Los resultados de las pericias toxicológicas realizadas al joven detenido por haber atropellado y matado al taxista Antonio Szapiel (68), confirmaron que el imputado por “homicidio simple con dolo eventual” conducía alcoholizado y drogado.

Según informaron fuentes judiciales consultadas por LA CAPITAL, el análisis de sangre realizado a Agustín Daniel Pelegrino (22) indica que esa madrugada fatal del 15 de abril tenía 1,5  gramos de alcohol por litro de sangre, el triple del máximo legal permitido.

Además, las pruebas de orín realizadas a Pelegrino confirman que el joven, además de estar alcoholizado, había consumido cantidades no determinadas de cocaína y marihuana.

En los últimos días, la fiscal Andrea Gómez amplió la declaración de los testigos, quienes ratificaron sus dichos y en todos los casos destacaron la “violencia” del choque y la velocidad en a que iba el auto conducido por Pelegrino.

Con el resultado de las pericias toxicológicos y estas ratificaciones de los testigos, la fiscal Gómez pedirá esta semana la prisión preventiva para Pelegrino, quien se encuentra alojado en la Unidad Penal 44 de Batán.

Por otra parte, el 15 de mayo se realizarán las pericias accidentológicas que, sumadas a las pericias mecánicas y las planimétricas podrán determinar la velocidad a la que conducía Pelegrino al momento de impactar el taxi de Szapiel.

15 minutos fatales

El domingo 15 de abril, cerca de las 5 de la madrugada, Agustín Daniel Pelegrino robó un Toyota Corolla que estaba dentro de un garaje de una vivienda en San Martín al 4400.

Según los registros de las cámaras de seguridad, a las 5.10 el Toyota Corolla manejado por Pelegrino estaba en Luro y Dorrego y desde allí condujo hasta la calle España, donde dobló hasta tomar San Martín.

Desde San Martín, Pelegrino fue hasta La Rioja, allí dobló y luego tomó en contramano la Diagonal Pueyrredon, donde chocó a unos autos estacionados y, al llegar a Rivadavia, también dobló en contramano.

Pelegrino, quien manejaba alcoholizado y drogado, condujo en contramano por Rivadavia hasta Santiago del Estero, donde también dobló en contramano hasta la avenida Luro. En esta oportunidad sus maniobras imprudentes fueron vistas por la policía, que comenzó a perseguirlo.

Una vez en la avenida Luro, Pelegrino pisó el acelerador a fondo del Toyota Corolla y, a gran velocidad fue hasta Buenos Aires, dobló a la derecha y siguió acelerando el vehículo para intentar escapar de la policía.

Pelegrino perdió el control del vehículo que había robado al llegar Falucho y chocó contra un taxi Renault Logan, golpeándolo en el lateral trasero derecho con tanta fuerza que provocó que el taxista, Antonio Szapiel, saliera despedido del vehículo y muriera prácticamente en el acto.

El choque fue registrado por las cámaras de seguridad y sus relojes marcaban las 5.15.

Los conductores de otros vehículos que presenciaron el accidente frenaron para asistir al taxista, también algunos transeúntes que pasaban por la zona. Esta situación fue aprovechada por Pelegrino, que intentó escapar de la escena, pero finalmente fue detenido por la policía a las pocas cuadras, en Falucho y Arenales.