Revelaciones sobre el cerebro, corazón y psicología de la mujer
"Los hombres no conocemos a la mujeres", asegura el doctor Daniel López Rosetti, quien lanzó un libro cuyo título lo dice todo: "Ellas".
El doctor Daniel López Rosetti formó parte del ciclo Verano Planeta.
por Albertina Marquestau
Informar y ayudar a comprender el funcionamiento del cuerpo femenino y revelar lo que para muchos son misterios, fue lo que se propuso el doctor Daniel López Rosetti al escribir “Ellas”, un libro que publicó Planeta y donde se hecha luz sobre los secretos del cerebro, corazón y psicología de la mujer.
Cerebro y corazón de diferente tamaño, cambios hormonales más frecuentes, distinto abordaje a la hora de resolver un conflicto, son algunas de las cosas que hacen a las mujeres y hombres desiguales. “Más allá de las diferencias debo decir que somos complementarios, ni mejores ni peores”, advierte López Rosetti quien enseguida alerta: “Pero los hombres no conocemos a las mujeres”.
De paso por Mar del Plata, donde participó de la 20º edición del ciclo Verano Planeta, el médico explicó por qué los hombres son más violentos, y los motivos por los que las mujeres tienen tasas altas de mortalidad por problemas cardíacos.
– ¿Se siente cómodo haciendo defensa de la mujer como médico?
– Sí, me siento cómodo. El emergente de este trabajo tiene que ver con que es un tema que abordamos con frecuencia en la cátedra que dicto de Psicofisiología en la Facultad de Psicología. La psicofisiología es el argumento científico de las emociones y los procesos de orden cognitivo como: la razón, concentración, estudio, memoria, manejo de emocionalidad. Cuando viene el tema de género, identidad, sexualidad, es provocativo y sumamente interesante para todo el estudiantado. El segundo punto que motivó este libro se relaciona con la construcción machista de la sociedad. La mayoría de los hombres saben muy poco de mujeres. Si armo un grupo de hombres amigos y les hago tres preguntas básicas sobre mujeres (y no me refiero solamente a la cuestión sexual), sino a la emocionalidad, el por qué de la intuición, de la multitarea, la importancia de la llamada ginecogrisis, del embarazo, de la menopausia; hay un montón de cosas en las que el hombre no sabe.
– Y la mujer, ¿sabe de ella?
– La mujer también es limitada en sí misma y hay mucho mandato aceptado y no cuestionado.Yo he notado que este libro más allá de que en general lo compran las mujeres, muchas se los pasan a sus maridos o parejas. Me parece que da una oportunidad de aumentar la comunicación bilateral, incluso me pasó a mí. El hecho de reflexionar sobre estos temas ha promovido que uno tenga una visión más amplia.
Emociones
– Los cambios emocionales en las mujeres, tan criticados por muchos hombres, tienen una razón de ser y de eso cada vez se conoce más aunque muchos no quieran verlo.
– Sí, tanto en el corazón como en las hormonas pasan cosas. Las hormonas son conductas, cualquiera popularmente sabe que una disminución de la tiroidea disminuye la actividad psíquica, puede modificar el peso, da cansancio, y una serie de cuestiones. Lo mismo sucede con las hormonas del ciclo ovárico que generan cambios hormonales y tienen consecuencias emocionales o conductuales. Esto sucede, y las mujeres aprenden a veces espontáneamente o no, a manejarlo. Una mujer con síndrome premenstrual debe saber que no es el mejor momento para tomar una decisión, o mantener una discusión, y lo mismo debería saber su pareja. No es un concepto reduccionista, la genética importa al igual que la biología, pero lo que la persona hace -la psiquis humana-, es mucho más que el basamento físico. Sin embargo los fundamentos biológicos y físicos determinan nuestras conductas, y en la mujer es muy claro.
– ¿Qué conductas nos hacen diferentes?
– Desde nuestra vida ancestral sabemos que tenemos conducta de hombres monos. Evidentemente el más agresivo es el hombre -todos los mamíferos con visión frontal son agresivos-, porque no aprendieron a controlarse desde el punto de vista cultural -el súper yo freudiano-. La violencia de género tiene que ver con eso básicamente. El hecho de que el hombre agreda a la mujer tiene que ver con una falta de desarrollo cultural en esa persona que haga que se comporte con una violencia que no le debería ser propia. Que el hombre es más agresivo que la mujer también es claro si se tiene en cuenta que la población carcelaria es un 90% hombres y el 10% de mujeres lo son muchas veces en consecuencia a los hombres porque son mulas de drogas o están en alguna banda. Desde el punto de vista histórico el macho iba a cazar y la hembra cuidaba a las crías, defendía a todo. Esto revela por qué los cuadros de ansiedad, ansiedad patológica y generalizada, trastorno obsesivo compulsivo, estrés post traumático, son enfermedades más frecuentes en la mujer que en el hombre -excepto el síndrome bipolar que se da igual en ambos sexos-. Pero todos los trastornos de ansiedad son más frecuentes en las mujeres, parte de lo que la ciencia considera en este sentido es que la ansiedad es una variable del miedo.
