“…necesitamos que nos ayuden en la tarea de incorporar la lectura como una acción natural y feliz.”
Lidia Blanco

Por Esther Mora y Elena Stapich
Integrantes de Jitanjáfora

A veces los adultos pensamos en regalar libros a los chicos en Navidad o Reyes, pero la tarea se dificulta si no estamos en el tema. No todas las librerías poseen personal especializado y la cantidad –y variedad- de material puede ser abrumadora. Aquí van algunas sugerencias para los más chicos.

* Para los más pequeños

Pequeño rey, ¿quién eres tú?, Antoine Schneider – Ilustraciones de Isabel Pin, Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora. 2011
Una historia de encuentros y encadenamientos, donde se reiteran las frases “Yo soy yo”, “¿Quién eres tú?”. Pero con una vuelta de tuerca interesante, ya que la aventura viajera del pequeño rey comienza cuando el pájaro amarillo lo invita a entrar dentro del libro.

Tan tarde, Giovanna Zoboli – Ilustraciones de Camila Engman, Buenos Aires, Adriana Hidalgo. 2014
En tiempos en que conviene revalorizar la ternura (pero no la ñoñería) este libro para los más pequeños manifiesta una profunda empatía hacia los niños, a quienes los adultos vivimos diciendo que tal cosa o tal otra no se pueden hacer porque es “taaan tarde”. Haciendo uso de una metáfora, “tan tarde” se convierte en un lugar, al que Ricardo quiere ir y lo logra, mediante la ayuda de tres amigos: el oso –que lo lleva en bicicleta-, el gato que ilumina en la noche el camino y la señora ciervo, que cierra la alegre caravana.

* Para quienes ya leen solos

Botánica poética, Juan Lima, Buenos Aires, Calibroscopio. 2015
Lima –con gran trayectoria como ilustrador- despliega una poesía coloquial en diálogo con fotografías en las que vibra el color y se despliegan bellas formas, jugando con la alteración del tamaño y la combinación de elementos que generan nuevas especies para una botánica sorprendente.

Ver llover, Germán Machado y Fernando de la Iglesia, Buenos Aires, Calibroscopio. 2010
Un libro de poemas que despliegan variaciones sobre la lluvia: diferentes intensidades, diversos colores, variados puntos de vista: “La lluvia tiene rincones / donde las arañas cuelgan / la paciencia de su espera.” La sutileza de la rima asonante se une a la personificación de los elementos de la naturaleza y aún de los artificiales.

El día que los crayones regresaron a casa, Drew Daywalt – Ilustraciones de Oliver Jeffers, México, Fondo de Cultura Económica. 2016
La historia, que comenzó con la renuncia de los crayones, hartos del maltrato al que los sometía Duncan, cuenta aquí el regreso a casa, anunciado a través de postales que el niño recibe desde los lugares más inesperados. El resultado es una historia divertida que habla de la vida secreta de los objetos y de la particular relación de los niños con ellos.

*Para lectores en carrera

Árboles de pan, Julia Rossi – Ilustraciones de Nicolás Arispe, Córdoba, Comunicarte. 2015.
La autora conjuga la brevedad, la ternura y la magia de la amistad de una abuela con los pájaros. Aparece de manera sutil el tema de la muerte y el retorno de ese ser amado a través de lo sembrado, que la lluvia transforma en árboles de pan.

El hombrecito de polvo, Perla Suez – Ilustraciones de María Wernicke, Córdoba, Comunicarte. 2015
Un hombre agresivo, vanidoso, amargo, lleno de rencor, un hombrecito de polvo, atrapa, encadena y maltrata a un cóndor. Se obsesiona con el cóndor, pero eso lo enfurece y decide liberarlo. Libre, al fin, el pájaro puede volar. En un intento de imitarlo el hombrecito se desvanece como polvo. Puede ser un libro para los más pequeños, pero también invita a otro abordaje para los lectores más avanzados.
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