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La Ciudad 6 de marzo de 2017

Reclaman el desalojo de viviendas usurpadas y reubicación de familias

El pedido fue elevado por el concejal Javier Alconada a la empresa Ferrobaires. Las viviendas están ubicadas por la calle 9 de Julio y en una época solían ser habitadas por los guardas de los trenes. Una situación que arrastra más de diez años de antecedentes.

Sobre la calle 9 de Julio, a pocos metros de la Ferroautomotora, la imagen que devuelven algunas de las viviendas de la zona denota un visible abandono. Las denuncias de usurpación y los pedidos de desalojo se remontan al año 2007 y 2008, donde una situación similar dejaba al descubierto la noticia de que más de 40 familias ocupaban algunas casillas de la zona, algunas de ellas sin autorización. A través de un proyecto de comunicación, y haciéndose eco de un reclamo proclamado por los vecinos de la zona vinculado no sólo a la ocupación de viviendas sino también a la falta de higiene en el lugar, el concejal perteneciente al bloque de la Agrupación Atlántica – PRO, Javier Alconada, solicitó a la empresa Ferrobaires “que proceda al desalojo y reubicación de las familias que viven en las casillas que fueran previstas para los guardas” y “a la limpieza y desratización de las manzanas comprendidas entre las calles San Juan, 9 de Julio, Francia y Avenida Luro”.

En el documento al que tuvo acceso LA CAPITAL se destaca “la situación de abandono en la que se encuentran los alrededores de las vías del Ferrocarril, sobre la calle 9 de Julio, donde se ubican las que en una época fueron las casillas de los guardas”.

A su vez, detalla que dicha realidad “se ha visto incrementada desde que las viviendas fueron usurpadas, quedando libradas a su suerte”.
Consultado por este medio por la cantidad precisa de viviendas ocupadas y personas involucradas, el edil reconoció no saber “con exactitud” el número, pero que el pedido surgió del reclamo de “vecinos de la zona”.

Desratización y limpieza

De todas maneras, Alconada resaltó otros puntos importantes del proyecto que presentó vinculado a la limpieza y desratización de la zona.

En el mencionado proyecto, el edil sostuvo que “desde la vereda se puede ver el crecimiento de pastizales, favoreciendo la delincuencia, la instalación de basurales, la presencia de roedores y fomentando la contaminación de esos espacios”.

Al respecto, señaló que Ferrobaires le comunicó “no poseer los recursos necesarios para llevar adelante las tareas”, por lo que él mismo mantuvo una reunión con el titular del Ente Municipal de Servicio Urbanos, Eduardo Leitao, quien, aseguró, se comprometió a ayudar.

Vale aclarar que la empresa se encuentra en plenas negociaciones por su traspaso a Trenes Argentinos Operaciones, prorrogada 90 días por la gobernadora Vidal, a principios de febrero.

Antecedentes: una historia que se repite

En 2006, el por entonces presidente Néstor Kirchner ponía en marcha el proyecto de construir el nuevo predio de la Ferroautomotora. El 21 de diciembre, específicamente, se anunciaba la adjudicación de la construcción, gerenciamiento y explotación de la Terminal Multimodal de Pasajeros Ferroautomotora de Mar del Plata a la Unión Transitoria de Empresas.

De todas maneras, el sueño de los marplatenses de contar con la estación moderna demoró en concretarse y, por agosto de 2007, este diario publicaba una de las razones más fuertes: la relocalización de cerca de 30 familias de trabajadores ferroviarios que se ubicaban en las inmediaciones del territorio donde se esperaba el comienzo de la obra.

Según la información manejada, Nación, Provincia y Municipalidad, por entonces administrada por la gestión del ex intendente Katz, acordaron resolver el problema de manera conjunta. Pero no fue hasta enero de 2008, ya bajo el primer mandato de Gustavo Pulti, que se conocieron las cifras del censo realizado en octubre 2007, desconocidas hasta el momento. Así se conoció que el número real de familias eran 42, de las cuales 29 correspondían a empleados de la empresa.

Con el correr del tiempo, y tras un trabajo de relocalización, el adjudicatario logró comenzar a ejecutar la inversión, pese a que las imágenes actuales devuelven una realidad similar.