer los datos filiatorios de la persona hasta tanto la investigadora disponga que es prudente para no entorpecer la búsqueda de esclarecimiento.
En esa línea, se puede señalar que se trata de un hombre que se hallaba desaparecido desde el mes de diciembre, ya que en el marco de la denuncia de averiguación de paradero realizada a fines de 2021 algunos de los testigos explicaba que el sujeto llevaba colocado un marcapasos.
De acuerdo a los pocos datos que pudieron trascender, el hombre rondaba los 80 años, vivía por la zona del centro de Mar del Plata.
Hasta ahora, toda la evidencia que hay en el expediente se orienta hacia un asesinato cuya data no puede ser precisada aún y que será difícil de establecer con exactitud en función de los restos hallados. Vale decir que la Policía Científica relevó el terreno de Scaglia al 8000 el último martes a la noche y durante la mañana del miércoles, y halló tres bolsas, una de las cuales contenía prendas de vestir, y un cráneo con la mandíbula separada.
En otro envoltorio había dos pies, también cerca de allí partes blandas ennegrecidas y oscuras, y en la última bolsa partes de un torno, donde además se apreció un marcapasos marca ST. Jude Medical Endurity Core con numeración PM2152 DDDR S/N 9291229. Precisamente este código fue el que permitió a los investigadores contactarse con el fabricante y seguir la línea de distribución hasta determinar a qué paciente se le había colocado.
Mientras se aguardan los avances antropológicos, la policía y la Justicia local ya trabajan el caso como un homicidio.