Un par de zapatillas Nike de color marrón y bordón, y suela blanca, acabaron por ser la pista clave para descubrirlo. Con ellas, según las víctimas y los testigos, había cometido el asalto en el almacén el último 6 de julio: estaban en su celda. Sí, en la cárcel, porque el autor del robo no era otro que el recluso Gustavo Alejandro Alvarez Torres, de 37 años.

La investigación del caso, a cargo del fiscal Fernando Berlingeri y personal de la comisaría cuarta, determinó que uno de los delincuentes que habían entrado al comercio ubicado en 9 de Julio al 5000, y amenazado a su dueño, de 63 años, con un arma de fuego, es un hombre que está preso por otro hecho similar ocurrido en diciembre de 2016.

Un allanamiento realizado en la propia Unidad Penitenciaria N° 15 de Batán ratificó la hipótesis de los pesquisas: en la celda ubicada en el sector de “Casas por Cárceles”, programa con el cual Alvarez Torres, era beneficiado al atravesar el final de su condena por el caso anterior, los uniformados encontraron las mencionadas zapatillas.

En simultáneo, se llevó a cabo otro operativo en una vivienda de Termas de Río Hondo al 2500, donde se secuestraron cinco cartuchos de una pistola calibre 9 milímetros y uno de calibre 38 milímetros.

Al segundo delincuente aún no lo identificaron, pero los trabajos para dar con él continúan, informaron fuentes de la causa.

Con respecto a Alvarez Torres, el fiscal Berlingeri lo imputó por el delito de “robo agravado por haber sido cometido con arma de fuego”, y se determinó que permanezca alojado en el penal de Batán, aunque en una celda común.

En el asalto cometido en el autoservicio, los ladrones se habían llevado 6 mil pesos, cigarrillos y un pack de cerveza.

Pero no repararon en que en la zona estaban instaladas distintas cámaras de seguridad, y a través de las imágenes tomadas por estas se pudo establecer la identidad de uno de los autores: Alvarez Torres, quien en ese momento aún se encontraba cumpliendo condena por un robo similar ocurrido el 19 de diciembre de 2016.

Sin embargo, como la pena recibida por ese hecho estaba a punto de caducar, había sido beneficiado con el programa “Casas por Cárceles” y gozaba de salidas transitorias del penal entre las 10 del sábado y las 20 del domingo.