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El País 29 de octubre de 2016

Recondo sobre reforma del Ministerio Público Fiscal: “Cuando un proyecto se manosea tanto, hay que borrarlo”

Al magistrado no le parece adecuado que se trate de poner una fecha de caducidad al mandato de Gils Carbó. No obstante, reconoce que la procuradora "traba las investigaciones al kirchnerismo".

Ricardo Recondo, presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia, cuestionó hoy la posibilidad de que el Gobierno siga adelante con el proyecto de reforma del Ministerio Público Fiscal.

Recondo advirtió que “cuando un proyecto se manosea tanto, hay que borralo y empezar de nuevo”.

El magistrado insistió en que no le parece “adecuado” la iniciativa del Gobierno que pone una fecha de caducidad al mandato de la procuradora Alejandra Gils Carbó y que fue criticado por un sector del oficialismo y de la oposición.

“La doctora Gils Carbó tiene un cargo vitalicio, debe ser removida si es que existe un merecimiento para ello en un proceso justo donde tenga derecho de defensa”, sentenció Recondo en declaraciones a radio Cooperativa, donde subrayó que “en la medida que limite la duración del mandato” el proyecto “es inconstitucional”.

Sin embargo, el juez reiteró que la procuradora general de la Nación “está colaborando efectivamente para trabar las investigaciones de la corrupción especialmente al grupo que ella representa, que es Justicia Legitima, o sea, el kirchnerismo”.

En cuanto a la alternativa de que el Gobierno avance en un juicio político contra Gils Carbó, dijo que de esta forma “no se estarían violando las normas para una funcionaria que originalmente fue nombrada con cargo vitalicio”.

Consultado sobre la posibilidad de que el oficialismo le introduzca cambios al proyecto para reformar el Ministerio Público Fiscal y así volver a discutirlo en comisión, consideró que “cuando un proyecto se manosea demasiado hay que borralo y empezar de nuevo”.

El magistrado también respondió a los cuestionamientos por los retrasos en las causas por presunta corrupción y juzgó que “los tiempos de la justicia no son los tiempos de la política o de las ansiedades de la gente”.