Probablemente muy pocas personas conozcan bien a Alan González, el delincuente que el lunes huyó por el ventiluz del baño de la comisaría decimosexta, pero al saber detalles que trascendieron sobre su fuga en las últimas horas lo que nadie podrá negar es su tenacidad.

En el último tiempo, González pasó por todos los estadíos. Volvió a las calles marplatenses bajo el régimen de libertad asistida después haber cumplido en prisión parte de una condena por dos robos; quebró ese beneficio al no presentarse ante la Justicia como lo había prometido al dejar la cárcel; quedó detenido nuevamente el lunes; volvió a evadirse de las autoridades en una maniobra insólita; y, finalmente, fue recapturado este miércoles.

La historia pública de este delincuente de 25 años comenzó en la madrugada del 12 abril de 2021, cuando junto a otros dos cómplices -uno lleva su mismo apellido- asaltó, munido de un arma cuya aptitud para el disparo no pudo acreditarse, a distintas víctimas en San Salvador al 7400. Los ladrones entraron en una casa donde se hallaban dos hermanos menores de edad, y luego en la vivienda lindante, donde residía una mujer con sus pequeños nietos.

Dos de los tres autores de los diferentes robos fueron identificados por su mismo apellido, González, y quedaron detenidos después en la Unidad Penal Nº 15 de Batán, a disposición del fiscal Mariano Moyano. En noviembre de 2022, tras un juicio abreviado, el magistrado Alfredo Deleonardis -hoy camarista y entonces miembro del Tribunal Oral Nº 4-, los sentenció a cumplir penas de 5 años y 8 meses de prisión; y 6 años y 2 meses, respectivamente.

En octubre de 2024, y después de pasar más de las dos terceras partes de su condena -la primera de las mencionadas- en la cárcel, Alan González solicitó ser beneficiado con el régimen de libertad asistida. Dado que hasta el momento de los hechos no tenía antecedentes penales y debido a su buena conducta posterior, el juez Juan Galarreta se lo concedió, pero le impuso una serie de requisitos indicados por la ley.

Entre las imposiciones del magistrado, figuraba expuesto que el exconvicto debía permanecer ajustado a derecho y comparecer ante el Patronato de Liberados una vez por mes hasta el final del proceso penal, previsto para principios de 2027. Sin embargo, en agosto pasado no lo hizo, por lo cual inmediatamente se dispuso su captura.

El pasado lunes, González fue interceptado en horas de la tarde por personal de la Prefectura Naval Argentina (PNA) que realizaba un operativo de rutina en Vértiz y Castex . Entonces, circulaba en un automóvil marca Volskwagen Gol de color blanco y, al ver a los uniformados, corrió con el objetivo de escaparse. Sin embargo, no lo logró en esa oportunidad y después de ser aprehendido y descubrir los efectivos que pesaba sobre él una orden de captura, fue trasladado a la comisaría decimosexta, ubicada en Camusso al 1500.

A la espera de la revisión médica, que suele demorarse horas por la falta de profesionales, para después ser trasladado a la cárcel de Batán nuevamente (en la provincia está prohibido que las personas permanezcan detenidas en seccionales), González pidió permiso para pasar al baño del primer piso. Los minutos transcurrieron y el detenido no salió.

Ante la demora, los efectivos de la mencionada seccional abrieron la puerta y notaron que se había escapado por el ventiluz. Al parecer, había quitado los vidrios de la ventana y desde la misma saltado hacia el techo de otro ambiente del inmueble.

Inmediatamente, según se sospecha, González corrió hacia el asentamiento ubicado en las inmediaciones de la comisaría, donde a comienzos de agosto había sido baleado el propio jefe de calle de la misma.

La noticia de la fuga se publicó este miércoles por la mañana en la prensa y, en medio de un operativo en una vivienda de la zona, el exconvicto volvió a ser capturado.