Tamaños
– ¿El tamaño del corazón y del cerebro son diferentes entre el hombre y la mujer?
– Sí, los anatomistas del Siglo XVII creían que la mujer era más inteligente porque tenía un cerebro más chico, y esto no es así. Hoy sabemos que el cerebro de la mujer puede ser un 5 o 7% más chico pero básicamente porque tiene neuronas más interconectadas y juntas. Y pasa algo que es metafórico que es el hecho de que en el embarazo el cerebro se le achica aún más pero no la cantidad de neuronas. Se achica el volumen, las neuronas son las mismas y las interconexiones aumentan. Cuando la mujer está embarazada hay un dicho de que “está en la luna de Valencia” y esto no es casual, está demostrado que el 70% de las mujeres embarazadas resisten a aprender cosas nuevas y esto es porque toda su dedicación hormonal, física y emocional va al único producto que le interesa a la naturaleza, a Dios o a la mujer, que es la cría. Así como se achica el cerebro, se le agranda el corazón porque al aumentar el volumen sanguíneo se agranda el corazón porque está la sangre del bebe y la placenta. También se la agrandan los riñones porque tiene que circular más sangre, al igual que la glándula hipófisis que controla el resto de las funciones glandulares, y la tiroides. Con respecto al corazón hay dos aspectos que son muy potentes. Primero hay que saber que la primera causa de muerte hoy en la mujer no es la ginecológica, sino la cardíaca. Eso cambió en los últimos 50 años radicalmente, fue paulatino pero en el 2007 la cantidad de muertes de mujeres por enfermedad cardíaca superó a la de los hombres.
– ¿Por qué?
– La primera causa es el estrés femenino. La mujer hace todo lo de siempre más el trabajo, el estudio y otras cosas, por lo cual tiene una doble imposición que genera el estrés femenino. Segundo, el éxito de las tabacaleras, la mujer hoy fuma. Si asociamos arteriosclerosis condicionada por estrés y tabaco, eso explica qué sucede. El otro punto es que el dolor de origen coronario no es igual en el hombre que en la mujer. En el hombre el dolor es agudo, en la zona de la corbata, que irradia en el cuello, hombro y antebrazo izquierdo, puede ir a la boca del estómago y la espalda, acompañado a veces de sensación de hipotensión, náuseas, vómitos, transpiración. La mujer puede ser totalmente distinto. Suelen ser episodios de falta de aire, dolor de pecho, “el otro día me dolió el pecho, tenía palpitaciones pero tenía que ir a buscar a los chicos al colegio y se me pasó”, es algo que uno escucha y a los 10 días a lo mejor tiene un infarto. El otro elemento es que hay una enfermedad cardíaca que se llama síndrome de corazón roto que es un cuadro clínico muy parecido a un infarto, con insuficiencia cardíaca que tiene una mortalidad del 5 al 7%, y en realidad las coronarias están sanas. Eso se produce por una disminución de la capacidad contráctil del corazón en circunstancias en las cuales el paciente tuvo un evento emocional intenso de orden negativo. Lo curioso es que el 95% de estos pacientes son mujeres en edad post menopáusica. Es una enfermedad emocional femenina que afecta al corazón y puede matar.
– ¿No caben dudas que la mujer es más compleja?
– Sí, es más compleja en todo sentido. Por ejemplo con el abordaje de los estresores y la circunstancias estresoras en la vida. Se denomina estresor a toda aquella circusntancia que es amenazante para mis intereses. En un hombre son todas las amenazas de la territorialidad, es decir lo que tiene que ver con el manejo de poder, las pertenencias, la propiedad y la autoridad. Todo lo que amenaza la autoridad del hombre es muy estresante para el sexo masculino.
– ¿Qué es estresante para una mujer?
– Lo que amenaza a su grupo de afinidad, su familia, su pareja, sus vínculos y relaciones sociales. La mujer cuida mucho eso. ¿Cómo aborda el estrés cada uno? El hombre en forma directa y si puede resolver el problema en un sólo round sin mayor importancia de los efectos colaterales. La mujer tiene más condiciones para diferir la acción directa, para manejar la emocionalidad -personal y ajena-, y coparticipar los vínculos y buscar apoyo social. El abordaje es distinto. Básicamente hay diferencias entre el hombre y la mujer, pero son complementarios, ni mejores ni peores.
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