CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Policiales 16 de abril de 2020

Rodríguez se negó a declarar y el fiscal le pidió la prisión preventiva

El fiscal Fernando Castro intentó conocer más sobre el crimen de Claudia Repetto (54), pero el femicida confeso Ricardo Rodríguez (54) no quiso declarar.

Un amigo de los hijos de Repetto fue quien localizó a Rodríguez y lo retuvo.

Ricardo Rodríguez (54), el hombre que admitió haber asesinado a su ex pareja Claudia Repetto (54), se negó a declarar este jueves ante el fiscal del caso, Fernando Castro, quien luego elevó el pedido de prisión preventiva.

Asistido por los representantes de la Defensoría Oficial Nº 2, Rodríguez llegó a Tribunales en horas de la mañana y cuando Castro lo citó en su despacho para que diera más detalles de lo ocurrido, como había dicho que haría al momento de ser detenido, rechazó esa posibilidad sin más argumentos.

Tras la breve diligencia, Rodríguez fue trasladado nuevamente a la cárcel de Batán por personal del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), y allí permanecerá alojado mientras continúa desarrollándose el proceso judicial.

Es que el fiscal Castro solicitó que la juez Rosa Frende dicte la prisión preventiva de Rodríguez, por entender que existen riesgos procesales para su libertad y que la pena en expectativa de los cargos que afrontan es la máxima: perpetua.

Al mismo tiempo, el fiscal presentó su declinatoria a la causa y pidió que se resuelva en favor de enviar la causa al fiscal Leandro Arévalo y al juez de garantías Saúl Errandonea. Esta es una cuestión técnica debido a que el momento el asesinato de Repetto fue fijado en la noche del domingo 1 de marzo, de acuerdo a una aproximación forense y, en particular, a la confesión de Rodríguez. El turno del fiscal Castro y de la juez Frende comenzaron el lunes.

Respecto a la negativa de Rodríguez de declarar, consultadas por LA CAPITAL, fuentes de la causa no descartaron que pida volver a ser citado a declarar en un futuro, aunque tampoco lo aseguraron. “Puede hacerlo cuando quiera, pero se desconoce si querrá. Había dicho que más adelante iba a hablar pero al final no lo hizo”, mencionó un informante en diálogo con este medio.

El caso Repetto tuvo en vilo a la ciudad durante todo el mes pasado, hasta que el cuerpo de la víctima apareció enterrado en la zona sur del partido de General Pueyrredon, y Rodríguez fue atrapado por los propios familiares de la mujer tras permanecer desaparecido, primero, y prófugo después, más de 20 días.

En la noche del 1° de marzo Rodríguez interceptó a Repetto en el pasillo del PH de Don Orione al 1500 donde ambos vivían, cada uno en un departamento distinto. Repetto debía encontrarse con un amigo que la esperaba a la vuelta de la esquina para, justamente, evitar ser visto por Rodríguez, quien mantenía un hostigamiento permanente hacia la mujer.

Esa misma noche, de un golpe en el rostro, Rodríguez le provocó la muerte a Repetto, aunque el fallecimiento según la autopsia se debió a la broncoaspiración de sangre. En horas de la madrugada, ya del lunes, Rodríguez acondicionó el cuerpo (lo envolvió en una manta y luego en una bolsa de color verde), lo cargó en una motocicleta y lo llevó hasta la zona sur de Acantilados, donde lo enterró en un hormiguero.

Pese a que 3 días después la pala con la que Rodríguez hizo el pozo fue encontrada a sólo 20 metros de allí no se pudo detectar el cadáver.

El 27 de marzo por la noche, Rodríguez, luego de permanecer oculto en sitios desconocidos (algunas cámaras de video lo captaron días antes caminando por la misma zona de la ciudad) fue atrapado por amigos y familiares de Repetto cuando circulaba en bicicleta.

Al día siguiente declaró ante el fiscal Castro e indicó el sitio donde estaba el cadáver, además de explicar escuetamente que tuvo un ataque de celos y que eso provocó la maniobra que derivó en el asesinato de Repetto.

Rodríguez afronta la imputación de homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido por un hombre mediando violencia de género.