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El País 28 de abril de 2023

Ricardo Alfonsín: “A Alberto Fernández le ha pasado lo mismo que a mi padre”

El embajador argentino en España establece un paralelismo entre el actual presidente y Raúl Alfonsín, ya que a ambos les tocó gobernar un país "muy difícil".

El embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín, repasa en una entrevista con EFE la figura de su padre, al frente del Gobierno de 1983 a 1989, y el futuro del país. Foto: EFE | J.P. Gandul.

Por Lucía Alegrete

MADRID, España.- Para el embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín, al presidente Alberto Fernández le ha tocado gobernar una Argentina “muy difícil”, algo similar a lo que le sucedió a su padre, Raúl Alfonsín, cuando se hizo cargo del primer Gobierno democrático tras la dictadura militar.

Argentina conmemora ahora 40 años de democracia ininterrumpida desde entonces y, con tal motivo, Alfonsín repasa en una entrevista con EFE la figura de su padre, al frente del Gobierno de 1983 a 1989, y el futuro de su país, con las elecciones presidenciales a seis meses vista.

“Hay mucha gente que tiene una mirada crítica de lo que fue la gestión de mi padre desde el punto de vista económico, pero lo cierto es que se le reconoce como una persona que, como dijo el presidente Alberto (Fernández) en su último discurso cuando desistió de ser candidato, nunca dio un paso en contra de lo que creía que debía hacer para que el pueblo no sufriera más”, señaló el diplomático argentino.

Por eso, Alfonsín (Chascomús, 2 de noviembre de 1951) establece un paralelismo entre el actual presidente y su padre, ya que a ambos les tocó gobernar un país “muy difícil”.

Fernández, dijo, se encontró una Argentina “con una deuda imposible de pagar, donde al poco llegó la pandemia, con las consecuencias económicas que supuso. Luego la guerra, que costó al país en materia de energía 6.000 millones de dólares, y ahora una sequía sin precedentes”.

Sin embargo, Alfonsín valoró que los dos últimos años se haya registrado “un crecimiento de la economía”, acabando con una recesión de varios años, mejorando los niveles de recaudación prepandemia o consiguiendo niveles de exportaciones récord.

Imposible, a pesar de todo, resolver el problema de la inflación: “Alberto heredó un 54 % del anterior gobierno y ahora estamos en el 100 %, es algo que no hemos podido controlar, y cualquiera que sea mas o menos serio reconocería que era imposible de manejar, o al menos de eliminar, en las circunstancias que había que gobernar”.

Alfonsín recordó que durante la presidencia de su padre, en Argentina se produjo una hiperinflación que alcanzó una tasa mensual del 200 %, con un aumento exponencial de los precios, una rápida pérdida del valor de la moneda y un gran empobrecimiento de la población.

Esta fuerte crisis económica generó su renuncia unos meses antes de acabar su mandato, siendo reemplazado por el peronista Carlos Menem en julio de 1989.

La recuperación de la democracia

Con el regreso de la democracia a Argentina en 1982, se “recuperó la dignidad” después de la dictadura más “sangrienta y brutal” que se conoció en el país, y probablemente en toda América Latina, según el diplomático.

“Nosotros hicimos lo que no se hizo en ningún lugar del mundo porque se dieron ciertas condiciones, dijo sobre la decisión “del pueblo” de juzgar a los militares.

El juicio a la Junta militar “fue lo que consolidó más la democracia, pero también lo que más la complicó”, señala Alfonsín, quien recuerda que su padre no sabía si al día siguiente estaría preso o no.

Ese juicio, que se realizó durante el gobierno de Raúl Alfonsín, ha quedado reflejado en la película “Argentina 1985”, galardonada con numerosos premios, entre ellos el Goya o el de Mejor Película en los recientemente celebrados Premios Platino.

“El cine es un recurso fundamental para generar conciencia”, apunta el embajador argentino en Madrid, para quien no se puede hacer ninguna transformación en democracia si no hay una sociedad que la sostenga en el tiempo, con individuos “muy bien formados y con mucha conciencia”.

Alfonsín subrayó la importancia de recordar el pasado: “no hay que cerrar los ojos o tener espíritu de venganza, hay que ser conscientes de lo que es capaz de hacer el hombre cuando se dan ciertas circunstancias”.

Y en ese sentido mostró su preocupación por lo que ocurre a nivel mundial con ciertos “liderazgos autoritarios” que no se sabe cómo pueden evolucionar.

EFE.