River acrecentó su dominio absoluto en la historia reciente de los grandes cruces ante Boca. Otra vez, como viene sucediendo en el último lustro, el equipo de Marcelo Gallardo festejó ante su rival de toda la vida en un cruce trascendental. Ya lo había hecho el año pasado en la final de la Copa Libertadores y en la Supercopa Argentina. También en los cuartos de la Libertadores que terminó ganando en 2015 o en una Sudamericana previa.

Esta vez fue en las semifinales de la Libertadores y el festejo se dio en La Bombonera. Allí River defendió el 2-0 conseguido tres semanas ante en el Monumental y con el 0-1 se clasificó para una nueva final de la Copa Libertadores. Entre Flamengo y Gremio saldrá su rival.

A Boca, en tanto, le quedó el dolor de la eliminación. Y el consuelo de al menos haber exigido a su rival en esos diez minutos finales en los que llegó al gol y se puso a tiro de los penales.

El equipo de Gustavo Alfaro no se llevó por delante a su rival de movida, como algunos especulaban. Es que River, fiel a su filosofía, lejos de resguardarse en campo propio salió a intentar ser protagonista.

No obstante, en ese contexto en el que a los dos les costó generar real peligro, Boca se sintió más cómodo cuando recuperó la pelota con River volcado en ataque y pudo salir rápido de contra.

Pasado el primer cuarto de hora, los de Marcelo Gallardo comenzaron a encontrar un resquicio para descansar con la tenencia con un par de apariciones de Nicolás De la Cruz bien pegado contra la raya, por izquierda.

De todos modos Boca sólo lograba inquietar con la pelota parada, en la que sus jugadores ganaban de arriba en el área de Armani. Le costaba llegar con juego asociado.

Lo de River en cambio se vislumbraba más natural. Con sus circuitos de juego más aceitados aún cuando no pudiese poner un hombre propio de cara al gol.

La más clara del primer tiempo, a los 43′, fue a partir de un despeje fallido de Enzo Pérez dentro del área chica, luego de un córner rival, que generó una gran tapada a puro reflejos de Armani para despejar con un manotazo sobre el travesaño.

Fueron unos primeros 45′ cargados de tensiones y con pocas emociones frente a los arcos.

En el complemento, Boca casi se encuentra con el gol de movida, cuando a los 20 segundos Abila recibió sólo, dentro del área, pero no pudo dominar el balón, se le escurrió entre sus piernas y permitió la recuperación de la defensa “millonaria” que pudo neutralizarlo.

Pasado un primer cuarto de hora en el que Boca seguía sin encontrarle la vuelta al partido, Alfaro tomó mayores riesgos al mandar a la cancha a Mauro Zárate y Jan Hurtado por Almendra y Abila.

Con Boca jugado y partido en dos, River empezó a tener un panorama favorable para salir rápido de contra. Era cuestión de ser preciso en tres cuartos de cancha para poner un hombre mano a mano con Andrada.

Pero cuando parecía asunto cerrado Boca encontró el gol por la única vía posible, la pelota parada, y le puso algo de incertidumbre al final.

Iban 35′ cuando en un nuevo envío desde la derecha, Lisandro López la bajó de cabeza en el segundo palo y Hurtado atropelló para empujarla al gol frente al arco.

El gol encendió al público de Boca. Pero también a River, que comenzó a defender más con la pelota para frenar la reacción del local.

Al cabo, Boca ya no tuvo herramientas para volver a marcar y el 1-0 no le fue suficiente.
Pese a la derrota, River festejó en La Bombonera, dejó en el camino otra vez a su eterno rival y jugará una nueva final de Copa Libertadores.

La síntesis

Boca Juniors 1
Andrada; Buffarini, Lisandro López, Izquierdoz y Más; Salvio, Almendra, Marcone y Alexis Mac Allister; Tevez y Ábila. DT: Gustavo Alfaro.

River Plate 0
Armani; Montiel, Martínez Quarta, Pinola y Casco; Ignacio Fernández, Enzo Pérez, Exequiel Palacios y Nicolás De La Cruz; Matías Suárez y Santos Borré. DT: Marcelo Gallardo.

Gol: en el segundo tiempo, 35′ Hurtado.

Cambios: en el segundo tiempo, 15′ Mauro Zárate por Almendra y Jan Hurtado por Abila, 21′ Lucas Pratto por Santos Borré, 25′ Paulo Díaz por Casco, 36′ Sebastián Villa por Mac Allister e Ignacio Scocco por Suárez.

Cancha: Boca Juniors.
Arbitro: Wilton Pereira Sampaio (Brasil).